Tercera historia de superación

Algunas historias pueden removernos especialmente, como el caso que hoy quiero compartir. Este es un relato de superación y, años atrás, por la experiencia personal que viví muy de cerca a través de un familiar, me hubiera gustado conocer antes a esta persona y descubrir cómo la macrobiótica es capaz de sanar y restablecer la salud, incluso con este tipo de cáncer tan agresivo.

La historia de Consuelo 

Consuelo López es enfermera y actualmente es experta en macrobiótica y en el arte japonés del Jin Shin Jyutsu. Logró sanarse de cáncer de ovarios gracias a a esta alimentación y a la disciplina oriental del arte de curar, energizando cuerpo, mente y espíritu.

En la Primera Jornada de Salud Consciente que se celebró el 16 de Junio de 2012 en Tarragona, Consuelo López y Óscar Paüls fueron ponentes junto conmigo. Ella nos contó:

“Tuve cáncer de ovarios siendo enfermera en ginecología. Entendí la salud como la salud integral. Actualmente ya han pasado 11 años y me he mantenido sana, sin ningún resfriado, sin casi ni un dolor. Si tengo alguna molestia, pongo las manos (según el Jin Shin Jyutsu) y desaparece.

Conocí a una doctora Naturista que me enseñó la sanación integral (mente, cuerpo y espíritu) y empecé a trabajar mediante este procedimiento de un modo físico, emocional y espiritual.

Del cáncer aprendí a cuidarme. Entendí que el alimento es fundamental porque es energía y el alimento ha de ser natural y con vida. Ha de ser integral.

Tenemos que cuidar bien los órganos porque dependen de lo que comemos. Por ejemplo, las legumbres para nuestros riñones.

Ahora vivo en el campo, cultivo los alimentos en mi huerto. Me alimento según la macrobiótica y me pongo las manos para armonizar todas mis energías, físicas, emocionales y mentales. En esto consiste el Jin Shin Jyutsu.

La macrobiótica y el Jin Shin Jyutsu forman una unidad en el cuidado de los flujos energéticos. Qué como y qué pienso es fundamental para la salud y el bienestar.

Nuestra sociedad está enferma y nos arrastra a una vida enferma. Tenemos que cambiar de vida.

Si tengo una reunión necesitaré fuerza y la conseguiré mediante una comida más yang de lo habitual. Hemos de conocer cómo se mueve la energía dentro de nosotros.

Somos energía, inteligencia y amor. En cuanto a la energía mental, venimos a trabajar la mente para entendernos. Nos aferramos a los pensamientos, pero tenemos que liberarnos de los pensamientos obsesivos para ser felices. No hemos venido a sufrir, hemos venido a ser felices, a realizar nuestros sueños, y tenemos todas las herramientas para conseguirlo”.

En otoño…¡paella!

paella1

Con el descenso de las temperaturas y la llegada del otoño apetece que los platos comiencen a ser más elaborados.

La paella es un plato que puede adaptarse muy bien a la macrobiótica y, en función de los ingredientes que empleemos, puede convertirse en una comida muy completa y saludable.

Así que hoy os invito a preparar: Paella de marisco con algas.

Ingredientes para 3 personas:

  • 300 gr de arroz integral
  • 2 medidas de agua por cada medida de arroz
  • 1 cebolla roja picada fina
  • 1 puerro a rodajas finas
  • 1/2 calabacín
  • Perejil
  • Unas hebras de azafrán
  • 1/2 hoja de alga kombu
  • 1/2 hoja de alga wakame previamente remojada 2 minutos y cortada a trocitos
  • Un puñado de alga arame (previamente remojada 5 minutos)
    No aprovecharemos el agua de remojo de las algas.
  • 3 cucharadas soperas de aceite de sésamo
  • Un puñado de pescado de roca para hacer el “fumet”
  • 1 sepia de 150 gr sin tinta ni salsa, y cortada a trocitos
  • 3 gambas
  • 3 cigalas
  • 300 gr de mejillones
  • 200 gr de almejas
  • 2 cucharadas soperas de salsa tamari

Preparación:

  • Ponemos el agua a hervir en una cazuela
  • Lavamos el arroz y lo introducimos en el agua junto al alga kombu. Cuando vuelva a hervir, bajamos el fuego al
    mínimo, ponemos el difusor, lo tapamos y lo dejamos 40 minutos (5 minutos menos de su tiempo habitual).
  • Limpiamos el pescado y el marisco.
  • En la paella ponemos las 3 cucharadas soperas de aceite, esperamos a que se caliente y echamos la sepia. Cuando esté bastante blanda (clavamos un tenedor para comprobarlo) añadimos primero la cebolla 10  minutos y después el puerro, y los salteamos 10 minutos más.
  • Añadimos a la paella el calabacín cortado a cubitos pequeños y el alga arame, y los dejamos cocer 5 minutos
    más. Después añadimos el alga wakame y lo dejamos todo 2 minutos más.
  • En otra cazuela a parte, a fuego medio y con un poco de aceite, ponemos los mejillones y tapampos hasta que se abran, y añadimos las almejas y volvemos a tapar hasta que también se abran. Apagamos el fuego.  Dejamos los mejillones y las almejas con una sola concha y reservamos el jugo de su cocción.
  • Añadimos a la paella el arroz cocido y removemos a fuego medio. A continuación colocaremos las gambas y los escamarlanes, vertemos en la paella 250 c.c (1 vaso) de “fumet” hirviendo, el jugo de la cocción de las almejas y mejillones y ponemos las hebras de azafrán.
  • Transcurridos 5 minutos apagamos el fuego, rociamos la paella con tamari (2 cucharadas soperas aproximadamente. Teniendo en cuenta la sal de las algas y la del marisco podremos más o menos salsa tamari). Adornamos la paella con los mejillones, las almejas y el perejil cortado fino. Las almejas favorecen la función del hígado.
  • ¡Ya podemos servir!

¡A disfrutar!

Una segunda historia de superación

 

Insisto siempre en que el cambio de alimentación hacia la macrobiótica es fundamental desde el primer momento de un diagnóstico. Y quiero compartir con vosotros esta historia de superación, porque recuperar la salud es posible!!

Recuperación de cáncer de mama

En el invierno de 1995 sentí la necesidad de saber cómo estaban mis pechos, pero no quería pasar por las radiaciones. Un naturópata me ofreció la oportunidad de revisarlos mediante un termograma, que sirve para detectar, mediante una medición térmica, las densidades de tumores y quistes. Los detecta incluso en fases muy iniciales.

Encontró, en el seno izquierdo, un quiste que parecía maligno y dos más en el seno derecho. Un amigo mío me sugirió un médico oriental en medicina holística que había conseguido muchos éxitos en tratamientos del cáncer.

El Dr. Takamatsu me dijo que tenía que eliminar todos los productos lácteos de mi dieta. Desde que me había convertido en vegetariana, la mayor parte de mi proteína era láctea, y lo que más me gustaba eran el yogur y el queso. Le contesté que sí, porque quería curarme. A continuación me preguntó: “¿Y el azúcar?”

Al cabo de unos días descubrí el libro “La dieta de la prevención del cáncer” de Michio Kushi y un restaurante macrobiótico cercano. Después de otra consulta con Edward Esko, asesor en el Instituto Kushi, en Becket, Massachusetts, seguí estrictamente las recomendaciones macrobióticas y decidí introducirme en mi proceso de sanación holística, por tanto, con participación activa de la mente, cuerpo y espíritu.

Empecé la meditación con respiración yóguica para oxigenar y desintoxicar las células de mi cuerpo. Seguí un tratamiento de acupuntura con el Dr. Takamatsu. Cuatro meses y medio después me hice una mamografía que reveló tejido fibroquístico, pero habían desaparecido los quistes de los dos senos. Ahora me gustaría tener un dispositivo para medir el progreso de mi alma.

Marlene Barrera

Crema de calabaza

En otoño e invierno nuestro cuerpo agradece purés y cremas que sean reconfortantes y que nos aporten calor. La crema de calabaza es una receta ideal para este tiempo.

Ingredientes para 4 personas:

  • 1/2 calabaza mediana
  • 3 cebollas medianas rojas
  • 1 hoja de laurel
  • 2 cucharadas de aceite de sésamo
  • 3 vasos de agua
  • 1 tetra brik pequeño de crema de arroz
  • 2 cucharadas soperas de Shiro Miso (miso de arroz)
  • Perejil para el emplatado (opcional)
  • Semillas: 4 cucharadas soperas de semillas de calabaza previamente tostadas y saladas.
  • Especias:
      • Una pizca de comino en polvo
      • Un trocito de raíz de jengibre fresco
      • Raíz de cúrcuma en polvo (media cucharada de postre)
      • Una pizca de canela
      • Una pizca de pimienta negra

 

Preparación:

  1. Cortar las cebollas finas a medias lunas y la calabaza con un corte horizontal. Ponemos la media calabaza, sin quitar las pepitas con una pizca de aceite y de sal, en el horno a una temperatura de 100ºC.
  2. Salteamos las cebollas con el aceite de sésamo durante 10 minutos y después añadimos 3 vasos de agua y la hoja de laurel. Tapamos y cocemos a fuego lento durante 20 minutos.
  3. Una vez cocida la calabaza (tenemos que poder clavar un tenedor en su pulpa), la pelaremos, retiraremos las semillas y la cortaremos en trocitos pequeños para añadirla a la cazuela con las cebollas.
  4. Esperamos a que empiece a hervir y apagamos el fuego.
  5. Añadimos las especias y removemos. También agregamos la crema de arroz y el miso. Retiramos el laurel y trituramos hasta que quede una textura cremosa y espesa.
  6. Serviremos la crema con un poquito de perejil y las semillas de calabaza tostadas.

¡A disfrutar de esta digestiva y deliciosa receta!

Una historia de superación

Cuando conoces a personas que han superado el cáncer a través de la alimentación, sientes la necesidad de gritar a los 4 vientos que hay otra forma más humana de recuperar la salud y entiendes que la alimentación es la primera medicina.

En septiembre del 2011 asistí a un curso de cocina medicinal impartido por Christina Pirello. Ella es una americana defensora de los alimentos enteros y orgánicos, porque únicamente gracias a la macrobiótica, superó la leucemia.

Somriure

Testimonio de su curación:
A partir de los 14 años Christina empezó a suplementar su alimentación vegetariana con comida basura, y se fue engordando hasta alcanzar los 120kg. Con 26 años fue diagnosticada de una leucemia terminal y los médicos no le dieron ninguna esperanza con el tratamiento convencional. Le dijeron que viviría de 6 a 9 meses. Su madre se murió 6 meses antes de cáncer de colon.

Un compañero de trabajo le presentó al que sería su marido, Robert Pirello, experto en macrobiótica, que le enseñó a alimentarse de una forma saludable.

Al cabo de un mes la enfermedad empezó a remitir y a los 8 meses fue total. Pasó de los 120kg a pesar 60Kg. A los 14 meses del diagnóstico los médicos le encontraron anemia, pero ya no existía la leucemia. De esto hace 30 años.

Christina Pirello opina que las personas diagnosticadas de cáncer han de probar primero la macrobiótica y después valorar si es necesario hacer el tratamiento médico convencional.

Ella aconseja que:

  • Los 3 primeros meses la alimentación macrobiótica tiene que ser muy estricta para que la sangre se renueve totalmente. Vivir muy aislado, nada de diversión. Al principio odió el arroz integral, pero se dijo “eres tú o yo” y se acostumbró.
  • ”Los 6 primeros mese te curas más por lo que dejas de comer que por lo que comes, pero cuanto más arroz, mejor”. Hasta después de 5 años del diagnóstico no probó el chocolate.
  • También dijo que para una persona sana que desee mejorar es mucho más recomendable la macrobiótica que los ayunos y las limpiezas.
    En todo el proceso de curación Christina Pirello trabajó duro para superar todos los obstáculos que se presentaron. Desarrolló una amplia experiencia en macrobiótica y se dio cuenta que su vocación era ayudar a otras personas. Desde 1988 ha estado dando seminarios y conferencias en todo los Estados Unidos. Ganó un premio Emmy por su programa semanal de cocina en televisión, que se emite en más de 150 canales. Ella y su esposo Robert publican una revista bimensual llamada “Whole Foods Christina Cooks”. También juntos operan una agencia de viajes especializada en vacaciones sanas a destinos exóticos.

Christina ha escrito 5 libros de cocina e imparte clases como profesora de artes culinarias en la Universidad de Drexel en Philadelphia. Es miembro de la junta directiva del mercado agrícola y del AIVP (Asociación Internacional de Profesionales Culinarios). Tiene el Bachelor y el Master en Bellas Artes por la Universidad de Miami, y fue galardonada con un Master en Nutrición en la Universidad de Drexel, Philadelphia, en el 2003.

Este testimonio fue narrado por la misma Christina Pirello durante mi asistencia a un curso de cocina medicinal.

Si te apetece leer más historias de superación, tienes un capítulo final de testimonios en el libro Alimentación, energía vital en el cáncer.

Gerani700

Falafels de sésamo

Antes de marchar de vacaciones, me gustaría compartir una receta que gusta mucho a los niños y la pueden tomar también las personas con celiaquía. Además, su preparación es muy sencilla y rápida: Falafels de sésamo.

falafel_sésamo600

Ingredientes:

1 taza de garbanzos previamente cocidos junto con 1 cebolla cortada a medias lunas gruesas.

1 taza de gomasio en la proporción: 1 medida de sal por 18 medidas de sésamo.

2 ajos macerados con tamari (opcional).

Preparación:

∙ Triturar los garbanzos y las cebollas para formar un puré. Añadir el gomasio y los ajos picados.

∙ Hacer unas bolas, que podemos aplastar y dar forma con las manos.

∙ Rebozar cada falafel con sésamo antes de introducirlos en el horno.

∙ Se pueden hornear 15 minutos o bien en la sartén con un poco de aceite de sésamo.

Estos falafels son más gustosos  a los que habitualmente se preparan solo con garbanzos y esto se debe al sabor de las semillas de sésamo.

 

La meditación consciente

«Meditar todos los días es el mejor método para el crecimiento espiritual» 

El Aspecto Espiritual es el motor que da la fuerza para superar la enfermedad. La fortaleza espiritual hace mover todos los demás vehículos (mental, emocional, energético y físico) hacia lo que nos propongamos, en caso de enfermedad, conseguir la salud. Nuestra parte espiritual y física son la misma cosa, son los dos extremos del ser humano.

Como premisa para realizar la meditación es necesario sentir e ir desarrollando el amor, la amistad y el aprecio hacia la naturaleza, hacia todas las personas que nos rodean y a nosotros mismos. En definitiva, sentir que formamos parte del Todo. La primera enfermedad del alma es la que aparece después de un largo recorrido en el des-ánimo, la des-esperanza, la des-motivación, la pérdida de objetivos, del sentido de la vida…que nos conducen a perder las ganas de vivir en mayor o menor grado, y el cuerpo obedece y enferma. También, por la falta de amor a nosotros mismos o bajada de autoestima. Todo ello es causa de la disminución de la energía, del impulso y de que el motor de nuestra fuerza interior pierda la fuerza de voluntad. Si no hay voluntad, no hay acción.

Árbol400Para hacer este trabajo de introspección y de autoconocimiento es fundamental practicar la respiración y la relajación:

La Respiración abdominal completa, seguida por una Relajación profunda para llegar a distintos tipos de meditación, como por ejemplo la Meditación para la curación consciente mediante la Visualización Creativa.

La respiración relaja física y mentalmente. Si utilizamos la respiración consciente, disminuye nuestro dolor y la ansiedad.

Considero la respiración como una herramienta de curación. En los momentos de dolor más agudos y en los momentos de más ansiedad, si hacemos respiraciones profundas y pausadas, controlando la velocidad (respirando sin prisas) y focalizando la atención y la autoobservación, lograremos reducir muchos síntomas.

La relajación favorece todos los sistemas del cuerpo humano (el sistema endocrino, el circulatorio, el nervioso…). Hay muchas técnicas de relajación, pero las dos últimas que he practicado y que más os sugiero son: técnica de Schultz y la de escaneo corporal.

La meditación cierra las puertas externas para abrir otras internas. Es una energía que va de fuera hacia dentro. Cierra la mente y la deja en silencio, para abrir el corazón. La meditación nos ubica, nos da información, nos despierta la conciencia y nos da comprensión.

Después, cuando la mente se calma y permanece en silencio, se entra en un mundo de armonía y de paz. Entramos en un estado de alerta en reposo; la mente está atenta y el cuerpo profundamente relajado. Cuando dormimos, tardamos entre cuatro y cinco horas en entrar en esta relajación profunda.  La meditación también influye ralentizando el envejecimiento.

El mejor momento del día para su práctica es cuando nos despertamos a primera hora, porque así podemos disfrutar de su paz todo el día.

«El proceso activo de la meditación nos hace percatar que literalmente podemos crear nuestra propia realidad, por encima de las circunstancias que nos rodean» B. Wikinski

La evolución son cambios

Continuando con el tema desarrollado en el post Cerrando ciclos, quiero compartir las siguientes palabras que deseo os sean inspiradoras.

«La evolución son cambios. Uno de ellos es el crecimiento espiritual»

flowers-nature-plant-spring-large

TIPS SOBRE CRECIMIENTO ESPIRITUAL

  • Aprenderemos a amar conscientemente, con el corazón; primero amarse a uno mismo, pero no egoístamente, sino buscando la vía de la liberación y del respeto hacia nosotros, controlando nuestras energías. Todos tenemos muchos valores que están ocultos, a causa de las exigencias sociales, la educación rígida, etc.
  • Cuando quieras algo, canaliza la energía para conseguirlo.
  • Para salir de la esclavitud psicológica haremos un trabajo individual que consiste en descubrir las facultades y los valores que hay en nuestro interior.
  • Seremos conscientes de nuestros límites para no convertirnos en esclavos.
  • Asumiremos nuestra propia responsabilidad personal con voluntad y esfuerzo si queremos conseguir algo, ya que no nos regalarán nada. Hemos de cambiar para hacer un nuevo mundo dentro y fuera de nosotros mismos.
  • El pensamiento es energía, pero ¿cómo incide sobre la materia? La mente emite una energía muy potente a la que nadie da importancia. Materializamos lo que previamente hemos pensado.
  • Nosotros nos tratamos igual que nos trataron nuestros padres. Son registros que tenemos y aplicamos a lo largo de la vida que hemos de borrar para poder vivir sin sentirnos culpables.
  • Crecer siempre implica un acto de poder. No hemos venido a este mundo a vegetar; hemos venido a evolucionar como conciencias. Si no lo hacemos la mecánica de la vida nos lleva hacia la involución.
  • Vivimos en el cuerpo pero no somos el cuerpo. Somos mucho más.
  • Nuestra experiencia vivida y comprendida es nuestra propia verdad; es la sabiduría de la conciencia. Entonces podemos decir: “Yo no creo; yo sé”.
  • Con las decisiones tomadas desde la conciencia perdemos el miedo y tenemos más confianza en nosotros mismos, más autoestima y más fortaleza interior. Todo está en nuestro interior; fuera no hay nada. Es necesaria una introspección para saber que la realidad exterior es el reflejo de nuestra realidad interna.
  • Tomaremos conciencia del proceso mecánico constituido por estos pasos: pensamiento, emoción, actitud, tensión, acción y, finalmente, no identificarnos con lo que les pasa a los demás. Me separo y me autoobservo, y dirijo este proceso conscientemente.
  • Reconoceremos en nuestro interior las tres fuerzas: atención (fuera y dentro), recuerdo de sí (quién soy) y autoobservación (cómo me siento y qué hago). La conciencia las unifica y las dirige de acuerdo con sus intereses, a partir de un acto de poder.
  • Todos nos hemos de enfrentar con nuestras propias creaciones: penas y alegrías, salud y enfermedad, etc. Es la ley de recurrencia, ya que todo se repite hasta llegar a la comprensión. Hemos de llegar a la comprensión de las circunstancias que vivimos para modificar sus causas y efectos y así poder dirigir conscientemente nuestra vida.
  • Agradeceremos las dificultades y los obstáculos de la vida; cuanto más grandes sean, más nos harán crecer si los sabemos aprovechar conscientemente.
  • El agradecimiento a todo y a todos y, especialmente, a la vida, es la llave que nos abrirá las puertas de nuestro crecimiento espiritual.
  • Allí donde hay dolor, no hay amor. La ausencia de amor siempre conlleva sufrimiento. Donde hay amor no hay dolor.
  • El amor es la fuerza universal que todo la apacigua, suaviza y simplifica. Pero este ha de ser un amor consciente. El amor consciente no puede estar sometido a opiniones, conceptos o individualismos. El amor consciente es como el sol: ilumina lo perfecto e imperfecto. No hace diferencias.
  • Como estamos programados desde la infancia en la polarización del bien y del mal, el me gusta y no me gusta, no podemos extraer ni expresar la verdad que tenemos delante porque no la vemos ni la podemos reconocer. En general, tenemos el centro de gravedad en el aspecto negativo; casi siempre pensamos en negativo. Por ejemplo, la fibromialgia no se puede curar.
  • Las cosas y los actos no son ni buenos ni malos. A partir de aquello que son, nos convienen o no nos convienen. Aquí radica la verdadera y libre elección.
  • Nos conviene todo aquello que representa un desarrollo, un despertar, una mejora material, psicoemocional y espiritual para nosotros y para los demás.
  • En muchos casos puede haber mucho mal en aquello que nos parece bueno o se considera socialmente bueno. Y a la inversa; puede haber mucho bien en aquello que aparentemente parece malo. Por esto, el bien y el mal son relativos.
  • Siempre depositamos nuestras expectativas de felicidad en los otros. La felicidad no está fuera, sino en nuestro interior. La búsqueda de esta felicidad está en el autoconocimiento.
  • Si no hay revolución, no hay cambio, y la esclavitud psicológica continúa creciendo y creciendo. ¿Quién se revoluciona dentro de nosotros? La conciencia.
  • El pobre no es quien no tiene dinero; es quien no sabe. Caemos en muchos errores por la ignorancia: enfermedades, desgracias, sufrimientos, etc.
  • La causa fundamental de la enfermedad es la ignorancia. En muchos casos, es apoyada por el sistema, por los intereses creados dentro de las corporaciones (esto ocurre en alimentación, política, medicina, etc).
  • Hay una profunda división en la humanidad. Se ha desvinculado la materia del espíritu, y esto ha producido que nos introduzcamos en la oscuridad y en la ignorancia de la razón de la existencia. Materia y espíritu son uno; son los extremos de una misma cosa.
  • Descubriremos en nuestro interior los valores, reconocerlos y desarrollarlos buscando la perfección de nuestros pensamientos, emociones y actos. Las cosas no son ni buenas ni malas; son perfectas o imperfectas. Si buscamos la perfección, eliminaremos la dualidad y caminaremos hacia la unidad.
  • La perfección es la acción correcta en el momento justo y el lugar adecuado.

 

Si deseas ampliar información, consulta el libro Hablemos de Fibromialgia

Rustido de seitán de espelta con pasta

El seitán es la proteína del gluten que constituye la parte del grano del cereal más rica en vitaminas y minerales. Se la denomina “carne vegetal” por su alto contenido en proteínas (24,7%), por su olor, textura y sabor. Es reconstituyente y digestiva. No apto para celíacos. El seitán de espelta es más digestivo y saludable que el de trigo.

Seitan-collage
Ingredientes:
1 paquete de seitán de espelta
2 cebollas grandes cortadas a medias lunas
1/2 kg de zanahorias cortadas a rodajas
2 dientes de ajo (previamente macerados, mínimo 2 semanas, en salsa tamari) -opcional-
3 cucharadas soperas de piñones
1 ciruela pasa remojada por persona
3 hojas de laurel
2 cucharadas soperas de aceite de sésamo

Preparación:
∙ Poner a calentar el aceite en una cazuela amplia y echar las cebollas. En el momento que la cebolla está transparente, poner la salsa de soja, añadir los ajos picados y continuar removiendo hasta que la cebolla esté casi cocida.
∙ Añadir la zanahoria cortada fina, el laurel y el seitán a trocitos.
∙ Agregar un vaso de agua.
∙ Cocer a fuego medio-bajo durante diez minutos con la cazuela tapada.
∙ Añadir las ciruelas y cocer todo a fuego lento y tapado durante veinte minutos más.
∙ En una sartén sin aceite, dorar lo piñones a fuego bajo para decorar el plato.

Esta receta, sin las ciruelas pasas, se puede utilizar sustituyendo el seitán por sepia o calamar, desechando la tinta y las vísceras. Este rustido se puede incorporar a platos de pasta y arroces para hacer un plato completo y más sabroso.

¡Buen provecho!

Descubre y aprende más recetas macrobióticas en Recetas macrobióticas para la Salud.

Cerrando ciclos

Este vídeo nos muestra la necesidad de ir dejando, aunque nos duela, las etapas concluidas de nuestra vida para evolucionar.
Como indiqué en el libro De la fibromialgia a la Salud, si no evolucionamos, involucionamos. No existe la permanencia porque los universos están en continua evolución, y nosotros somos seres universales.

En cualquier momento del proceso «involutivo» podemos decidir cambiar hacia la evolución. Nunca es demasiado tarde, sólo el final de nuestra vida lo puede frenar durante un paréntesis.  No esperemos a enfermar para iniciar el proceso de evolución mediante los cambios.