En el post anterior pudiste aprender sobre 2 terpias holísticas Orientales, la Acupuntura y el Shiatsu.

Hoy te muestro las 3 terapias Occidentales más indicadas para la Fibromialgia y el s.f.c.

Homeopatía

El médico Samuel Friedrich Hahnemann (1755-1843) descubrió que se podía curar aplicando la teoría curar con lo similar y con dosis  infinitesimales. La sustancia activa se va diluyendo sucesivamente, hasta que desaparece.

La única explicación respecto a la homeopatía es el comportamiento del medio en que se hace la disolución, el agua, que es capaz de  memorizar las características del agente activo, pero evitando su toxicidad, ya que ha desaparecido El agua mantiene la memoria de la sustancia biológica con la que ha entrado en contacto.  Hahnemann provocó uno de los más grandes escándalos de la ciencia cuando,  avanzándose a la mentalidad de aquella época, dijo que en el agua se podía introducir información. Actualmente el científico japonés Masaru Emoto, ha comprobado la veracidad de aquella teoría.

En el año 2001, la profesora bióloga Madeleine Ennis, de la Universidad de Belfast, junto con las universidades y laboratorios de Bélgica,  Francia e Italia, estudiaron esta capacidad del agua. De los estudios derivó el conocimiento de que las moléculas del agua se organizan de  manera estable y que por tanto pueden memorizar información absorbida de otras moléculas.

Así como la medicina alopática es la medicina de los contrarios, la homeopatía es la medicina de los similares. La homeopatía está basada en  la administración de sustancias diluidas en cantidades infinitesimales. No puede explicarse con la medicina biomolecular oficial, pero sí con los instrumentos de la física cuántica. Por ejemplo, con una tomografía por emisión de positrones se puede comprobar cómo actúan estas  sustancias infinitesimales.

La medicina oficial insiste en negar la evidencia homeopática porque la química molecular no encuentra nada en los medicamentos. Esta  negación se debe, en general, a la falta de formación en física, y más todavía en física cuántica. Pero muchos creen que el futuro es el paso de la medicina de la sustancia a la medicina de la energía.

Puedo decir que la homeopatía es efectiva por los muchos beneficios que he obtenido de ella. Se puede decir que es una medicina racional y  científica, porque se basa en una ley biológica, la ley de los similares; y porque repetidos experimentos clínicos independientes han demostrado su eficacia clínica.

Miles de médicos en todo el mundo demuestran que es una buena herramienta para ayudar a sanar, a pesar de todas las medidas de  contención (hay artículos en revistas médicas desprestigiándola).

La fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica forman parte de las enfermedades del cuerpo emocional y la homeopatía prevé esta vertiente  como base de sus tratamientos. Tratamientos para los pulmones, que son el almacén de la tristeza (a veces tristeza muy antigua); tratamientos para el hígado, almacén de la ira reprimida… Si el hígado está mal (cosa que ocurre en la fibromialgia) los órganos más  afectados son los riñones (almacenes de la energía).

El síndrome de fatiga crónica aparece cuando el hígado enferma y a consecuencia de la relación entre el hígado y los riñones también  enferman los riñones.

Este síndrome encuentra mejora en el tratamiento homeopático de ayuda a los órganos de la energía vital y energía diaria, que son los  riñones.

Un apunte curioso: he leído que la homeopatía limpia las taras genéticas. Pienso que si esto es posible es importante considerarlo, ya que la  herencia de nuestros antepasados condiciona nuestra vida.

Terapia Floral

Siendo la fibromialgia una enfermedad de carácter fuertemente emocional, las flores de Bach son muy beneficiosas para toda su sintomatología. Recomiendo a los terapeutas que preparan estas gotas que lo hagan con agua para evitar cualquier reacción en la persona que padece fibromialgia, ya que el alcohol no se tolera bien.

Las flores de Bach, como elementos de una verdadera medicina holística, vibran en una  frecuencia genérica determinada que posibilita unas propiedades terapéuticas, que van desde la parte física hasta la mental, emocional y espiritual.

Las flores de Bach sustituyeron el ansiolítico que tomaba y me sanaron de un malestar muy intenso, diario y casi constante. Estas gotas milagrosas me liberaron de una serie de opresiones en el tercer chakra (estómago), cuarto chakra (plexo solar) y quinto chakra (laringe) y me bajaron el nivel de ansiedad; volví a dormir como hacía años que no lo hacía. Poco a poco fui dejando el somnífero que tomaba, hasta no tener que necesitarlo.

El médico galés Edward Bach (1886-1936) estudió las propiedades de determinadas flores,  observando su capacidad de influir en el estado emocional de cada persona. Los conflictos internos pueden convertirse en enfermedades; por tanto, estos remedios no actúan sólo en el ámbito físico, sino también en el emocional.

Bach seleccionó 38 flores con propiedades terapéuticas diversas. De estas, 34 son esencias de flores silvestres, tres son cultivadas y una es la combinación de cinco de estas esencias.

Bach estableció siete grupos de problemas emocionales:

1. Miedo

2. Falta de interés por las circunstancias actuales.

3. Incertidumbre.

4. Soledad.

5. Hipersensibilidad.

6. Abatimiento y desesperación.

7. Preocupación excesiva por el bienestar de los demás.

 

Reflexoterapia

Entre las terapias naturales que me ayudaron en el proceso de superación de la fibromialgia y fatiga crónica, siempre destaco, además de muchos cambios como el de la alimentación, los beneficios de la acupuntura, el shiatsu y la reflexología podal. Hoy quiero hablaros sobre esta última.

El Dr. W. Fitzgerald introdujo la reflexología podal en Occidente en el año 1913, pero es una técnica milenaria que tiene su origen en China y en Egipto.

En los pies y en las manos se encuentran una serie de puntos reflejos que conectan con todos nuestro organismo. Estos puntos, al ser estimulados con los dedos, ayudan a tratar prácticamente cualquier problema de salud de una manera natural y armónica.

El concepto es similar al de la acupuntura, porque también tiene en cuenta la energía de nuestro cuerpo. Aquí se sustituyen los meridianos por diez zonas.

La reflexología está indicada en enfermedades relacionadas con la tensión y el estrés, como la fibromialgia y el SFC.

Durante una larga temporada hice esta terapia y el resultado no tardó en manifestarse: disminución del dolor, sensación de relajación y más energía.

La reflexología podal está indicada en todas las edades. De hecho, cuando mis nietos se quedan a dormir en casa y están muy agitados, les pregunto «¿quién quiere un masaje en los pies?». Y todos responden: «¡¡Yo!!». Uno a uno les hago una sesión de reflexología podal, un poco a mi manera, y entre la curiosidad y el propio masaje, se relajan y les ayuda a conciliar el sueño. Es una gran ayuda tanto para ellos como para mí 😉

 

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