¿Cómo preparar Kimpira?

¿Qué es la Kimpira?

Kimpira es un estilo de cocción de verduras de raíz que consiste en un salteado largo con aceite de sésamo, muy poca agua y, al finalizar, se les añade un poquito de salsa tamari.

Durante el invierno las raíces acumulan la mayoría de nutrientes.

La raíz de bardana (rábano negro) es muy yang, depurativa de la sangre, revitalizante y adecuada para el reuma. Se usa como antibiótico natural.

La zanahoria  es rica en fibra , ácido fólico, potasio, calcio, magnesio y antioxidantes, además contiene betacarotenos, que nuestro organismo transforma en vitamina A. Su contenido en vitamina C, especialmente en las hojas, es mucho más elevado que el de las naranjas. Es una raíz muy adecuada para todas las patologías digestivas. Pelada y hervida, como alimento diario, es ideal para la celiaquía. Además, por su porcentaje en fitoquímicos es anticancerígena.  Este alimento contribuye a mantener nuestra vista, aumenta las defensas, disminuye el colesterol y previene la arteriosclerosis.

 

Ingredientes para preparar Kimpira

  • 2 raíces de bardana peladas y cortadas oblicuas y finas (1mm de grosor)
  • 2 zanahorias cortadas del mismo modo que la bardana
  • 1 cucharada sopera de aceite de sésamo
  • 1 cucharada sopera de jengibre rallado
  • 1 cucharada sopera de tamari
  • Sal marina
  • Agua

    Raíz de bardana

Preparación:

  1. Poner la cazuela al fuego. Verter el aceite y cuando esté caliente echar primero la bardana para saltearla. Después bajar el fuego y añadir una pizca de sal.
  2. Cuando la bardana esté medio tierna, se añade la zanahoria y un poquito de agua para que no se quemen. A continuación tapamos.
  3. Se deja cocer a fuego lento durante 10 minutos. Si ya están bien cocidas se apaga el fuego y se añade el jengibre y el tamari.

 

Aprende más recetas en Recetas Macrobióticas para la Salud.

Balneario en casa para la fibromialgia, cáncer,…

La Talasoterapia puede ser un tratamiento de elevado coste si lo realizamos en un balneario, pero podemos adaptar sus beneficios a nuestro baño.

Ante todo, esta terapia nos ayuda a eliminar la acidosis, por lo que resulta muy beneficiosa en personas que padecen fibromialgia, cáncer y otras muchas afecciones.

¿Cómo convertimos nuestro baño en un pequeño balneario de talasoterapia adaptado?

La talasoterapia consiste en bañarse en lo más parecido al mar, por lo que llenaremos media bañera con agua caliente y echaremos 2kg de sal marina completa. El agua caliente nos abre los poros y por ósmosis, a través de la piel, nuestros ácidos pasarán al agua de la bañera. Es por tanto una manera práctica y agradable de elminar tóxicos y alcalinizarnos. Podemos permanecer en la bañera hasta que el agua se enfríe (aproximadamente 20 minutos).

Como ves, es sencillo, relajante y sobre todo un gran modo de contribuir a mantener y mejorar nuestra salud integral.

 

Descubre y conoce más terapias en Alimentación, energía vital en el Cáncer.

Crema de fresones

Con la llegada anticipada del calor estival y coincidiendo con la época en la que las fresas están en su punto álgido de dulzor, quiero compartir una refrescante y apetecible receta que espero que os guste tanto como a mí. Ante todo, y sobre las fresas y fresones, hay que tener en cuenta las virtudes terapéuticas de este fruto, ya que según algunos estudios científicos este alimento es un gran preventivo del cáncer.

La crema de fresones que os propongo está elaborada también con Kuzu. Este almidón se emplea para facilitar la digestión, especialmente para el dolor de estómago y los intestinos inflamados y debilitados, también para aliviar la fatiga, y para problemas respiratorios como tos, bronquitis y resfriados.  En la fibromialgia se usa como relajante muscular para disminuir la rigidez. Es ideal para la ansiedad y el insomnio.  Además se recomienda en los hígados tóxicos, para la hepatitis, dolores articulares y resacas.

El kuzu es muy yang y alcalinizante, energizante, antiinflamatorio, protector de todas las mucosas, regenera la flora intestinal y es reforzante del hígado. Tiene efecto sudorífico para la fiebre y estados gripales. Elimina dolores de cabeza, la fatiga visual, la agitación nerviosa y el insomnio. Se emplea como espesante para comidas y postres.

Ahora sí, veamos cómo se prepara la crema de fresones:

¿Qué ingredientes necesitas?:

  • 1 taza de zumo de manzana hecho en casa con la licuadora.
  • 1/2 kg de fresones
  • 3 cucharadas soperas de kuzu

Preparación:

  1. Llevar a ebullición un poco de agua y añadir el kuzu previamente diluido en agua fría. Remover hasta que el kuzu esté transparente y espeso.
  2. Triturar los ingredientes y acompañarlo con una tortita de arroz o de otro cereal.

 

Comidas preparadas, conservas, congelados y alimentos procesados

A menudo me preguntan: ¿Es igual de sano consumir legumbres en conserva que las cocidas en casa?

Ante todo, cuando hacemos la compra, es necesario que leamos los ingredientes indicados en los envases. La letra acostumbra a ser muy pequeña, por lo que a lo mejor necesitaremos ir a la compra con una lupa. Leer los ingredientes nos permitirá evitar la ingesta de sustancias nocivas e innecesarias como conservantes, colorantes, azúcares, espesantes y potenciadores del sabor, entre ellos el glutamato monosódico, que es MUY TÓXICO.

Por tanto, es importante saber alimentarse física y energéticamente. Los alimentos preparados, las conservas y los congelados desde el punto de vista físico parecen lo mismo, pero son un problema para la salud energética.

Cuando comemos una verdura fresca que se caracteriza por mantener sus moléculas de agua unidas, tiene un alto valor nutritivo, a causa de la energía que nos aporta.

Si comemos erróneamente podemos enfermar, por el hecho de que los órganos también tienen su parte energética y necesitan la vitalidad de los buenos alimentos para conservar la salud. Los astronautas no pueden vivir sanos durante mucho tiempo porque sus alimentos no contienen energía vital.

Un ejemplo lo tenemos en el arroz blanco y el arroz integral. Si los plantamos, del grano de arroz integral crecerá una planta, porque guarda su energía. Del grano de arroz blanco no crecerá nada, porque ya la ha perdido; es un alimento energéticamente muerto.

Los alimentos han de proporcionarnos vida. Si un alimento ya no es un medio vivo, sino que por su elaboración se convierte en un medio muerto (por la destrucción de su estructura biológica), entonces ya no nos alimentará. La consecuencia es el residuo que deja dentro del organismo. Nuestro cuerpo, en vez de recibir energía del alimento, ha de consumir una energía que no ha recibido para digerirlo.

La enfermedad es un desequilibrio de energía y se expresa en forma de síntomas.

En definitiva, cuando me preguntan si es igual de saludable consumir alimentos envasados -legumbres, verduras, …-, mi respuesta siempre es que no. No solo no es saludable sino que además nos resta vitalidad.

7ª historia de superación: tumor cerebral

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El testimonio de superación de Melissa Hatch es una muestra de valentía y deseo que sirva de motivación para todas aquellas personas que se encuentran en la misma situación. Ella misma nos explica su historia:

«Tenía puntos ciegos en mi visión y había perdido la vista de mi ojo derecho. Pasé del oftalmólogo al radiólogo y finalmente al neurocirujano, que ordenó una Resonancia Magnética, en la que apareció un tumor en el lóbulo izquierdo de mi cerebro. Era un astrocitoma y su única solución era la radiación, pero yo no quería ninguna guerra contra mi cerebro.

Vi la enfermedad como algo para captar mi atención, para que finalmente hiciera un balance de mi vida. Asumí la responsabilidad de mi propia curación. Para mí era muy extraño decir “no”, “voy a hacerlo a mi manera”, y esto es lo que le dije por teléfono al médico.

Dejé mi trabajo estresante y emocionalmente agotador. La curación se convirtió en mi ocupación a tiempo completo. Empecé la macrobiótica, que conocía desde hacía varios años. Asistí a una clase de cocina semanal, pero durante los tres primero meses perdí mucho peso y estaba alterada.

El yoga y la meditación me calmaron y me relajaron, y mi energía se recuperó lentamente.

Seis meses después de empezar la dieta macrobiótica me hice otra prueba y dije: “yo no veo nada”. Y al cabo de un rato mi doctor dijo: “yo tampoco, el tumor ha desaparecido”.

Ahora ya han pasado dos años y continuo con la macrobiótica, el yoga y la meditación.  Estoy eternamente agradecida.»

Melissa Hatch

 

Conoce otros testimonios de superación y los cambios que introdujeron en sus vidas en el libro Alimentación, energía vital en el Cáncer

6ª historia de superación

Este testimonio de superación es muy sorprendente, ya que es un médico clínico quien, a través de la Macrobiótica, un cambio integral de estilo de vida y de forma de pensar, superó un cáncer de páncreas cuyo pronóstico era muy desalentador.

Esta es la historia del Dr. Hugh Faulkner:

«Tenía 74 años cuando fui diagnosticado de cáncer terminal de páncreas. Me dieron 3 meses de vida. El doctor me aconsejó una operación inmediata, pero yo sabía que con o sin operación sólo viviría unos pocos meses.

Dispuesto a morir, me estaba preparando para ir a una residencia a las afueras de Londres, cuando un terapeuta de shiatsu me animó a probar la macrobiótica. En aquellos momentos yo me alimentaba a base de carne roja, pollo, muchos huevos, verduras, pasta blanca, azúcar, chocolates, dulces y varias tazas de café.

Empecé la dieta macrobiótica con arroz integral y otros cereales, algo de miso, alga wakame, umeboshi…

Bebía agua de manantial o té kukicha. No encontré la macrobiótica muy difícil, más bien era un reto nuevo e interesante . Lo más importante fue que empecé a sentirme mucho mejor después de tan solo dos o tres semanas. Al cabo de 2 meses Michio Kushi me recomendó hacer ejercicio regularmente, respirar aire puro, agua pura y semanalmente masaje shiatsu.

Ahora ya hace 15 años, y la macrobiótica se ha ha convertido en una de mis aficiones».

Descubre otros testimonios de superación relacionados con la alimentación macrobiótica en el libro Alimentación, energía vital en el Cáncer

 

5ª historia de superación

A veces un pronóstico fatal puede transformarse en una historia con final feliz. En esta situación muchas personas se resignarían, pero no es el caso de Gladys. Ella cambió sus hábitos de alimentación porque ya no tenía nada que perder. Hoy podemos decir que ¡lo superó!

 

«A finales de 1989, después de una gran bajada de energía y de peso, fui diagnosticada de tumores uterinos en torno al área del cérvix y de las trompas de Falopio. Insistí en saber la verdad porque soy un tipo de persona que necesito controlar la situación.

No fue posible la operación quirúrgica, dado que el tumor estaba asociado a los principales órganos vitales. El cirujano me comunicó y también informó a mi marido, que solo me quedaban un par de semanas o como máximo algunos meses de vida.

Me dijeron que el tiempo de supervivencia de este cáncer es de cuatro a seis meses. Me fui a casa para morir, pero mi marido, un día, trajo a casa un boletín informativo sobre Macrobiótica. El Dr. Ofei nos habló mucho de las propiedades de esta dieta y nuestra actitud fue que sería mejor que no hacer nada.
La alimentación consistió en 2 meses de arroz integral y después arroz con algo de vegetales. Once meses después me visité con el doctor que me diagnosticó. Él y otros médicos se sorprendieron de lo bien que me encontraba.

Ahora ya han pasado muchos años desde el diagnóstico y estoy muy agradecida al Dr. Ofei y especialmente a Michio Kushi (discípulo de Georges Ohsawa). Cuando me preguntan cómo me alimento y cómo me alimentaré les digo que voy a seguir comiendo macrobiótica, me parece deliciosa y muy saludable«.

 

Alimentación, energía vital en el Cáncer

Una segunda historia de superación

 

Insisto siempre en que el cambio de alimentación hacia la macrobiótica es fundamental desde el primer momento de un diagnóstico. Y quiero compartir con vosotros esta historia de superación, porque recuperar la salud es posible!!

Recuperación de cáncer de mama

En el invierno de 1995 sentí la necesidad de saber cómo estaban mis pechos, pero no quería pasar por las radiaciones. Un naturópata me ofreció la oportunidad de revisarlos mediante un termograma, que sirve para detectar, mediante una medición térmica, las densidades de tumores y quistes. Los detecta incluso en fases muy iniciales.

Encontró, en el seno izquierdo, un quiste que parecía maligno y dos más en el seno derecho. Un amigo mío me sugirió un médico oriental en medicina holística que había conseguido muchos éxitos en tratamientos del cáncer.

El Dr. Takamatsu me dijo que tenía que eliminar todos los productos lácteos de mi dieta. Desde que me había convertido en vegetariana, la mayor parte de mi proteína era láctea, y lo que más me gustaba eran el yogur y el queso. Le contesté que sí, porque quería curarme. A continuación me preguntó: “¿Y el azúcar?”

Al cabo de unos días descubrí el libro “La dieta de la prevención del cáncer” de Michio Kushi y un restaurante macrobiótico cercano. Después de otra consulta con Edward Esko, asesor en el Instituto Kushi, en Becket, Massachusetts, seguí estrictamente las recomendaciones macrobióticas y decidí introducirme en mi proceso de sanación holística, por tanto, con participación activa de la mente, cuerpo y espíritu.

Empecé la meditación con respiración yóguica para oxigenar y desintoxicar las células de mi cuerpo. Seguí un tratamiento de acupuntura con el Dr. Takamatsu. Cuatro meses y medio después me hice una mamografía que reveló tejido fibroquístico, pero habían desaparecido los quistes de los dos senos. Ahora me gustaría tener un dispositivo para medir el progreso de mi alma.

Marlene Barrera

Una historia de superación

Cuando conoces a personas que han superado el cáncer a través de la alimentación, sientes la necesidad de gritar a los 4 vientos que hay otra forma más humana de recuperar la salud y entiendes que la alimentación es la primera medicina.

En septiembre del 2011 asistí a un curso de cocina medicinal impartido por Christina Pirello. Ella es una americana defensora de los alimentos enteros y orgánicos, porque únicamente gracias a la macrobiótica, superó la leucemia.

Somriure

Testimonio de su curación:
A partir de los 14 años Christina empezó a suplementar su alimentación vegetariana con comida basura, y se fue engordando hasta alcanzar los 120kg. Con 26 años fue diagnosticada de una leucemia terminal y los médicos no le dieron ninguna esperanza con el tratamiento convencional. Le dijeron que viviría de 6 a 9 meses. Su madre se murió 6 meses antes de cáncer de colon.

Un compañero de trabajo le presentó al que sería su marido, Robert Pirello, experto en macrobiótica, que le enseñó a alimentarse de una forma saludable.

Al cabo de un mes la enfermedad empezó a remitir y a los 8 meses fue total. Pasó de los 120kg a pesar 60Kg. A los 14 meses del diagnóstico los médicos le encontraron anemia, pero ya no existía la leucemia. De esto hace 30 años.

Christina Pirello opina que las personas diagnosticadas de cáncer han de probar primero la macrobiótica y después valorar si es necesario hacer el tratamiento médico convencional.

Ella aconseja que:

  • Los 3 primeros meses la alimentación macrobiótica tiene que ser muy estricta para que la sangre se renueve totalmente. Vivir muy aislado, nada de diversión. Al principio odió el arroz integral, pero se dijo “eres tú o yo” y se acostumbró.
  • ”Los 6 primeros mese te curas más por lo que dejas de comer que por lo que comes, pero cuanto más arroz, mejor”. Hasta después de 5 años del diagnóstico no probó el chocolate.
  • También dijo que para una persona sana que desee mejorar es mucho más recomendable la macrobiótica que los ayunos y las limpiezas.
    En todo el proceso de curación Christina Pirello trabajó duro para superar todos los obstáculos que se presentaron. Desarrolló una amplia experiencia en macrobiótica y se dio cuenta que su vocación era ayudar a otras personas. Desde 1988 ha estado dando seminarios y conferencias en todo los Estados Unidos. Ganó un premio Emmy por su programa semanal de cocina en televisión, que se emite en más de 150 canales. Ella y su esposo Robert publican una revista bimensual llamada “Whole Foods Christina Cooks”. También juntos operan una agencia de viajes especializada en vacaciones sanas a destinos exóticos.

Christina ha escrito 5 libros de cocina e imparte clases como profesora de artes culinarias en la Universidad de Drexel en Philadelphia. Es miembro de la junta directiva del mercado agrícola y del AIVP (Asociación Internacional de Profesionales Culinarios). Tiene el Bachelor y el Master en Bellas Artes por la Universidad de Miami, y fue galardonada con un Master en Nutrición en la Universidad de Drexel, Philadelphia, en el 2003.

Este testimonio fue narrado por la misma Christina Pirello durante mi asistencia a un curso de cocina medicinal.

Si te apetece leer más historias de superación, tienes un capítulo final de testimonios en el libro Alimentación, energía vital en el cáncer.

Gerani700

Cáncer y emociones -Segunda Parte-

manos

A veces no podemos asimilar todas las dificultades que aparecen simultáneamente.  El conflicto emocional es el detonante del cáncer. Si la persona es capaz de resolverlo, se detiene el proceso. Pero si no es capaz, se inicia la enfermedad. Aun así, siempre se puede resolver, aunque se haya iniciado.

La resolución del conflicto es indispensable en el proceso hacia la salud. De poco servirán los tratamientos físicos si no comprendemos y solucionamos primero los factores que le preceden y que han iniciado la enfermedad.

Hay que considerar que los conflictos emocionales producen cambios biológicos en nuestro organismo. Incluso emociones como la ansiedad modifican, junto con los disgustos y los sustos, nuestra capacidad inmunológica. Cuando estos conflictos se liberan, el organismo es capaz de restablecer la salud, tiene la capacidad de iniciar el proceso de autocuración.

Pensamientos rígidos + Conflictos emocionales estancados = enfermedad

Tablas

El estudio de las razones psicoemocionales como detonante de esta enfermedad tiene en las Leyes del Dr. Hamer, su mejor ejemplo. Asímismo, recientemente se han llevado a cabo varios estudios publicados en la famosa revista Nature, que demuestran la relación que existe entre el cáncer y estados psico-emocionales como el estrés (leer más aquí).

(Sobre este tema encontrarás más información en Alimentación, energía vital en el Cáncer)