Algunas historias pueden removernos especialmente, como el caso que hoy quiero compartir. Este es un relato de superación y, años atrás, por la experiencia personal que viví muy de cerca a través de un familiar, me hubiera gustado conocer antes a esta persona y descubrir cómo la macrobiótica es capaz de sanar y restablecer la salud, incluso con este tipo de cáncer tan agresivo.

La historia de Consuelo 

Consuelo López es enfermera y actualmente es experta en macrobiótica y en el arte japonés del Jin Shin Jyutsu. Logró sanarse de cáncer de ovarios gracias a a esta alimentación y a la disciplina oriental del arte de curar, energizando cuerpo, mente y espíritu.

En la Primera Jornada de Salud Consciente que se celebró el 16 de Junio de 2012 en Tarragona, Consuelo López y Óscar Paüls fueron ponentes junto conmigo. Ella nos contó:

“Tuve cáncer de ovarios siendo enfermera en ginecología. Entendí la salud como la salud integral. Actualmente ya han pasado 11 años y me he mantenido sana, sin ningún resfriado, sin casi ni un dolor. Si tengo alguna molestia, pongo las manos (según el Jin Shin Jyutsu) y desaparece.

Conocí a una doctora Naturista que me enseñó la sanación integral (mente, cuerpo y espíritu) y empecé a trabajar mediante este procedimiento de un modo físico, emocional y espiritual.

Del cáncer aprendí a cuidarme. Entendí que el alimento es fundamental porque es energía y el alimento ha de ser natural y con vida. Ha de ser integral.

Tenemos que cuidar bien los órganos porque dependen de lo que comemos. Por ejemplo, las legumbres para nuestros riñones.

Ahora vivo en el campo, cultivo los alimentos en mi huerto. Me alimento según la macrobiótica y me pongo las manos para armonizar todas mis energías, físicas, emocionales y mentales. En esto consiste el Jin Shin Jyutsu.

La macrobiótica y el Jin Shin Jyutsu forman una unidad en el cuidado de los flujos energéticos. Qué como y qué pienso es fundamental para la salud y el bienestar.

Nuestra sociedad está enferma y nos arrastra a una vida enferma. Tenemos que cambiar de vida.

Si tengo una reunión necesitaré fuerza y la conseguiré mediante una comida más yang de lo habitual. Hemos de conocer cómo se mueve la energía dentro de nosotros.

Somos energía, inteligencia y amor. En cuanto a la energía mental, venimos a trabajar la mente para entendernos. Nos aferramos a los pensamientos, pero tenemos que liberarnos de los pensamientos obsesivos para ser felices. No hemos venido a sufrir, hemos venido a ser felices, a realizar nuestros sueños, y tenemos todas las herramientas para conseguirlo”.

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