Calabaza al horno rellena

La temporada de calabaza comienza ahora y es tiempo de prepararla y saborearla. La calabaza es un vegetal muy versátil, que combina tanto con cereales como con legumbres y podemos cocinarlo de múltiples maneras.

En cuanto a sus propiedades, la calabaza, por su alto contenido en fibra, es muy aconsejable en casos de obesidad y estreñimiento y para eliminar retención de líquidos. Muy rica en carotenos, que son antioxidantes, que se transforman en vitamina A (esencial para la visión), y también contiene vitaminas C y E, así como minerales, especialmente calcio, potasio y magnesio.

Según algunos estudios la calabaza es la verdura más indicada para la diabetes, ya que regenera las células pancreáticas dañadas y aumenta los niveles de insulina en sangre. La calabaza y la estevia son empleados en la medicina natural para sanar la diabetes.

¿Qué ingredientes necesitas para preparar la calabaza al horno rellena? (Para 2-3 personas)

  • 1 calabaza pequeña
  • 3 cebollas grandes cortadas a medias lunas finas
  • 2 zanahorias cortadas en rodajas finas
  • 2 hojas de col rizada cortada fina
  • 1 cucharada sopera de aceite de sésamo
  • Una pizca de sal marina
  • 1 taza de crema de avena
  • 1 cucharada de arroz integral o de mijo cocido por persona

¿Cómo lo preparamos?

  1. Introducir la calabaza en el horno a 100ºC. Previamente la habremos cortado por la mitad, vaciado de semillas y le habremos puesto una pizca de aceite y sal.
  2. Poner aceite en una cazuela y saltear como nituké la cebolla, la col y la zanahoria.
  3. Cuando la calabaza esté casi cocida la rellenaremos con la verduras, 1 cucharada de arroz integral o de mijo cocido por persona y la volvemos a introducir en el horno.
  4. Una vez que la calabaza esté blanda, la regamos con la crema de avena (importante que no contenga aceite de palma).
  5. La dejamos un par de minutos más en el horno y ya podemos servirla.

¡¡Qué la disfrutéis!!

 

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Arroz integral con setas shiitake y maitake

Con las temperaturas más frescas conviene hacer pequeños cambios en las preparaciones de nuestra alimentación para adaptar los menús al clima de la estación. La receta que propongo en esta ocasión contiene alimentos-medicamentos como el arroz integral y las setas shiitake y maitake. Estas setas, utilizadas en Oriente por su sabor y propiedades, son inmuno-estimulantes por su contenido en beta-glucanos y tienen una potente acción anticancerígena.

¡Vamos allá!

¿Qué ingredientes necesitamos para preparar el arroz con shiitake y maitake?

Seta Maitake
  • 1 taza de arroz integral
  • 2 cucharadas soperas de alga dulse lavada
  • 2 cebollas rojas medianas
  • 1 seta shiitake deshidratada por persona
  • 5 gr. de seta maitake deshidratada por persona
  • 1 trocito de alga kombu para la cocción del arroz integral
  • Una pizca de sal marina para la cocción del arroz integral
  • 1 cucharada sopera de tamari
  • 2 cucharadas soperas de aceite de sésamo
  • 2 cucharaditas rasas de cúrcuma en polvo hervida 10 minutos con un poquito de agua
  • 2 cucharadas soperas de gomasio

 

Seta Shiitake

¿Cómo se prepara?

  1. Poner las 2 setas en remojo 2 horas antes de la preparación. Eliminar los troncos duros de la shiitake.
  2. Guardar para la cocción el agua de remojo colada por sus propiedades antiinflamatorias.
  3. Cocemos el arroz integral en 2 tazas de agua hirviendo, con el alga kombu y una pizca de sal durante 45 minutos.
  4. Cortamos las cebollas a medias lunas muy finas.
  5. Ponemos una cazuela al fuego y cuando el aceite esté caliente echamos la cebolla y removemos hasta que esté transparente. A continuación echamos el tamari, bajamos el fuego al mínimo y tapamos. Si es necesario, para que no se pegue, añadimos un poquito de agua. Esperamos 15 minutos y añadimos las setas cortadas a láminas finas junto con el agua de remojo colada. Subimos el fuego hasta que hierva nuevamente y bajamos el fuego, dejando la cocción 20 minutos más. Si es necesario añadimos un poco más de agua.
  6. Cuando falten 5 minutos añadimos la cúrcuma cocida, el alga dulse y removemos.
  7. Transcurrido el tiempo, añadimos el arroz integral y removemos hasta que esté caliente.
  8. Servimos espolvoreando el gomasio.

¡Buen provecho!

 

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¿Por qué cura el arroz integral?

Campo de arroz

El cáncer es una gran toxemia generalizada 

El arroz integral nos depura mediante su fibra. Una parte de ella es celulosa, que no se puede digerir y se expulsa en las heces, arrastrando productos de deshecho del intestino.

 

El cáncer se acompaña de falta de energía vital

Energía física: el arroz integral es una fuente de energía muy valiosa gracias a sus hidratos de carbono. Además es una energía estable sin altibajos. Contiene vitamina B6 que también aporta energía (0,3 mg en 1 taza de arroz integral cocido).

Energía mental: contiene casi el doble de fósforo que el arroz blanco.

 

El cáncer se desarrolla cuando hay colesterol

El arroz integral, mediante sus fitoesteroles bloquea la acción del colesterol.

 

El cáncer es una enfermedad ácida (Yin)

El arroz integral está en el centro de la clasificación de los alimentos. Es el cereal más equilibrado yin-yang.

 

En el cáncer hay una deficiencia de selenio y magnesio

El arroz integral contiene selenio, mineral antioxidante y anticáncer.

El arroz integral tiene niveles altos de magnesio, mineral anticáncer (110mg en 100gr).

 

Además:

El arroz integral contiene potentes fitoquímicos:

  • Folatos que ayudan a evitar el cáncer y las cardiopatías.
  • Orizanol. El orizanol es la mezcla de diferentes formas de ácido felúrico y de los fitoquímicos terpeno. El orizanol evita la conversión de los compuestos de nitrógeno en nitrosaminas, que son causa de cáncer.
  • Polisacáridos: arabinogalactanos y arabinoxilanos que destruyen las células cancerosas.

El arroz integral, además de ser anticancerígeno, se usa para todas las enfermedades (fibromialgia, fatiga crónica, problemas cardio-vasculares, colon irritable, etc) porque fortalece el bazo-páncreas; calma el estómago; elimina las toxinas; es energético e hipoalergénico. Sus vitaminas B son beneficiosas para el sistema nervioso, es antidepresivo. Se utiliza para la diarrea, náuseas, diabetes,…

 

Preparación del arroz integral redondo:

  • Lavar el arroz con agua fría y tostarlo en una cazuela, removiendo hasta que esté dorado. Esto se hace para yanguizar el cereal.
  • Hervirlo: 1 medida de arroz por 2 o 3 medidas de agua y con un poco de sal marina sin refinar. Una vez que ha empezado a hervir, dejarlo a fuego muy bajo, mejor con un difusor, durante más de una hora. Si se usa una olla a presión, conviene poner un poco menos de agua y dejarlo hervir sólo durante 25 minutos.
  • Apagar el fuego y dejarlo en reposo de 10 a 20 minutos.
  • Servir y espolvorear con gomasio. Podemos sustituir de vez en cuando el gomasio por los siguientes productos: tamari, miso, un trocito de ciruela umeboshi o pasta de umeboshi, y tekka.

Es importante masticar el arroz integral muchas veces a fin de que se convierta en una «papilla» casi líquida para que se absorban todos sus nutrientes con mayor facilidad.

 

Si quieres saber más, te gustará Alimentación, energía vital en el Cáncer.

Calabacines al horno

El calabacín es una verdura con un contenido calórico muy bajo, rico en fibra y sobre todo es una excelente fuente de vitaminas, minerales y oligoelementos.  Para las personas con problemas digestivos el calabacín cocido es muy recomendable.

Otro ingrediente presente en la receta que hoy vamos a cocinar es la seta shiitake. Este hongo de origen japonés está considerado un alimento-medicamento por sus propiedades energizantes, potenciadores del sistema inmunitario, mejora de la circulación, la hipertensión y las taquicardias. Ayuda a disminuir los niveles de colesterol, es diurética, antioxidante, antiinflamatoria, aconsejada para la artritis y las enfermedades cardiovasculares. Tiene un potente efecto anticancerígeno.

Además de la seta shiitake, otro alimento-medicamento que emplearemos en esta receta es el mugi miso.

Ahora sí, veamos qué ingredientes necesitamos y cómo preparar estos deliciosos calabacines al horno.

Ingredientes para 4 personas:

  • 4 calabacines cortados longitudinalmente
  • 4 setas shiitake cocidas y cortadas a láminas muy finas
  • 1+1/2 cucharada sopera de mugi miso
  • 3 cucharadas soperas de tahín
  • 1 cucharada sopera de albahaca fresca o 1/2 cucharada sopera de albahaca seca
  • 1 cucharada sopera de zumo concentrado de manzana
  • 2 cucharadas soperas de zumo de jengibre recién rallado

¿Cómo se prepara?

  1. Poner los calabacines partidos por la mitad dentro de una cazuela con un poco de agua y cocerlos tapados al vapor durante 5 minutos a fuego medio.
  2. Cuando cortemos los calabacines no cortaremos los extremos, no se desperdicia ni el cuello del calabacín ni la base.
  3. Desechamos las semillas de calabacín, rascando la pulpa.
  4. Mezclamos los demás ingredientes con un poco de agua caliente hasta obtener una consistencia cremosa.
  5. Poner esta mezcla encima de la pulpa de los calabacines y como guarnición las setas, y lo introducimos en el horno a 100ºC durante 10 minutos o más. Pinchamos con un tenedor para comprobar si están cocidos.
  6. Apagamos el horno y dejamos reposar unos instantes y ya estará listo para servir.

 

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Tabulé de quinoa con frijoles negros

La receta que os animo a preparar esta semana está inspirada en una clásica receta libanesa. En la versión macrobiótica que os propongo sustituyo el bulgur (trigo troceado) por la quinoa, pseudocereal sin gluten y considerado un superalimento.

La quinoa se utiliza como base para ensaladas, sopas, cremas, potajes y salteados de verduras y legumbres. Este pseudocereal, como el amaranto y la canihua, tiene un gran valor nutricional, es muy energético y destaca por la cantidad de proteína que contiene. Favorece además el buen estado de la flora intestinal y tiene efectos anticancerígenos.

 

Ingredientes para su preparación:

  • 300 gr de quinoa (1 medida)
  • 2 medidas de agua
  • 1 medida de frijoles negros cocidos en casa
  • Menta fresca troceada
  • Perejil fresco picado
  • 1 hoja de laurel
  • Un trozo de alga kombu
  • 2 cebolletas
  • 2 zanahorias
  • Zumo de 1 limón
  • Aceite de sésamo tostado
  • Una pizca de tamari

Pasos para preparar el tabulé:

  1. Poner la quinoa en remojo durante 1 hora para que desprenda las saponinas de su corteza, ya que estas son tóxicas cuando hay exceso.
  2. Lavar la quinoa en abundante agua y colarla mediante un colador fino.
  3. Secarla en una cazuela removiéndola durante 5 minutos para que quede suelta pero sin llegar a tostarse. Añadir el doble de agua que de quinoa, tapar y cocer a fuego lento durante 15 minutos. Dejarla enfriar.
  4. A parte, lavar los frijoles y ponerlos en remojo desde la noche anterior.
  5. Añadimos los frijoles en una olla a parte con agua suficiente para que los cubra (podemos también aprovechar el agua de remojo, ya que contiene enzimas que nos ayudarán a digerir los frijoles) y cuando el agua hierva, le quitamos la espuma de la superfície y le agregamos un trocito de alga kombu, una hoja de laurel y, si se quiere, se puede añadir un diente de ajo macerado en tamari. Dejamos hervir hasta que estén tiernos. Cuando acabe la cocción los dejamos enfriar.
  6. La quinoa, ya enfriada, la condimentamos con aceite, tamari, el zumo de limón, los trocitos de menta y perejil.
  7. Añadir las cebolletas cortadas finas (su parte blanca y su parte verde) y las zanahorias cortadas en láminas. Remover.
  8. Dejar enfriar a temperatura ambiente y servirla.

 

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Resveratrol, el fitoquímico de la vida

Centinodia (Polygonium Cuspidatum)

El resveratrol es un fitoquímico con infinidad de propiedades, pero su beneficio más importante es que se trata de un potente anticancerígeno. Su actividad anticancerígena destaca en el cáncer de hígado, colon, pulmón, próstata, leucemia, mieloma múltiple, páncreas y carcinoma epidermoide oral. Este polifenol inhibe el desarrollo de las células tumorales. Además, el resveratrol ayuda a aliviar los efectos secundarios de los tratamientos médicos contra el cáncer.

Más allá de su potente acción contra el cáncer, ¿qué más propiedades tiene y por qué es interesante tomarlo?

  • Acción antioxidante
  • Favorece la síntesis de colágeno, mejorando la elasticidad de la piel y el cabello.
  • Acción antiinflamatoria
  • Potente anti-envejecimiento
  • Inhibe la formación de histamina
  • Ayuda a controlar el peso excesivo
  • Mejora la agudeza visual, ayuda en casos de retinopatía diabética y es aconsejable en casos de síndrome metabólico.
  • Es cardioprotector. Mejora la circulación y refuerza capilares, venas y arterias, por lo que reduce también las varices, evita edemas en las piernas y es antitrombótico.
  • Mejora la memoria
  • Protege al organismo de los efectos del estrés.
  • Reduce los dolores articulares y favorece la desinflamación en caso de artritis o lesiones deportivas.

El resveratrol junto a la curcumina son los 2 antiinflamatorios naturales más potentes que existen según varios estudios científicos.

¿Dónde encontramos resveratrol y cómo tomarlo?

Se considera que solamente la piel y semillas de la uva es donde podemos encontrar mayores concentraciones de resveratrol. Pero la raíz japonesa llamada Centinodia tiene 7 veces más resveratrol que la uva.

Se puede tomar a partir de extracto seco en forma de cápsulas que venden en herbolarios, tiendas biológicas, en farmacias especializadas en medicina ortomolecular,… Lo que sí es importante es fijarnos en sus ingredientes y que sea resveratrol 100% puro. Lo ideal es tomar la dosis indicada, incluso superarla en el inicio. Ante la duda, podéis contactar con el laboratorio.

Mi experiencia

He querido dedicar este post al resveratrol después de haber experimentado sus efectos beneficiosos en mí. Esta primavera me diagnosticaron una bronquitis crónica con bronquiectasias. En el hospital solo me pautaron medicación con efectos secundarios muy indeseables, por lo que comencé a buscar una alternativa natural. Me di cuenta que no había nada que pudiera ayudarme, hasta que encontré una persona que se había recuperado con el resveratrol. Tras un mes de tomarlo,  acudí a la revisión médica con la pneumóloga. Me realizó las tres pruebas protocolarias y ¡las superé con éxito! Me dieron el alta sin medicación.  Así que, visto el resultado, continuaré tomando resveratrol😉

 

 

 

Comidas preparadas, conservas, congelados y alimentos procesados

A menudo me preguntan: ¿Es igual de sano consumir legumbres en conserva que las cocidas en casa?

Ante todo, cuando hacemos la compra, es necesario que leamos los ingredientes indicados en los envases. La letra acostumbra a ser muy pequeña, por lo que a lo mejor necesitaremos ir a la compra con una lupa. Leer los ingredientes nos permitirá evitar la ingesta de sustancias nocivas e innecesarias como conservantes, colorantes, azúcares, espesantes y potenciadores del sabor, entre ellos el glutamato monosódico, que es MUY TÓXICO.

Por tanto, es importante saber alimentarse física y energéticamente. Los alimentos preparados, las conservas y los congelados desde el punto de vista físico parecen lo mismo, pero son un problema para la salud energética.

Cuando comemos una verdura fresca que se caracteriza por mantener sus moléculas de agua unidas, tiene un alto valor nutritivo, a causa de la energía que nos aporta.

Si comemos erróneamente podemos enfermar, por el hecho de que los órganos también tienen su parte energética y necesitan la vitalidad de los buenos alimentos para conservar la salud. Los astronautas no pueden vivir sanos durante mucho tiempo porque sus alimentos no contienen energía vital.

Un ejemplo lo tenemos en el arroz blanco y el arroz integral. Si los plantamos, del grano de arroz integral crecerá una planta, porque guarda su energía. Del grano de arroz blanco no crecerá nada, porque ya la ha perdido; es un alimento energéticamente muerto.

Los alimentos han de proporcionarnos vida. Si un alimento ya no es un medio vivo, sino que por su elaboración se convierte en un medio muerto (por la destrucción de su estructura biológica), entonces ya no nos alimentará. La consecuencia es el residuo que deja dentro del organismo. Nuestro cuerpo, en vez de recibir energía del alimento, ha de consumir una energía que no ha recibido para digerirlo.

La enfermedad es un desequilibrio de energía y se expresa en forma de síntomas.

En definitiva, cuando me preguntan si es igual de saludable consumir alimentos envasados -legumbres, verduras, …-, mi respuesta siempre es que no. No solo no es saludable sino que además nos resta vitalidad.

7ª historia de superación: tumor cerebral

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El testimonio de superación de Melissa Hatch es una muestra de valentía y deseo que sirva de motivación para todas aquellas personas que se encuentran en la misma situación. Ella misma nos explica su historia:

«Tenía puntos ciegos en mi visión y había perdido la vista de mi ojo derecho. Pasé del oftalmólogo al radiólogo y finalmente al neurocirujano, que ordenó una Resonancia Magnética, en la que apareció un tumor en el lóbulo izquierdo de mi cerebro. Era un astrocitoma y su única solución era la radiación, pero yo no quería ninguna guerra contra mi cerebro.

Vi la enfermedad como algo para captar mi atención, para que finalmente hiciera un balance de mi vida. Asumí la responsabilidad de mi propia curación. Para mí era muy extraño decir “no”, “voy a hacerlo a mi manera”, y esto es lo que le dije por teléfono al médico.

Dejé mi trabajo estresante y emocionalmente agotador. La curación se convirtió en mi ocupación a tiempo completo. Empecé la macrobiótica, que conocía desde hacía varios años. Asistí a una clase de cocina semanal, pero durante los tres primero meses perdí mucho peso y estaba alterada.

El yoga y la meditación me calmaron y me relajaron, y mi energía se recuperó lentamente.

Seis meses después de empezar la dieta macrobiótica me hice otra prueba y dije: “yo no veo nada”. Y al cabo de un rato mi doctor dijo: “yo tampoco, el tumor ha desaparecido”.

Ahora ya han pasado dos años y continuo con la macrobiótica, el yoga y la meditación.  Estoy eternamente agradecida.»

Melissa Hatch

 

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6ª historia de superación

Este testimonio de superación es muy sorprendente, ya que es un médico clínico quien, a través de la Macrobiótica, un cambio integral de estilo de vida y de forma de pensar, superó un cáncer de páncreas cuyo pronóstico era muy desalentador.

Esta es la historia del Dr. Hugh Faulkner:

«Tenía 74 años cuando fui diagnosticado de cáncer terminal de páncreas. Me dieron 3 meses de vida. El doctor me aconsejó una operación inmediata, pero yo sabía que con o sin operación sólo viviría unos pocos meses.

Dispuesto a morir, me estaba preparando para ir a una residencia a las afueras de Londres, cuando un terapeuta de shiatsu me animó a probar la macrobiótica. En aquellos momentos yo me alimentaba a base de carne roja, pollo, muchos huevos, verduras, pasta blanca, azúcar, chocolates, dulces y varias tazas de café.

Empecé la dieta macrobiótica con arroz integral y otros cereales, algo de miso, alga wakame, umeboshi…

Bebía agua de manantial o té kukicha. No encontré la macrobiótica muy difícil, más bien era un reto nuevo e interesante . Lo más importante fue que empecé a sentirme mucho mejor después de tan solo dos o tres semanas. Al cabo de 2 meses Michio Kushi me recomendó hacer ejercicio regularmente, respirar aire puro, agua pura y semanalmente masaje shiatsu.

Ahora ya hace 15 años, y la macrobiótica se ha ha convertido en una de mis aficiones».

Descubre otros testimonios de superación relacionados con la alimentación macrobiótica en el libro Alimentación, energía vital en el Cáncer

 

5ª historia de superación

A veces un pronóstico fatal puede transformarse en una historia con final feliz. En esta situación muchas personas se resignarían, pero no es el caso de Gladys. Ella cambió sus hábitos de alimentación porque ya no tenía nada que perder. Hoy podemos decir que ¡lo superó!

 

«A finales de 1989, después de una gran bajada de energía y de peso, fui diagnosticada de tumores uterinos en torno al área del cérvix y de las trompas de Falopio. Insistí en saber la verdad porque soy un tipo de persona que necesito controlar la situación.

No fue posible la operación quirúrgica, dado que el tumor estaba asociado a los principales órganos vitales. El cirujano me comunicó y también informó a mi marido, que solo me quedaban un par de semanas o como máximo algunos meses de vida.

Me dijeron que el tiempo de supervivencia de este cáncer es de cuatro a seis meses. Me fui a casa para morir, pero mi marido, un día, trajo a casa un boletín informativo sobre Macrobiótica. El Dr. Ofei nos habló mucho de las propiedades de esta dieta y nuestra actitud fue que sería mejor que no hacer nada.
La alimentación consistió en 2 meses de arroz integral y después arroz con algo de vegetales. Once meses después me visité con el doctor que me diagnosticó. Él y otros médicos se sorprendieron de lo bien que me encontraba.

Ahora ya han pasado muchos años desde el diagnóstico y estoy muy agradecida al Dr. Ofei y especialmente a Michio Kushi (discípulo de Georges Ohsawa). Cuando me preguntan cómo me alimento y cómo me alimentaré les digo que voy a seguir comiendo macrobiótica, me parece deliciosa y muy saludable«.

 

Alimentación, energía vital en el Cáncer