Necesitamos recordar los Chakras y su conexión con los órganos y glándulas endocrinas para que en el siguiente post podamos realizar la práctica de la Energía del Tiempo.

La palabra «Chakra» significa rueda de luz en sánscrito y es uno de los centros energéticos del cuerpo humano. Hay 7 Chakras principales y varios secundarios que corresponden con puntos de acupuntura. Cada uno de ellos está asociado a una glándula endocrina y a varios órganos.

Cada Chakra tiene una parte frontal y una parte posterior, excepto el 1º y el 7º. Todos ellos están unidos por un canal energético que pasa a lo largo del recorrido de la espina dorsal.

Funciones de los Chakras

  • Cuando están abiertos y cumpliendo su función, revitalizan el cuerpo energético y físico.
  • Intervienen en el desarrollo de la conciencia y su despertar.
  • Transmiten progresivas octavas de frecuencia necesarias para la Ascensión.

Primer Chakra

Chakra Muladhara, también denominado chakra radical, chakra basal o centro coxal.

El primer chakra se encuentra entre el ano y los genitales. Está unido con el hueso coxal y se abre  hacia abajo.

El primer chakra y sus correspondencias

Color: Un primer chakra activo luce con color rojo fuego.

Elemento correspondiente: Tierra.

Función sensorial: Olfato.

Símbolo: Loto de cuatro pétalos.

Principio básico: Voluntad corporal para el ser (como polo opuesto a la voluntad espiritual de ser en el séptimo chakra).

Correspondencias corporales: Todo- lo sólido, como columna vertebral, huesos, dientes y uñas; ano, recto, intestino grueso, próstata, sangre y estructura celular.

Glándulas correspondientes: Glándulas suprarrenales. Las glándulas suprarrenales producen adrenalina y noradrenalina, que tienen la misión de adaptar la circulación sanguínea a las necesidades concretas regulando la distribución sanguínea. De esta forma el cuerpo está preparado para la acción y puede reaccionar de inmediato a las exigencias planteadas. Además, las glándulas suprarrenales tienen una influencia predominante sobre el  equilibrio térmico del cuerpo.

Misión y Funcionamiento:

El chakra radical nos une con el mundo físico. Dirige las energías  cósmicas en el plano corpóreo terrenal, mientras simultáneamente la energía de la tierra fluye a  través suyo hacia dentro del sistema energético no material.

Aquí tomamos contacto con el espíritu de la madre Tierra», experimentamos su fuerza elemental, su amor y su paciencia.

Las necesidades fundamentales de la vida y la supervivencia, tanto individuales como globales, en  este planeta caen dentro del ámbito de acción del primer chakra.

Él «si» a la vida en la tierra, a la existencia física, y la disposición de actuar en armonía con la energía de la Tierra y aprender de ella son dones de un primer chakra abierto.

Así el chakra radical está asignado al elemento tierra, su color es el rojo de la energía y la actividad, del núcleo más intimo de nuestro planeta. Nos da la seguridad terráquea y él «suelo seguro» bajo los pies, sobre el que podemos construir nuestra vida, y simultáneamente nos provee de la energía  necesaria para la actividad creadora en el mundo.

Además, nos proporciona la fuerza para imponernos y la constancia o perseverancia.

La construcción de una existencia, el aseguramiento material y la «conservación de la propia  especie» mediante la fundación de una familia también entran dentro del ámbito de acción del primer chakra, al igual que la sexualiad como función corporal y como medio para la procreación.

El chakra radical forma el fundamento más importante de la vida y la fuente de la energía vital para los chakras superiores. Aquí estamos unidos con la reserva de energía inagotable de la energía  Kundalini. En él arrancan también los tres canales principales, Sushumna, Ida y Pingala. A  aemejanza de nuestro corazón en el cuerpo físico, el chakra basal es el punto central de nuestro  sistema de circulación de la energía no material. Además, es donde se asienta el subconsciente  colectivo, a cuyo conocimiento memorizado tenemos acceso aquí. Debería estar compensado con el séptimo chakra, para mantener el equilibrio interior del hombre.

Vocal: El chakra radical tiene asignada la vocal «u». Se canta con el tono de do profundo de la escala musical. El sonido «u» desencadena un movimiento dirigido hacia abajo, en dirección a tus raíces.  Te conduce a las profundidades del subconsciente y activa las energías terráqueas originales del  primer chakra.

Gemoterapia: Ágata, Hematites, Jaspe sanguíneo, Granate, Coral rojo, Rubí.

Aromaterapia: Cedro, Clavo de especia.

Segundo Chakra

Chakra Svadhistana, también denominado chakra sacro o centro sacro.

El segundo chakra se encuentra encima de los genitales. Está ligado al hueso sacro (lat.: os sacrum) y se abre hacia delante.

Mantra: VAM

Color: Naranja

Elemento Correspondiente: Agua

Función sensorial: Gusto

Símbolo: Loto de 6 pétalos

Principio Básico: Propagación creativa del Ser.

Correspondencias corporales: Cavidad pélvica, órganos reproductores, riñones, vejiga; todos los humores; como: sangre, linfa, jugos digestivos, esperma.

Glándulas correspondientes: Órganos sexuales: ovarios, próstata, testículos. La función de los órganos sexuales es la formación de las características sexuales masculinas y femeninas y la  regulación del ciclo femenino.

Misión y Funcionamiento:

El segundo chakra es el centro de las emociones originales no filtradas, de las energías sexuales y de  las fuerzas creativas. Está asignado al elemento agua, del que ha surgido toda la vida biológica y que en la astrología se corresponde con el ámbito de los sentimientos.

El agua fertiliza y hace surgir continuamente nueva vida en la creación. A través del chakra sacro participamos en las energías fertilizadoras y concebidoras que atraviesan toda la naturaleza. Nos experimentamos como parte de un perenne proceso creador que se manifiesta en nosotros y, a través de nosotros, en forma de sentimientos y acciones creadores.

El chakra sacro se considera con frecuencia como la posición sedente auténtica de Shakti, el aspecto «femenino» de Dios en forma de fuerza creadora. Su campo de acción incluye en el varón los  órganos de la procreación, que llevan dentro de sí el impulso para la creación de nueva vida. En la mujer encontramos aquí aquellas áreas en las que ella recibe el impulso creador y hace surgir nueva  vida, y el lugar donde el nuevo ser incipiente está protegido, alimentado, y donde se le proporciona  todo cuanto necesita para prosperar.

Pero el elemento agua también purifica y depura. Disuelve y arrastra cuanto está agarrotado y se  opone a su fluir vivo. Esto se manifiesta, dentro del ámbito corporal, por la actividad desintoxicadora y excretora de los riñones y la vejiga. En el plano anímico lo vivimos mediante la liberación y el dejar fluir los sentimientos, por lo cual quedamos dispuestos para experimentar la vida siempre de forma original y nueva.

Nuestras relaciones interpersonales, en particular las relativas al sexo contrario, están marcadas decisivamente por el funcionamiento del segundo chakra. Las múltiples variedades de juego erótico también pertenecen a su campo de acción al igual que el abandono del ego limitado y la vivencia de una mayor unidad mediante la unión sexual.

Vocal: El chakra Sacro se activa mediante una «o» cerrada, igual que la primera «o» de la palabra «sofort». Se canta en la clave de re de la escala. La vocal «o» desencadena un movimiento circular.  En su forma cerrada, que se aproxima hacia el sonido «u», despierta la hondura de sentimientos y te conduce a la totalidad circular, en la que el yin y el yang, la energía femenina y masculina, alcanzan  la unidad por la armonía fluida de las fuerzas.

Gemoterapia: Cornalina, Piedra Lunar.

Aromaterapia: Ylang-ylang, Sándalo.

Tercer Chakra

Chakra Manipura, o chakra del plexo solar, también llamado centro umbilical. Igualmente  encontramos las denominaciones de chakra del bazo, chakra del estómago y chakra del hígado.

El tercer chakra se encuentra en la zona del ombligo. Se abre hacia delante.

Mantra: RAM

Color: De amarillo a dorado.

Elemento correspondiente: Fuego

Función sensorial: Vista

Símbolo: Loto de 10 pétalos.

Principio básico: Configuración del Ser.

Correspondencias corporales: Parte inferior de la espalda, cavidad abdominal, sistema digestivo, estómago, hígado, bazo, vesícula biliar; sistema nervioso vegetativo.

Glándula correspondiente: Páncreas (hígado). El páncreas desempeña un papel decisivo en el  procesamiento y digestión del alimento. Produce la hormona insulina, que es importante para el  equilibrio del azúcar en sangre y para el metabolismo de los hidratos de carbono. Las enzimas  segregadas por el páncreas son importantes para el metabolismo de las grasas y las proteínas.

Misión y Funcionamiento:

El tercer chakra encuentra diferentes denominaciones. También se dan diferentes indicaciones sobre dónde se asienta. Se trata de un chakra principal y varios chakras secundarios que, sin embargo,  entrelazan tan estrechamente su funcionamiento que todos ellos pueden considerarse  conjuntamente como un chakra principal.

Así, al tercer chakra le corresponde un complejo ámbito de funciones. Está asignado al elemento  fuego; el fuego significa luz, calor, energía y actividad; y en el plano espiritual, también purificación.

El chakra del plexo solar representa nuestro Sol, nuestro centro de energías. Aquí absorbemos la  energía del Sol, que entre otras funciones tiene la de alimentar nuestro cuerpo etérico, nutriendo  también de vitalidad al cuerpo físico y sosteniéndolo. En el tercer chakra entramos en una relación activa con las cosas del mundo y con las demás personas.

Es la zona desde la que fluye hacia fuera nuestra energía emocional. Nuestras relaciones interpersonales, simpatías y antipatías, y la capacidad de establecer vínculos emocionales duraderos, son ampliamente gobernados desde este centro.

Para el hombre ordinario el chakra tercero es el asiento de la personalidad. Es el lugar en el que  encuentra su identificación social y trata de confirmarse a sí mismo mediante la fuerza personal, la voluntad de rendimiento y la aspiración de poder, o mediante la adaptación a las normas sociales.

Una importante función del tercer chakra consiste en purificar los instintos y deseos de los chakras inferiores, en dirigir y utilizar conscientemente su energía creativa, así como en manifestar en el  mundo material la plenitud espiritual de los chakras superiores, y alcanzar en todos los planos un grado de consumación máximo en la vida.

Se encuentra en unión directa con el cuerpo astral, también denominado cuerpo del deseo o de la ambición, y que es el portador de nuestras emociones. Los impulsos vitales, los deseos y  sentimientos de los chakras inferiores se descifran aquí, «se digieren», transformándose en una  energía superior antes de ser utilizados conjuntamente con las energías de los chakras superiores  para la configuración consciente de nuestra vida.

Podemos encontrar un principio correspondiente en el plano físico en la zona del hígado. En  conjunción con el sistema digestivo, el hígado tiene la función de analizar el alimento ingerido, separar lo inútil de lo provechoso, y transformar lo útil en sustancias aprovechables, transportándolas a los lugares adecuados del cuerpo.

La afirmación y la integración consciente de los sentimientos y deseos y de nuestras experiencias vitales conduce a la distensión y apertura del tercer chakra, con lo cual la luz crece continuamente en nosotros y nuestra vida y nuestro mundo se iluminan cada vez más.

Nuestro estado de ánimo general depende muy intensamente de cuánta luz dejemos entrar en  nosotros. Nos sentimos iluminados, alegres y satisfechos interiormente cuando el tercer chakra está abierto; por el contrario, nuestro estado de ánimo es desequilibrado y sombrío cuando está  bloqueado o trastornado. Esta sensación la proyectamos continuamente hacia el mundo exterior, de forma que toda la vida nos puede parecer iluminada u oscura. La cantidad de luz dentro de nosotros determina la claridad de nuestra visión y la cualidad de aquello que contemplamos.

La creciente integración y totalidad interior hacen que la luz amarilla de la comprensión intelectual  se transforme paulatinamente en el tercer chakra en la luz dorada de la sabiduría y la plenitud.

Con el chakra del plexo solar también percibimos directamente las vibraciones de otras personas, y  entonces reaccionamos consecuentemente a la cualidad de dichas vibraciones.

Cuando nos enfrentamos a vibraciones negativas, aquí experimentamos a menudo un peligro inminente. Lo reconocemos porque el tercer chakra se contrae involuntariamente, como un mecanismo de protección provisional. Sin embargo, se convierte en superfluo cuando la luz dentro  de nosotros es tan grande que irradia intensamente hacia fuera y rodea nuestro cuerpo como con  una envoltura protectora.

Vocal: El chakra del plexo solar tiene asignada una «o» abierta, como la segunda «o» de la palabra «sofort». Se canta la clave de mi de la escala musical. También aquí la «o» provoca un movimiento  circular que se dirige hacia fuera a través de la abertura de la O». Favorece la configuración exterior del ser a partir de una totalidad interior. La «o» abierta se aproxima a la «a» del chakra del corazón.  Proporciona amplitud, plenitud y alegría en la manifestación.

Gemoterapia: Ojo de tigre, Ambar (es una resina), Topacio, Citrino.

Aromaterapia: Esencia de Lavanda, Romero, Bergamota.

Cuarto Chakra

Chakra Anahata, también llamado chakra del corazón o centro cordial. El cuarto chakra se encuentra a la altura del corazón, en el centro del pecho. Se abre hacia delante.

Mantra: YAM

Color: Verde, también rosa y dorado.

Elemento correspondiente: Aire.

Función sensorial: Tacto.

Símbolo: Loto de 12 pétalos.

Principio básico: Entrega del Ser.

Correspondencias corporales: Corazón, parte superior de la espalda con caja torácica y cavidad  torácica, zona inferior de los pulmones, sangre y sistema circulatorio, pie.

Glándula correspondiente: Timo. El timo regula el crecimiento y controla el sistema linfático.  Además, tiene la misión de estimular y fortalecer el sistema inmunitario.

Misión y Funcionamiento:

El cuarto chakra conforma el punto central del sistema de chakras. En él se unen los tres centros  inferiores físico-emocionales con los tres centros superiores psíquico-espirituales. Su símbolo es el hexágono, que representa muy intuitivamente cómo se penetran recíprocamente las energías de los tres chakras superiores y de los tres inferiores. El cuarto chakra tiene asignados el elemento aire y el sentido del tacto. Esto señala la movilidad del corazón, el movimiento hacia algo, el contacto, el dejarse tocar, el estar en contacto con las cosas. Encontramos aquí la capacidad de enfatizar y «sentir con», de compatibilizar estados de ánimo y entrar en resonancia con vibraciones. Mediante este centro, también percibimos la belleza de la naturaleza y la armonía de la música, del arte gráfico y de la poesía. Aquí se transforman en sentimientos las imágenes, las palabras y los sonidos.

La misión del chakra cordial es la unión por el amor. El chakra del corazón se denomina la puerta al alma, puesto que no solo se asientan en él nuestros más profundos y vivos sentimientos de amor, sinó que a través de este centro energético también podemos entrar en contacto con la parte  universal de nuestra alma, con las chispas divinas que hay en nosotros. También desempeña un papel decisivo en el refinamiento de la percepción, que va emparejado con la apertura del chakra  frontal, el denominado tercer ojo, puesto que es la entrega la que nos hace sensibles a los ámbitos
más sutiles de la creación. Esto significa que, paralelamente al desarrollo del chakra cordial, se  desarrollan las facultades superiores del chakra frontal.

Vocal: El chakra cordial tiene asignada la vocal «a». Se utiliza en la clave de fa de la escala. La «a» simboliza el descubrimiento súbito del corazón, al igual que se manifiesta en nuestra exclamación «¡ah!». Es el sonido más abierto de todos, que representa la máxima plenitud posible en la  manifestación de la voz humana. En la «a» yace la aceptación sin prejuicios de todos los  acontecimientos, aceptación de la que nace el amor.

Gemoterapia: Cuarzo rosa, Turmalina, Kunzita, Esmeralda y Jade.

Aromaterapia: Esencia de rosas.

Quinto Chakra

Chakra Vishuddha, también denominado chakra del cuello o de la garganta, o centro de comunicación.

El quinto chakra se encuentra entre la nuez y la laringe. Nace de la columna vertebral cervical y se abre hacia delante.

Mantra: HAM

Color: azul claro, también argenta y verde azulado.

Elemento correspondiente: Éter.

Función sensorial: Oído

Símbolo: Loto de 16 pétalos.

Principio básico: Resonancia con el ser.

Correspondencias corporales: Zona del cuello, zona cervical, zona de la barbilla, orejas, aparato del habla (voz), conductos respiratorios, bronquios, zona superior de los pulmones, esófago, brazos.

Glándula correspondiente: Tiroides.  La tiroides desempeña un papel importante en el crecimiento del esqueleto y de los órganos internos. Se encarga del equilibrio entre el crecimiento físico y  psíquico y regula el metabolismo, es decir, la forma y la velocidad en la que transformamos nuestro alimento en energía y en que consumirnos dicha energía. Además regula el metabolismo del yodo y el equilibro del calcio en la sangre y los tejidos.

Misión y Funcionamiento:

En el chakra del cuello encontramos el centro de la capacidad de expresión humana, la comunicación y la inspiración. Está unido con un chakra secundario menor, que está asentado en la nuca y que abre hacia atrás. También estos dos centros energéticos suelen considerarse a menudo  como un único chakra. En su funcionamiento, sin embargo, el chakra cervical está tan  estrechamente unido con el chakra del cuello que lo hemos integrado en la interpretación de este  último.

El quinto chakra conforma también una unión importante de los chakras inferiores con los centros de la cabeza. Sirve como puente entre nuestro pensamiento y nuestro sentimiento, entre nuestros impulsos y las reacciones que tenemos a- los mismos, y transmite simultáneamente los contenidos de todos los chakras al mundo exterior. A través del chakra del cuello manifestamos todo lo que vive en nosotros, nuestra risa y nuestro llanto, nuestros sentimientos de amor y de alegría o de angustia y de ira, nuestras intenciones y deseos, e igualmente nuestras ideas, intuiciones y nuestra percepción de los mundos interiores.

El elemento que se asigna al chakra del cuello es el éter. En la doctrina del yoga está considerado el elemento fundamental a partir del cual se forman por compactación los elementos de los chakras inferiores: tierra, agua, fuego, aire. Pero el éter es también el portador del sonido, de la palabra  hablada y de la palabra del creador; es, en resumen, el transmisor de las informaciones en todos los planos.

El conocimiento más profundo nos es conferido cuando estamos abiertos y desahogados como el espacio infinito, como el ancho cielo (cuyo color azul claro es el color del chakra del cuello), cuando permanecemos en silencio y escuchamos atentamente al espacio interior y exterior. Al quinto chakra se asocia la función sensorial del oído. Aquí abrimos nuestro oído, escuchamos atentamente las  voces ocultas o no ocultas de la creación. También percibimos nuestra propia voz interior, entramos en contacto con el espíritu inherente a nosotros y recibimos su inspiración.

Vocal: La vocal «e» activa el chakra del cuello. Se entona en la clave de sol de la escala. Si con la voz vas pasando lentamente de una «a» a una «i», en un momento determinado surgirá el sonido «e».  Al igual que el cuello representa un canal de unión entre la cabeza y el resto de cuerpo, la «e» del  chakra del cuello une el corazón y el entendimiento, «a. e «i», y canaliza sus fuerzas hacia el exterior. Al cantar la «e», observarás que este sonido exige la máxima presión de la voz. Fortalece la energía de la ex«presión en tu quinto chakra. 

Gemoterapia: Aguamarina, Turquesa, Calcedonia.

Aromaterapia: Salvia, Eucalipto.

Sexto Chakra

Chakra Ajna, chakra frontal o tercer ojo, ojo de la sabiduría, también llamado ojo interior o chakra de las órdenes.

El sexto chakra se encuentra situado un dedo por encima de la base de la nariz, en el centro de la  frente. Se abre hacia delante.

Mantra: KSHAM

Color: Añil, también amarillo y violeta.

Función sensorial: Todos los sentidos, también en forma de percepción extrasensorial.

Símbolos: Loto de 96 pétalos.

Principio básico: Conocimiento del Ser.

Correspondencias corporales: Rostro; ojos, oídos, nariz, senos paranasales, cerebelo, sistema  nervioso central.

Glándula correspondiente: Glándula pituitaria (hipófisis). La hipófisis se denomina también a veces «glándula maestra», puesto que, mediante su actividad secretora interna, controla el  funcionamiento de todas las demás glándulas. Al igual que un director de orquesta, establece una  conjunción armónica de las restantes glándulas.

Misión y Funcionamiento:

A través del sexto chakra se consuma la percepción consciente del ser. En él se asienta la fuerza  psíquica superior, la capacidad intelectual de diferenciación, la capacidad del recuerdo y de la  voluntad; y a nivel físico es la central de mandos suprema del sistema nervioso central.

Su auténtico color es el añil claro, pero también pueden detectarse matices amarillos y violetas.  Estos colores indican sus distintas formas de funcionamiento en diferentes planos de conciencia. El pensamiento racional o intelectual puede hacer surgir aquí una radiación amarilla. Un azul oscuro transparente apunta a la intuición y a procesos de conocimiento integrales. La percepción  extrasensorial se muestra en un matiz violeta.

Cualquier realización en nuestra vida presupone pensamientos e ideas que pueden ser alimentados por patrones emocionales inconscientes, pero también por el conocimiento de la realidad A través  del tercer ojo estamos unidos con el proceso de manifestación mediante la fuerza del pensamiento. Todo saber que se manifiesta en la creación existe en forma pura y no manifestada, de forma similar a como en una simiente en estado latente están contenidas ya todas las informaciones de las que surgirá la planta. La física cuántica llama a este ámbito el campo unificado o el ámbito de la menor excitación de la materia.

El proceso de creación comienza cuando el ser latente en sí mismo toma consciencia de su propia existencia. Entonces surge una primera relación sujeto-objeto, y con ello la primera dualidad. El ser amorfo adopta un primer patrón de vibraciones manifiesto.

Basándose en esta protovibración surgen continuamente mediante ulteriores procesos de concienciación, nuevos patrones de vibración diferenciados.

En nosotros, los hombres, están contenidos todos los planos de la creación, desde el ser puro hasta la materia compacta, y vienen representados por los diferentes planos de vibración de los chakras. Así, el proceso de manifestación se consuma en nosotros y a través nuestro.

Como el tercer ojo sirve de asiento a todos los procesos de concienciación, aquí obtenemos la  facultad de la manifestación hasta la materialización y desmaterialización de la materia. Podemos  crear nuevas realidades en el plano psíquico y disolver viejas realidades.

Sin embargo, en general, este proceso no se produce de forma automática y sin una actuación  consciente. La mayoría de los pensamientos que determinan nuestra vida son controlados por  nuestros patrones emocionales no liberados, y programados por juicios y prejuicios tanto propios como ajenos. De esta forma, con frecuencia nuestro espíritu no es quien domina, sino el servidor de nuestros pensamientos cargados de emociones, que pueden dominarnos parcialmente.

Pero también estos pensamientos se realizan en nuestra vida, puesto que lo que percibimos y  vivimos fuera es siempre y en último término una manifestación de nuestra realidad subjetiva.

Con el desarrollo de nuestra conciencia y la creciente apertura del tercer ojo siempre podemos  dirigir conscientemente este proceso. Nuestra fuerza de imaginación genera entonces la energía para cumplir una idea o un deseo. Junto con un chakra cordial abierto, ahora también podemos emitir energías curativas y efectuar curaciones a distancia.

Al mismo tiempo recibimos acceso a todos los planos de la creación que se encuentran detrás de la  realidad física. El conocimiento de los mismos nos llega en forma de intuición, mediante la visión  clarividente o mediante la clarividencia auditiva o táctil.

Vocal: El chakra frontal se activa mediante la vocal «i». Se canta en la clave de «la» de la escala. La «i» desencadena un movimiento dirigido hacia arriba. Representa la fuerza de la inspiración, que  siempre te lleva a nuevos movimientos.

Gemoterapia: Lapislázuli, Zafiro añil, Sodalita.

Aromaterapia: Menta, Jazmín.

Séptimo Chakra

Chakra Sahasrara, chakra coronal, también denominado centro de la coronilla o flor de loto de mil pétalos.

El séptimo chakra se encuentra situado en el punto supremo, encima de nuestra cabeza y en el  centro. Se abre hacia arriba.

Mantra: OM

Color: Violeta, también blanco y oro.

Símbolo: Flor de loto de 1000 pétalos.

Principio básico: ser puro.

Correspondencia corporal: Cerebro.

Glándula correspondiente: Glándula pineal (epífisis). Las influencias de la epífisis no se han  esclarecido del todo científicamente. Con gran probabilidad influye en la totalidad del organismo.  Cuando falla esta glándula se produce una madurez sexual prematura.

Misión y Funcionamiento:

El chakra coronal es donde se asienta la perfección suprema del hombre. En algunos escritos legados por la tradición se representa en vilo sobre la cabeza del hombre. Brilla con todos los colores del arco  iris, pero el color predominante es el violeta. La flor exterior del chakra consta de 960 pétalos. 

En su interior se encuentra una segunda flor de 12 pétalos, que irradia luz blanca entreverada de  rayos dorados.

De forma similar a como la luz incolora reúne todos los colores del espectro, en el chakra supremo se reúnen todos las energías de los centros inferiores. El chakra coronal es la fuente y el punto de partida para la manifestación de todas las restantes energías de los chakras. Aquí estamos unidos  con el ser divino sin atributos y amorfo, que contiene en sí todas las formas y atributos no  manifestados.

Es el lugar en que nos encontramos como en casa: desde aquí partió nuestro viaje hacia la vida, y aquí regresamos al final de nuestra evolución. Aquí vivimos y nos experimentamos a nosotros en  Dios, nos hemos hecho uno con el origen divino del que procedemos. Nuestro campo energético  personal está fundido con el campo energético universal.

Todo cuanto captamos, primero intelectualmente y después intuitivamente, adquiere ahora una  comprensión completa. El conocimiento que obtenemos a través del chakra coronal va más allá aún del que nos proporciona el tercer ojo, puesto que ya no estamos separados del objeto de la percepción. Vivimos las diferentes manifestaciones de la creación, entre las que también se  encuentra nuestro cuerpo, como un juego de la consciencia divina con la que nos hemos unificado.

La vía para el desarrollo del chakra supremo está indicada someramente por la radiación violeta. El  violeta es el color de la meditación y de la entrega. Mientras que en la activación de los seis centros  energéticos inferiores podíamos influir de forma concreta, aquí sólo podemos abrirnos y  convertirnos en receptáculo.

Mediante el despliegue del séptimo chakra se disuelven también los últimos bloqueos limitadores de los restantes chakras, y las energías comienzan a vibrar con las frecuencias más altas de que son  capaces. Cada chakra se convierte en un espejo del ser divino en su plano especial, expresando así el potencial supremo de que dispone. Tan pronto como el chakra coronal está completamente  despierto, su misión, recibir las energías cósmicas, ha concluido. Ahora es él mismo el que emite energías. Para ello el «cáliz de la flor» se abomba hacia fuera y compone una corona sobre la cabeza.

Vocal: El sonido «m» abre el chakra coronal. En la India se considera también una vocal. La «m» se entona en la clave de SI de la escala. Es como un zumbido perenne, sin limites y sin estructura. Así,  representa la unidad indivisa, la conciencia pura, amorfa e ilimitada, en la que están contenidas en  forma latente todas las formas.

Gemoterapia: Amatista, Cristal de roca.

Aromaterapia: Olíbano, Loto.

Extraído del libro: El Gran Libro de los Chakras y de Isis Alada.

 

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