Falafels de sésamo

Antes de marchar de vacaciones, me gustaría compartir una receta que gusta mucho a los niños y la pueden tomar también las personas con celiaquía. Además, su preparación es muy sencilla y rápida: Falafels de sésamo.

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Ingredientes:

1 taza de garbanzos previamente cocidos junto con 1 cebolla cortada a medias lunas gruesas.

1 taza de gomasio en la proporción: 1 medida de sal por 18 medidas de sésamo.

2 ajos macerados con tamari (opcional).

Preparación:

∙ Triturar los garbanzos y las cebollas para formar un puré. Añadir el gomasio y los ajos picados.

∙ Hacer unas bolas, que podemos aplastar y dar forma con las manos.

∙ Rebozar cada falafel con sésamo antes de introducirlos en el horno.

∙ Se pueden hornear 15 minutos o bien en la sartén con un poco de aceite de sésamo.

Estos falafels son más gustosos  a los que habitualmente se preparan solo con garbanzos y esto se debe al sabor de las semillas de sésamo.

 

La meditación consciente

«Meditar todos los días es el mejor método para el crecimiento espiritual» 

El Aspecto Espiritual es el motor que da la fuerza para superar la enfermedad. La fortaleza espiritual hace mover todos los demás vehículos (mental, emocional, energético y físico) hacia lo que nos propongamos, en caso de enfermedad, conseguir la salud. Nuestra parte espiritual y física son la misma cosa, son los dos extremos del ser humano.

Como premisa para realizar la meditación es necesario sentir e ir desarrollando el amor, la amistad y el aprecio hacia la naturaleza, hacia todas las personas que nos rodean y a nosotros mismos. En definitiva, sentir que formamos parte del Todo. La primera enfermedad del alma es la que aparece después de un largo recorrido en el des-ánimo, la des-esperanza, la des-motivación, la pérdida de objetivos, del sentido de la vida…que nos conducen a perder las ganas de vivir en mayor o menor grado, y el cuerpo obedece y enferma. También, por la falta de amor a nosotros mismos o bajada de autoestima. Todo ello es causa de la disminución de la energía, del impulso y de que el motor de nuestra fuerza interior pierda la fuerza de voluntad. Si no hay voluntad, no hay acción.

Árbol400Para hacer este trabajo de introspección y de autoconocimiento es fundamental practicar la respiración y la relajación:

La Respiración abdominal completa, seguida por una Relajación profunda para llegar a distintos tipos de meditación, como por ejemplo la Meditación para la curación consciente mediante la Visualización Creativa.

La respiración relaja física y mentalmente. Si utilizamos la respiración consciente, disminuye nuestro dolor y la ansiedad.

Considero la respiración como una herramienta de curación. En los momentos de dolor más agudos y en los momentos de más ansiedad, si hacemos respiraciones profundas y pausadas, controlando la velocidad (respirando sin prisas) y focalizando la atención y la autoobservación, lograremos reducir muchos síntomas.

La relajación favorece todos los sistemas del cuerpo humano (el sistema endocrino, el circulatorio, el nervioso…). Hay muchas técnicas de relajación, pero las dos últimas que he practicado y que más os sugiero son: técnica de Schultz y la de escaneo corporal.

La meditación cierra las puertas externas para abrir otras internas. Es una energía que va de fuera hacia dentro. Cierra la mente y la deja en silencio, para abrir el corazón. La meditación nos ubica, nos da información, nos despierta la conciencia y nos da comprensión.

Después, cuando la mente se calma y permanece en silencio, se entra en un mundo de armonía y de paz. Entramos en un estado de alerta en reposo; la mente está atenta y el cuerpo profundamente relajado. Cuando dormimos, tardamos entre cuatro y cinco horas en entrar en esta relajación profunda.  La meditación también influye ralentizando el envejecimiento.

El mejor momento del día para su práctica es cuando nos despertamos a primera hora, porque así podemos disfrutar de su paz todo el día.

«El proceso activo de la meditación nos hace percatar que literalmente podemos crear nuestra propia realidad, por encima de las circunstancias que nos rodean» B. Wikinski