Alimentación y enfermedad: carne y huevos

Barbacoa

Esta última semana se ha hablado mucho del comunicado de la OMS sobre la relación entre carne, carne procesada y enfermedades como el cáncer. Sin embargo, esta información hace muchos años que se conoce, y los que hayáis leído alguno de mis libros, seguro que ya lo sabíais.

A menudo, nos fijamos en los alimentos que debemos comer para mejorar nuestra salud, pero casi nunca nos cuestionamos los que debemos evitar. Es por esto que, en las próximas semanas, detallaré los alimentos que nos enferman. Hoy, como no podía ser de otra forma: la carne y los huevos.

CARNE

La carne roja deja una sobrecarga de residuos ácidos en el cuerpo, en sangre, fluidos y tejidos. Estos residuos son los ácidos úrico, fosfórico y sulfúrico. Para neutralizar estos ácidos el cuerpo utiliza la reserva de minerales alcalinos, como el calcio de los huesos y dientes, produciéndose osteoporosis.

Una vez neutralizados los ácidos, quedan residuos de urato de calcio, que son depositados en los tejidos blandos y calcifican en formas sólidas, que van acumulándose en arterias (arteriosclerosis), en las lentes ópticas (cataratas), en los uréteres y riñón, en la vesícula biliar, en las articulaciones (artritis), etc. La carne roja tiene de treinta a setenta por ciento de grasa y colesterol. También tiene gran cantidad de venenos: pesticidas, herbicidas, fertilizantes y parásitos. Alrededor del 16% de todos los adultos en América tienen triquinosis al hacerles la autopsia.
La carne roja no contiene fibra, lo que dificulta su eliminación, provocando estreñimiento. La congestión del aparato digestivo constituye una amenaza muy grave para la estabilidad del organismo, ya que las carnes se pudren por horas y hasta por días en los intestinos, debido a que provocan parálisis del tracto digestivo. La sangre que se produce en estas condiciones es más ácida y con un alto grado de contaminantes que ocasionan volúmenes muy altos de linfa. El estreñimiento también provoca una mucosidad en exceso y un gran desequilibrio en el organismo.
Según diversos estudios, se relaciona el consumo de carne con la diabetes, debido a los lipoácidos saturados que contiene, ocasiona obesidad, induce infecciones y dolores por causa de los ácidos orgánicos. La carne favorece el infarto cardíaco y la arteriosclerosis por su elevado contenido de hierro entre otras causas. La carne fomenta la depresión, reduce la memoria por su concentración en cortisol, en personas con predisposición a los niveles altos de cortisol.

La carne contribuye a la incidencia del cáncer
El hierro contenido en la carne es muy oxidante, y favorece la formación de sustancias cancerígenas en el intestino. La carne carece de fibra. Cuanta más fibra consumimos, más protección en el aparato digestivo. Por tanto, la mejor carne sería la combinación de dos productos con fibra: cereales con leguminosas. Todas las civilizaciones antiguas consumían, cada día, esta combinación junto con verduras.
-El Dr. A. B. Miller, director del “National Cancer Institute” de los EE.UU. dice: “La evidencia sugiere que está relacionada con el incremento de cáncer colorectal, pancreático, mama, ovario, próstata y renal. También el NIH, la mayor institución mundial para la investigación médica, constató en el 2001 un mayor riesgo de cáncer por el consumo de carne roja. En Argentina y Uruguay están los mayores consumidores del mundo y también los que poseen una cuota más elevada de cáncer colorectal y de mama. De un estudio de la Universidad de Minnesota en el 2002 se manifiesta que la carne frita fomenta la aparición del cáncer de páncreas. De las carnes rojas, la peor es la de cerdo, es calificada por muchos como carne “inmunda”, ya que sus átomos son tan densos, que activan en nosotros los anti-valores o defectos psicológicos.

Nitritos y nitratos
Los fabricantes de carnes procesadas añaden nitrito de sodio no tan sólo como conservante sino también para hacer que la carne parezca rosada, fresca y con buena apariencia. Décadas atrás, las carnes se conservaban con sal, pero a mediados del siglo XX los fabricantes empezaron a usar el nitrito de sodio para la conservación comercial. Encontramos nitrito de sodio en las salchichas de Frankfurt, en los embutidos, en el bacon, que además tienen grasas saturadas (cáncer de mama), en algunos encurtidos, fritos, ahumados, también en la cerveza, el queso, los subproductos del pescado y el humo del tabaco.
-El Dr.John A Scharffenberg, profesor asociado de nutrición aplicada de la Universidad Loma Linda (EEUU), afirmó que la carne comporta varios factores cancerígenos como:
∙Los cancerígenos químicos como el benzopireno por la cocción en el carbón de madera en las barbacoas, el metilcolantreno de la grasa de la carne cocida, los nitritos del jamón, del bacon, etc…
∙Un régimen rico en carne, leche y huevos es un régimen sin fibras. El cáncer de colon es de 8 a 15 veces más frecuente en la población con alimento sin fibra que en la población cuyos alimentos son ricos en fibra. La falta de fibra permite a los ácidos biliares un contacto prolongado y nocivo con la mucosa intestinal, y permite una absorción importante del colesterol.
∙También la ingesta de carne favorece una maduración sexual más rápida, un aumento del cáncer de mama y un envejecimiento prematuro.
∙La carne se la relaciona con la hipertrofia del hígado y de los riñones.
∙El exceso de proteína animal está asociada a una pérdida de calcio a través de la orina, lo que afecta a la densidad ósea produciendo osteoporosis. También se asocia a la disminución de la serotonina (neurotransmisor responsable de la actividad cerebral, del buen humor, de la motivación).
∙Riesgo de triquinosis y de salmonela mediante la carne de cerdo, pero actualmente también la de ternera contaminada. Sólo se evita mediante una adecuada cocción (58ºC hasta el centro de la pieza).

huevos fritos

HUEVOS

Los huevos son muy nutritivos, pero contienen 250mg de colesterol, cantidad casi en el límite de lo que se recomienda no exceder diariamente. Favorecen la arteriosclerosis (dureza y engrosamiento de las arterias) más de lo que se creía, con el consiguiente riesgo cardiovascular.
No obstante, la principal preocupación son los cancerígenos que pueden contener actualmente, que no son solamente los tintes sino las dioxinas que causan una proteína cancerosa y los PCBs (bifeniles policlorados), que han aumentado y se los considera como causantes de daños neurológicos y de envenenamiento celular. Otro tóxico muy peligroso que contienen es la neurina, una amina que se produce por la descomposición bacteriana de la colina en los intestinos.
Los huevos de gallina son muy acidificantes y para recuperar la salud se necesita de una alimentación 80% alcalinizante y 20% acidificante.
-En la universidad de Minnestoa se hicieron 11 estudios de relación entre consumo de huevos y cáncer colorectal, y 9 de los 11 dieron como positiva entre ambas variables y fue más significativa en mujeres que en hombres.

EXCESO DE PROTEÍNA ANIMAL
-El Dr.Paavo Airola, 1918-1983 (autoridad en nutrición y biología natural), afirma que el exceso de proteínas animales nos deja residuos tóxicos en los tejidos, causa autotoxemia. Para desintoxicarse, el organismo tiene que liberar grandes cantidades de enzimas en el intestino y en el hígado; acidez extrema, deficiencias nutricionales, acumulación de ácido úrico, ácido sulfhídrico, indol, gas metano, amoníaco, histamina, nitrosamina, purinas, putrefacción intestinal, desarrolla diverticulosis y una serie de enfermedades como artritis, daño hepático, piorrea, esquizofrenia, osteoporosis, arteriosclerosis, enfermedad cardíaca y cáncer. Este exceso es causa de envejecimiento prematuro y reduce la esperanza de vida. Nos dice que no necesitamos comer carne, y que debido a una serie de investigaciones a nivel mundial, se ha llegado a la conclusión que solo necesitamos de 30 a 45 gr diarios de proteína. Si comemos más, el resto ocasiona enfermedades como el cáncer.

Sekihan
Sekihan: legumbres azukis con arroz

ALTERNATIVAS A LA CARNE Y HUEVOS: CEREALES CON LEGUMBRES Y PESCADO

El aporte diario de proteínas lo podemos obtener de fuentes vegetales más saludables, sin colesterol, sin residuos ácidos, bajo en grasas y ricos en fibra como las legumbres, pero siempre combinadas con cereal integral, ya que de este modo obtendremos todos los aminoácidos esenciales.

CorvinaOtra fuente de proteína, pero de origen animal, es el pescado, tanto blanco como azul. El pescado azul nos aporta ácidos grasos muy saludables como el omega 3. El pescado es mejor que sea salvaje y de pequeño tamaño para que contenga menos mercurio. Hay que intentar evitar el pescado de piscifactoría y el congelado. También podemos obtar por el marisco pero muy puntualmente.

En ocasiones, también podemos consumir proteína mediante el tempeh y el seitán.