Stevia, el dulce saludable

Si tomamos azúcar regularmente, como es habitual en nuestros tiempos, alimentamos las células cancerosas y agotamos las sanas. Los anti-alimentos que contienen azúcar como el chocolate, los helados, las bebidas industriales, etc., son desaconsejables. Las células cancerosas se reproducen con el azúcar, cualquier tipo de azúcar, incluido el de los lácteos. Así, además de evitar productos azucaradas como los procesados, también evitaremos la leche, yogures y quesos, por su contenido en lactosa.

Los hábitos alimentarios y el sedentarismo están potenciando el aumento de enfermedades como la diabetes.

¿Qué es la Stevia y cuáles son sus propiedades?

Como sustituto natural del azúcar tenemos una planta llamada Estevia o Stevia (Stevia Rebaudiana) que aporta al organismo nutrientes y energía.

La Stevia es 30 veces más dulce que el azúcar y tiene cero calorías, de manera que no puede alimentar a las células cancerosas. La Stevia fue introducida en España por Josep Pàmies (Balaguer, Lérida), empresario dedicado a la producción de vegetales con propiedades fitoterapéuticas.

En general, endulzantes naturales como la melaza de arroz, amazake, etc., hay que utilizarlos con moderación y evitarlos en caso de cáncer, ya que nuestro organismo solo necesita sal. El dulce lo fabrica nuestro mismo organismo a través de los hidratos de carbono complejos, entre otros.

Así, el mejor sustituto del azúcar es la stevia porque es alcalina C38 H60 O18, y tiene proteínas, fibra, hierro, fósforo, calcio, potasio y zinc, rutina, vitamina A y C.

La Stevia estimula el páncreas, es cardiotónica, regula la hipertensión, es diurética, ayuda a controlar la ansiedad por la comida en personas obesas. Evita las caries y el estreñimiento.
Hay que destacar el importante papel de la Stevia en la regulación de los niveles de insulina en sangre, por lo que contribuye a superar la diabetes sin provocar hipoglucemia. Regenera el páncreas, el hígado, el riñón, y, como consecuencia, mejora la hipertensión (lo ha reconocido la OMS).

Además, reduce los triglicéridos, el colesterol, la ansiedad, ayuda a adelgazar, y se recomienda en el cáncer, especialmente el de próstata.

Los fitoquímicos anticancerígenos que posee la stevia son: el esteviósido, rebaudiósido A y steviolisosteviol.

¿Dónde adquirirla?

Los herbolarios y supermercados ecológicos venden Stevia.

¿Cómo tomarla?

Se recomienda ingerir 3 o 4 hojas diariamente en ayunas en caso de diabetes, o bien 2 infusiones diarias de 4 hojas secas, mañana y noche. Lo ideal es masticar 3 o 4 hojas diarias de la planta fresca o seca. También la podemos encontrar en polvo, gotas o pastillas, pero estos formatos no se aconsejan porque están muy procesados, han perdido su energía vital, además suelen contener aditivos y un menor porcentaje de la planta. Lo ideal es adquirir las hojas, tanto tiernas como secas, y en algunos casos las hojas molidas, como uso culinario.

La Stevia, originaria del Paraguay, es una planta de uso milenario. Es 30 veces más dulce que el azúcar, 300 veces más dulce que la sacarosa, sin ninguna caloría, sin contraindicaciones, pero con abundantes principios activos saludables. 

La podemos plantar en el balcón, en el jardín o en el huerto.

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Brócoli al horno con bechamel vegana

El brócoli, según muchos estudios contrastados, es el vegetal más anticancerígeno. Tiene una gran capacidad antioxidante y estimula las enzimas del hígado, neutralizando el potencial canceroso de las toxinas. Como curiosidad, el Instituto de Investigación Alimentaria de Gran Bretaña, reveló que el brócoli contiene compuestos anticancerígenos que estimulan a las células cancerosas a «suicidarse», debido a su potente efecto depurador de los tejidos de la sangre.

Las verduras crucíferas, y el brócoli es una de ellas, se recomienda cocinarlas al vapor con una cocción breve para maximizar sus fitoquímicos (nutrientes con una acción importante sobre el sistema inmunitario, endocrino y para prevenir y curar el cáncer).

El consumo regular de brócoli reduce en gran medida la toxicidad general del organismo y se elimina la posibilidad de que el organismo cree células cancerosas.

Como hemos visto, el brócoli es un vegetal a tener muy en cuenta en nuestra dieta habitual y os propongo una forma deliciosa de prepararlo‍👩‍🍳

Ingredientes:

  • 1 brócoli
  • Una pizca de sal marina
  • Aceite de sésamo
  • 2 o 3 cucharadas de gomasio

Ingredientes par la salsa bechamel:

  • 2 vasos de leche de avena
  • 1 cucharada sopera de miso blanco
  • 1 cucharada de Tahín
  • 2 cucharadas de kuzu

Preparación del brócoli:

  1. Antes de comenzar a cocer el brócoli conviene pelar un poco el tronco.
  2. Coceremos el brócoli entero con el tallo hacia abajo en una cazuela con 2 dedos de agua y una pizca de sal. El tallo hervirá pero el resto del brócoli se cocinará al vapor con la cazuela tapada.
  3. Una vez cocido «al dente» retiramos el brócoli de la cazuela y cortamos el tronco a rodajas y el resto lo cortaremos a florecillas con sus tallos.
  4. Introducimos el tronco y las flores ya cortados en una bandeja para el horno.
  5. Añadimos la bechamel y espolvoreamos por encima gomasio.
  6. Introducimos la bandeja en el horno para gratinar hasta que se dore. Y ¡ya estará listo!

¿Cómo preparamos la bechamel?

  1. En medio vaso de leche de avena diluimos el Kuzu. El resto de bebida la ponemos a hervir y, justo en el punto de hervor agregamos el kuzu diluido. Removemos un rato a fuego muy bajo hasta que veamos que vuelve a hervir y adquiere espesor.
  2. Añadimos el miso blanco o shiro miso y la cucharada de tahín. Removemos o trituramos en la batidora.

¡¡Buen provecho!!

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Espaguetis de espelta integral al pesto

Este plato es una preparación ideal para toda la familia, tanto para los mayores como para los niños. Además de sabroso es fácil y rápido de cocinar.

La salsa pesto que empleamos en esta receta no lleva ningún producto lácteo, así que es un pesto macrobiótico y vegano, apto para intolerantes a la lactosa y alérgicos a la proteína de leche.

En cuanto a la albahaca destacamos su múltiples beneficios. Es antiinflamatoria, carminativa, digestiva y diurética. Ayuda a combatir la migraña, la fatiga, el insomnio y los síntomas depresivos.  Asimismo tiene propiedades analgésicas, antisépticas y cicatrizantes.

Ingredientes para 3-4 personas:

  • 300 gr de espaguetis de espelta integral o semi-integral
  • Una pizca de sal marina

Ingredientes para la salsa pesto:

  • Albahaca fresca
  • Un poco de perejil
  • 4 cucharadas soperas de aceite de sésamo
  • 1/2 cucharada sopera de pasta de umeboshi
  • 1 cucharada sopera de miso blanco
  • 4 cucharadas soperas de polvo de almendras o de piñones tostados y triturados. Un poco de agua según la consistencia deseada.
  • Guarnición: 2 cucharadas soperas de cebollino fresco picado.

¿Cómo preparar este plato?

  1. Cocer los espaguetis unos 7 minutos con abundante agua hirviendo y una pizca de sal marina. Lavar con agua fría y escurrir.
  2. Lavar el perejil y la albahaca, eliminando los tronquitos.
  3. Mezclar y triturar todos los ingredientes de la salsa hasta conseguir una crema añadiendo un poquito de agua.
  4. Calentar los espaguetis con un poco de agua de cocción. Mezclarlos con la salsa pesto y servirlos esparciendo el cebollino picado.

 

¡Buen provecho!

 

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Calabacines al horno

El calabacín es una verdura con un contenido calórico muy bajo, rico en fibra y sobre todo es una excelente fuente de vitaminas, minerales y oligoelementos.  Para las personas con problemas digestivos el calabacín cocido es muy recomendable.

Otro ingrediente presente en la receta que hoy vamos a cocinar es la seta shiitake. Este hongo de origen japonés está considerado un alimento-medicamento por sus propiedades energizantes, potenciadores del sistema inmunitario, mejora de la circulación, la hipertensión y las taquicardias. Ayuda a disminuir los niveles de colesterol, es diurética, antioxidante, antiinflamatoria, aconsejada para la artritis y las enfermedades cardiovasculares. Tiene un potente efecto anticancerígeno.

Además de la seta shiitake, otro alimento-medicamento que emplearemos en esta receta es el mugi miso.

Ahora sí, veamos qué ingredientes necesitamos y cómo preparar estos deliciosos calabacines al horno.

Ingredientes para 4 personas:

  • 4 calabacines cortados longitudinalmente
  • 4 setas shiitake cocidas y cortadas a láminas muy finas
  • 1+1/2 cucharada sopera de mugi miso
  • 3 cucharadas soperas de tahín
  • 1 cucharada sopera de albahaca fresca o 1/2 cucharada sopera de albahaca seca
  • 1 cucharada sopera de zumo concentrado de manzana
  • 2 cucharadas soperas de zumo de jengibre recién rallado

¿Cómo se prepara?

  1. Poner los calabacines partidos por la mitad dentro de una cazuela con un poco de agua y cocerlos tapados al vapor durante 5 minutos a fuego medio.
  2. Cuando cortemos los calabacines no cortaremos los extremos, no se desperdicia ni el cuello del calabacín ni la base.
  3. Desechamos las semillas de calabacín, rascando la pulpa.
  4. Mezclamos los demás ingredientes con un poco de agua caliente hasta obtener una consistencia cremosa.
  5. Poner esta mezcla encima de la pulpa de los calabacines y como guarnición las setas, y lo introducimos en el horno a 100ºC durante 10 minutos o más. Pinchamos con un tenedor para comprobar si están cocidos.
  6. Apagamos el horno y dejamos reposar unos instantes y ya estará listo para servir.

 

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Sopa fría de zanahorias

La zanahoria es una verdura que, pelada y hervida como alimento diario, es ideal para la celiaquía, y es anticancerígena por su contenido en fitoquímicos. Además es muy adecuada frente a los trastornos digestivos por sus propiedades astringentes. Debido a que es una importante fuente de calcio y ácido fólico se recomienda en embarazadas. Y gracias al elevado contenido en antioxidantes favorece la salud cardiovascular, la visión y la piel. Asimismo, la zanahoria cruda tiene un bajo índice glucémico por lo que es muy adecuada para las personas que padecen diabetes.

La receta que propongo esta semana es una sopa de zanahoria que habitualmente se consume caliente, pero ahora con el calor se puede tomar a temperatura ambiente o bien dejarla unos minutos en la nevera para enfriarla.

¿Qué ingredientes necesitas?

  • 800gr de zanahorias cortadas finas
  • 2 cebollas grandes cortadas a dados pequeños
  • 3/4 de litro de agua o caldo vegetal
  • 2 cucharadas soperas de kuzu
  • Una pizca de sal
  • 1 cucharada sopera de melaza de arroz
  • 1/2 tetrabrik de crema de arroz
  • 2 cucharadas soperas de hierbas recién picadas de eneldo, perejil o cebollino

¿Cómo preparar la sopa de zanahoria?

  1. Poner a hervir el agua y echar la zanahoria y la cebolla. Dejar a fuego lento durante 20 minutos.
  2. Disolver las 2 cucharadas de kuzu con un poquito de agua fría y añadir a la sopa cuando falten 3 minutos. Remover.
  3. Pasar por el pasapurés todo el contenido y añadir la sal, la crema de arroz y la melaza de arroz.
  4. Servir espolvoreando las hierbas recién picadas.

¡Buen provecho!

 

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Tabulé de quinoa con frijoles negros

La receta que os animo a preparar esta semana está inspirada en una clásica receta libanesa. En la versión macrobiótica que os propongo sustituyo el bulgur (trigo troceado) por la quinoa, pseudocereal sin gluten y considerado un superalimento.

La quinoa se utiliza como base para ensaladas, sopas, cremas, potajes y salteados de verduras y legumbres. Este pseudocereal, como el amaranto y la canihua, tiene un gran valor nutricional, es muy energético y destaca por la cantidad de proteína que contiene. Favorece además el buen estado de la flora intestinal y tiene efectos anticancerígenos.

 

Ingredientes para su preparación:

  • 300 gr de quinoa (1 medida)
  • 2 medidas de agua
  • 1 medida de frijoles negros cocidos en casa
  • Menta fresca troceada
  • Perejil fresco picado
  • 1 hoja de laurel
  • Un trozo de alga kombu
  • 2 cebolletas
  • 2 zanahorias
  • Zumo de 1 limón
  • Aceite de sésamo tostado
  • Una pizca de tamari

Pasos para preparar el tabulé:

  1. Poner la quinoa en remojo durante 1 hora para que desprenda las saponinas de su corteza, ya que estas son tóxicas cuando hay exceso.
  2. Lavar la quinoa en abundante agua y colarla mediante un colador fino.
  3. Secarla en una cazuela removiéndola durante 5 minutos para que quede suelta pero sin llegar a tostarse. Añadir el doble de agua que de quinoa, tapar y cocer a fuego lento durante 15 minutos. Dejarla enfriar.
  4. A parte, lavar los frijoles y ponerlos en remojo desde la noche anterior.
  5. Añadimos los frijoles en una olla a parte con agua suficiente para que los cubra (podemos también aprovechar el agua de remojo, ya que contiene enzimas que nos ayudarán a digerir los frijoles) y cuando el agua hierva, le quitamos la espuma de la superfície y le agregamos un trocito de alga kombu, una hoja de laurel y, si se quiere, se puede añadir un diente de ajo macerado en tamari. Dejamos hervir hasta que estén tiernos. Cuando acabe la cocción los dejamos enfriar.
  6. La quinoa, ya enfriada, la condimentamos con aceite, tamari, el zumo de limón, los trocitos de menta y perejil.
  7. Añadir las cebolletas cortadas finas (su parte blanca y su parte verde) y las zanahorias cortadas en láminas. Remover.
  8. Dejar enfriar a temperatura ambiente y servirla.

 

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Cocinamos rollitos de col rellenos

El trigo sarraceno es un pseudocereal poco conocido pero que, junto con el mijo, son los más yang y alcalinos. Para introducir en nuestra alimentación este cereal es mejor hacerlo a través de la pasta de «soba» o bien con los «chapati», elaborados con harina de trigo sarraceno, también llamado alforfón. Si queremos yanguizar estos cereales libres de gluten es importante que los tostemos ligeramente.

La receta que os invito a probar a continuación es un plato muy completo y equilibrado nutricionalmente que incorpora el trigo sarraceno y la col, esta última es una de las verduras con mayor contenido en proteínas. Deseo que os resulte ¡delicioso!

Ingredientes:

  • 1 vaso de arroz integral tostado
  • 1 vaso de trigo sarraceno tostado
  • 1 pizca de sal
  • Una pizca de canela en polvo
  • Una pizca de nuez moscada en polvo
  • Un chorrito de aceite de sésamo
  • 2 cebollas grandes
  • 1 trozo de seitán de espelta
  • 1 col (usaremos sólo las hojas grandes, sin el tallo)
  • 1 paquete de setas calabaza (Boletus) secas
  • 4 vasos de agua

Preparación:

  1. Cocemos los dos cereales tostados añadiendo la canela y la nuez moscada en el agua hirviendo y en cazuelas separadas. Su cocción será de menos tiempo de lo habitual, en el caso del arroz integral, durante 35 minutos y lo dejaremos reposar 10 minutos; el trigo sarraceno lo coceremos durante 15 minutos y luego lo dejaremos reposar también durante 10 minutos.
  2. Hervimos el seitán durante 20 minutos y lo rallamos.
  3. Cortamos las cebollas a medias lunas, bien finas y las salteamos con un poco de aceite. Añadimos la sal cuando estén transparentes.
  4. Limpiamos y cortamos las setas y las cocemos con un poquito de agua y una pizca de sal durante unos pocos minutos hasta que estén blandas.
  5. Cuando las cebollas estén cocidas le añadimos las setas con los cereales.
  6. Cortamos y desechamos el trozo más duro del tallo de las coles.
  7. Escaldamos las hojas de col de tres en tres, en agua hirviendo, durante 3 minutos.
  8. Rellenamos las hojas de col con las mezcla de cereales, cebolla, setas y seitán a modo de rollitos.
  9. Ponemos los rollitos en una bandeja al horno a 100ºC durante media hora aproximadamente.
  10. Como guarnición pondremos encima de los rollitos semillas tostadas y saladas de sésamo, girasol o calabaza.

 

Si quieres aprender más recetas similares, te gustará Recetas macrobióticas para la Salud.

Comidas preparadas, conservas, congelados y alimentos procesados

A menudo me preguntan: ¿Es igual de sano consumir legumbres en conserva que las cocidas en casa?

Ante todo, cuando hacemos la compra, es necesario que leamos los ingredientes indicados en los envases. La letra acostumbra a ser muy pequeña, por lo que a lo mejor necesitaremos ir a la compra con una lupa. Leer los ingredientes nos permitirá evitar la ingesta de sustancias nocivas e innecesarias como conservantes, colorantes, azúcares, espesantes y potenciadores del sabor, entre ellos el glutamato monosódico, que es MUY TÓXICO.

Por tanto, es importante saber alimentarse física y energéticamente. Los alimentos preparados, las conservas y los congelados desde el punto de vista físico parecen lo mismo, pero son un problema para la salud energética.

Cuando comemos una verdura fresca que se caracteriza por mantener sus moléculas de agua unidas, tiene un alto valor nutritivo, a causa de la energía que nos aporta.

Si comemos erróneamente podemos enfermar, por el hecho de que los órganos también tienen su parte energética y necesitan la vitalidad de los buenos alimentos para conservar la salud. Los astronautas no pueden vivir sanos durante mucho tiempo porque sus alimentos no contienen energía vital.

Un ejemplo lo tenemos en el arroz blanco y el arroz integral. Si los plantamos, del grano de arroz integral crecerá una planta, porque guarda su energía. Del grano de arroz blanco no crecerá nada, porque ya la ha perdido; es un alimento energéticamente muerto.

Los alimentos han de proporcionarnos vida. Si un alimento ya no es un medio vivo, sino que por su elaboración se convierte en un medio muerto (por la destrucción de su estructura biológica), entonces ya no nos alimentará. La consecuencia es el residuo que deja dentro del organismo. Nuestro cuerpo, en vez de recibir energía del alimento, ha de consumir una energía que no ha recibido para digerirlo.

La enfermedad es un desequilibrio de energía y se expresa en forma de síntomas.

En definitiva, cuando me preguntan si es igual de saludable consumir alimentos envasados -legumbres, verduras, …-, mi respuesta siempre es que no. No solo no es saludable sino que además nos resta vitalidad.

Aprende a cocinar hamburguesas de lentejas con mijo

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En general muchos niños suelen tener dificultades para comer legumbres. Pero con la siguiente receta les gustará más.

El mijo es el cereal más yang. Es generador de alcalinidad y es uno de los cereales más energéticos, por lo que es idóneo para estos meses de invierno. Se aconseja en la anemia ferropénica, cuando se presentan calambres musculares y como cereal muy adecuado durante el embarazo y la lactancia. El mijo contribuye a regenerar el sistema nervioso y también es el cereal indicado para la diabetes.

¿Cómo introducir el mijo en tu dieta? Os propongo estas hamburguesas, que también se pueden cocinar sustituyendo el mijo por arroz integral. ¡Buen provecho!

¿Qué ingredientes necesitas?:

  • 250 gr. de lentejas du puy cocidas previamente
  • 250 gr. de mijo cocido
  • 1 zanahoria
  • 2 cebollas
  • Un puñado de perejil picado
  • Un trocito de jengibre triturado
  • 2 cucharadas de sésamo tostado o 2 cucharadas de tahín
  • 1/2 cucharada sopera de miso de cebada
  • Un poco de tamari
  • 1 cucharada sopera de pasta de umeboshi
  • 100 gr. de alga hiziki cocida cortada a trocitos pequeños
  • 3 cucharadas de aceite de sésamo

Preparación de las hamburguesas:

  1. Cortar la zanahoria y la cebolla a daditos.
  2. Con el aceite de sésamo saltear primero la cebolla y cuando esté transparente, salar y añadir la zanahoria.
  3. Una vez finalizado el salteado de las 2 verduras lo mezclamos con el miso, la pasta de umeboshi, el sésamo, el jengibre, el alga hiziki, el mijo y las lentejas trituradas. Todo bien removido. Rectificar con tamari.
  4. Para dar forma a las hamburgesas podemos ayudarnos de un aro de acero inoxidable o bien con las manos podemos hacer unas bolas que después aplastaremos. Dejaremos enfriar las hamburguesas en la nevera para que no se rompan al dorarlas.
  5. Calentar un poco de aceite de sésamo y dorar las hamburguesas por las dos caras.
  6. Servirlas con el perejil por encima.
  7. Se acompañarán con algún nituké de verduras como por ejemplo el de cebolletas.

 

Si te ha gustado la receta y quieres aprender más preparaciones similares, tienes una extensa selección en Recetas Macrobióticas para la Salud.

6ª historia de superación

Este testimonio de superación es muy sorprendente, ya que es un médico clínico quien, a través de la Macrobiótica, un cambio integral de estilo de vida y de forma de pensar, superó un cáncer de páncreas cuyo pronóstico era muy desalentador.

Esta es la historia del Dr. Hugh Faulkner:

«Tenía 74 años cuando fui diagnosticado de cáncer terminal de páncreas. Me dieron 3 meses de vida. El doctor me aconsejó una operación inmediata, pero yo sabía que con o sin operación sólo viviría unos pocos meses.

Dispuesto a morir, me estaba preparando para ir a una residencia a las afueras de Londres, cuando un terapeuta de shiatsu me animó a probar la macrobiótica. En aquellos momentos yo me alimentaba a base de carne roja, pollo, muchos huevos, verduras, pasta blanca, azúcar, chocolates, dulces y varias tazas de café.

Empecé la dieta macrobiótica con arroz integral y otros cereales, algo de miso, alga wakame, umeboshi…

Bebía agua de manantial o té kukicha. No encontré la macrobiótica muy difícil, más bien era un reto nuevo e interesante . Lo más importante fue que empecé a sentirme mucho mejor después de tan solo dos o tres semanas. Al cabo de 2 meses Michio Kushi me recomendó hacer ejercicio regularmente, respirar aire puro, agua pura y semanalmente masaje shiatsu.

Ahora ya hace 15 años, y la macrobiótica se ha ha convertido en una de mis aficiones».

Descubre otros testimonios de superación relacionados con la alimentación macrobiótica en el libro Alimentación, energía vital en el Cáncer