Recetas macrobióticas: Hummus

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Uno de los cambios fundamentales que me ayudaron a recuperar la salud fue la alimentación, concretamente el cambio a la macrobiótica, que quedó reflejado anteriormente en mis libros sobre fibromialgia, en especial en «De la fibromialgia a la Salud«. Hace algún tiempo ya compartí la síntesis de la dieta macrobiótica básica, que podéis releer desde aquí. Sin embargo hoy, con motivo de la reciente publicación de mi último libro, Recetas macrobióticas para la Salud, he querido empezar la semana con una receta sencilla, sabrosa y sobre todo macrobiótica: paté de garbanzos o hummus.

Los garbanzos son muy recomendables en la fibromialgia y el reuma, ya que son reforzantes del hígado. Favorecen la eliminación del colesterol y son ricos en triptófano, que nos ayudará a mejorar nuestro estado anímico. Además, si tostamos los garbanzos antes de su cocción (los yanguizamos), haremos que sean mucho más digestivos.

HUMMUS (paté de garbanzos)

Ingredientes que necesitaremos:

  • 1 + 1/2 taza de garbanzos crudos
  • 1 cebolla
  • 1 hoja de alga kombu
  • 1 hoja de laurel
  • 1 cucharada de salsa de soja tamari
  • 2 cucharadas soperas de TAHIN (puré de sésamo)
  • 2 cucharadas soperas de aceite de sésamo
  • 1 diente de ajo previamente macerado en tamari durante 1 mes (opcional)
  • 1 cucharada de pasta de umeboshi o 2 ciruelas umeboshi

A la mayoría de personas el sabor de la ciruela umeboshi les puede parecer, al principio, un poco peculiar, pero en esta receta su sabor se transforma y hace que, un hummus normal, se convierta en delicioso. Además de aportar sabor, la umeboshi tiene múltiples propiedades para la salud: alcaliniza la sangre, tiene efectos antibioticos y antisépticos, previene la fatiga y retrasa el envejecimiento. Ayuda a resolver los problemas de salud, tanto de tipo yin como los yang. Se recomienda utilizarla en caso de falta de apetito, diarrea, estreñimiento, intoxicación, náuseas, resfriados y gripes.

Preparación del hummus:

  • Lavaremos los garbanzos y los dejaremos en remojo la noche anterior.
  • Usaremos el agua de remojo en la cocción de los garbanzos porque contiene enzimas necesarias para su digestión.
  • Tostaremos los garbanzos hasta que cambien su color.
  • Primero se hierven los garbanzos solos para poderlos espumar cuando empiecen a hervir. Después se añade el alga kombu, la cebolla troceada y la hoja de laurel, pero no ponemos sal. Cuando ya están bien cocidos se les añade una cucharada de tamari, 2 cucharadas de tahín, 2 cucharadas de aceite de sésamo, las 2 ciruelas umeboshi y 1 diente de ajo (opcional).
  • Sacamos el alga kombu para utilizarla en otra cocción y la hoja de laurel, y trituramos todos los ingredientes. Si es necesario añadimos un poco de agua hasta conseguir la consistencia deseada.
  • Se puede adornar el hummus con piñones, previamente lavados y tostados a fuego lento en una sartén de acero inoxidable o cazuela del mismo material. También, como guarnición, podemos sustituir los piñones por alguna planta aromática como la menta, el perejil o la albahaca. Además, esta receta también se puede preparar sustituyendo los garbanzos por lentejas o azukis.

¡Buen provecho!

 

Continuando con la desintoxicación

Cada persona sigue un ritmo distinto de desintoxicación de su organismo según su peso, condición de salud,… Por tanto, no hay tiempos concretos para este proceso. Cuando percibamos que se producen mejoras en nuestra salud, es el momento de pasar al régimen siguiente, que sería el número 6 de G. Ohsawa.

G. Ohsawa nos propone 10 formas de comer y beber que permiten lograr una buena salud consiguiendo el equilibrio yin-yang. Estas 10 formas son las siguientes:

En este cuadro la pauta para elegir cuál es el régimen que más nos conviene será según nuestro discernimiento e intuición. Son verdaderos caminos hacia la felicidad.

Régimen nº6 de G.Ohsawa

En el ayuno intermitente , para los días de no ayuno, según el esquema de Georges Ohsawa seguiremos con el régimen número 6, que consiste en 90% cereales y 10% de verduras y legumbres.

En cuanto a los cereales, para no comer siempre arroz integral, lo podemos sustituir por otros 2 cereales: mijo y trigo sarraceno (ver el libro Recetas Macrobióticas para Salud).

En relación al 10% de verduras y legumbres, empezaremos por las verduras de yang a yin. Así, tenemos en la lista el siguiente orden: zanahoria, calabaza potimarron, cebolla, nabo, rábano, rabanito, col rizada, col verde y brócoli. En las legumbres el orden es: lentejas, garbanzos y judías azukis.

Para este régimen nº6, te propongo una receta de arroz integral (90% arroz integral, descrito en el post anterior) y 10% de lentejas con verduras.

Lentejas y sus propiedades

Después de la soja, las lentejas son las legumbres que contienen más cantidad de proteína. Se recomiendan para la diabetes, porque una vez cocidas sólo contienen un 20% de hidratos de carbono.

Arroz integral con lentejas estofadas y verduras (receta para 4 personas)

Ingredientes:

  • 1 taza de lentejas
  • 1/4 tira de alga kombu
  • 1/2 cebolla mediana cortada a dados
  • 1 zanahoria pequeña cortada a trozos gruesos
  • 1 hoja de laurel y tomillo
  • Un pellizco de comino y de orégano triturados para el final de la cocción
  • 1 cucharada sopera de tamari (es un condimento líquido fermentado que deriva del proceso de elaboración del miso. No contiene trigo ni por tanto gluten. Es más yang que la salsa shoyu y su sabor más intenso . Es antioxidante, ayuda a digerir y nos aporta energía).

Preparación:

  1. Poner en la cazuela las lentejas lavadas, el alga kombu, la zanahoria, la cebolla, el tomillo y la hoja de laurel. Añadir agua fría  hasta que cubra el volumen de los ingredientes.
  2. Llevar a ebullición, tapar y cocer a fuego lento durante 40 minutos o hasta que estén blandas.
  3. Añadir un pellizco de comino y de orégano 5 minutos antes de apagar el fuego para hacerlas más digestivas.
  4. Durante estos últimos 5 minutos, destaparemos y subiremos un poco el fuego para ganar en espesor.
  5. Una vez apagado el fuego, añadiremos 1 cucharada sopera de tamari.

Para G. Ohsawa, padre de la macrobiótica, hay diferentes niveles de conciencia en el comer:

Los 7 niveles de conciencia en el comer

  1. Comer mecánicamente de acuerdo al apetito sin usar la conciencia.
  2. Comer de acuerdo al deseo de los sentidos, buscando el gusto, color, sabor.
  3. Comer para la satisfacción emocional, con música, velas, teniendo en cuenta la estética como la forma de los  platos, los vasos,…
  4. Comer desde el intelecto, considerando las teorías de la nutrición como calorías, vitaminas, enzimas,  proteínas,  carbohidratos…pero sin visión de la naturaleza biológica ni del medio ambiente.
  5. Comer según una conciencia social de control de producción y distribución.
  6. Comer de acuerdo a unas creencias ideológicas basadas en tradiciones religiosas que imbuyen disciplinas  dietéticas.
  7. Comer de acuerdo a una conciencia libre con un intuitivo juicio para seleccionar, relacionado al medio  ambiente. Esta es la forma de comer para poder realizar nuestros sueños. Para esta forma de comer se necesita  la comprensión del Orden del Universo, que nos enseña la Macrobiótica.

 

 

Recetas de Salsas

Las salsas son, sin duda, la alegría de los platos. A continuación, te propongo 2 salsas que han triunfado en mi familia, tanto entre los mayores como en mis 5 nietos. Estas salsas pueden acompañar platos de pasta integral, cereales, verduras y pescados. Así que son una opción muy versátil para alegrar todas las preparaciones macrobióticas.

Salsa de Umeboshi

Ingredientes:

  • 1 umeboshi por persona
  • 1 cucharada sopera de tahin por persona
  • 1 cucharada sopera de miso blanco por persona
  • 1 cucharada sopera de aceite de sésamo por persona
  • Agua (La cantidad de agua depende de lo espesa que se desee)

Preparación:

  1. Sacar el hueso de las umeboshi.
  2. Poner todos los ingredientes en una batidora, añadir el agua y triturar.

 

Salsa al Pesto

Ingredientes:

  • 5 cucharadas soperas de albahaca fresca
  • 1 diente de ajo previamente macerado (mínimo 2 semanas) en salsa tamari (opcional)
  • 4 cucharadas soperas de aceite de sésamo
  • 2 ciruelas umeboshi o bien 1 cucharada sopera de pasta de umeboshi
  • 1 cucharada sopera de miso blanco
  • 4 cucharadas soperas de piñones tostados

Preparación:

  1. Se trituran los ingredientes con un poco de agua hasta obtener una consistencia cremosa.

Como sugerencia, puedes preparar Espaguetis de espelta con la salsa pesto. Puedes ver la receta completa desde aquí.

Si quieres aprender más recetas de salsas, encontrarás muchas otras en el libro Recetas Macrobióticas para la Salud, que puedes descargar gratuitamente en formato digital.

Alimentación: Alimentos que nos sanan

En los posts anteriores vimos qué alimentos no nos convienen y como reducir e introducir la nueva alimentación.

Hoy descubriréis una síntesis de los alimentos que nos curan.

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  • Consumir alimentos ecológicos. La alimentación ecológica aporta beneficios para la salud, también para el medio ambiente y permite contribuir a la diversidad biológica y a prevenir el cambio climático.

Se recomienda el consumo de:

  • Cereales integrales, fuente de energía
  • Harinas integrales: harina integral de arroz, trigo sarraceno, mijo y espelta.
  • Incrementar el consumo de verduras como la zanahoria, la calabaza (betacarotenos), crucíferas (brócoli, coles de bruselas, col rizada, col roja,…); ajo (macerado con tamari); cebollas y puerros. Todas las nombradas, por su contenido en fitoquímicos.
  • Legumbres como las azuquis lentejas, garbanzos y alubias, por sus proteínas de buena calidad.
  • Pescado blanco y azul, pequeños porque estimulan la inmunidad
  • Algas de mar como la wakame, arame, kombu, dulse y nori, por su aporte en minerales. Y las de agua dulce como la chlorella y la espirulina. Todas ellas como potenciadoras del sistema inmune.
  • Semillas de sésamo, calabaza, girasol, lino y chía (estimulan la inmunidad), porque contienen grasas de buena calidad.
  • Aceite de sésamo y puntualmente de oliva de primera prensión en frío.
  • Miso, salsa tamari y ciruela umeboshi, por su aporte en fermentos.
  • Manzanas y peras cocidas.
  • Frutos del bosque como arándanos, moras, frambuesas, etc de la temporada, en pequeñas cantidades, o bien liofilizados, porque no pierden sus fitoquímicos.
  • Sal marina completa. Actualmente es mejor emplear la del Himalaya y si no la Atlántica. La sal marina se incorpora a través del gomasio o diluida en los alimentos.
  • Condimentos como la cúrcuma (anti-cancerígena) junto a la pimienta negra. Disolver 1 cucharadita de café de cúrcuma en media cucharada sopera de aceite de sésamo u oliva y una pizca de pimienta negra para condimentar verduras al vapor o para añadir a los cereales integrales en el momento de apagar el fuego.
  • El jengibre, rallado en el té, o con cereales, o con verduras o en la sopa de miso… El jengibre también es anticancerígeno.
  • El kuzu es el almidón de la raíz de la Pueraria y se ha usado en la Medicina Tradicional China desde hace 2500 años como remedio para distintas dolencias. Para tomarlo, diluir una cucharadita de postre de kuzu en un poco de agua fría. Poner a hervir 1 vaso de agua y cuando arranque el hervor, se echa el kuzu diluido y con una cuchara de madera se remueve rápidamente durante dos minutos y ya lo tenemos listo, podemos apagar el fuego. Se habrá vuelto transparente y espeso. Si preferimos tomarlo en el té o en cualquier sopa, lo añadimos previamente diluido, en  los últimos minutos de la cocción.
  • Plantas como el romero, tomillo, albahaca, orégano, perejil, para condimentar cereales, legumbres, pescado…
  • Setas como shiitake (donko), reishi, maitake y coriolus versicolor por ser estimulantes del sistema inmunitario. Para sopas, con verduras, legumbres…
  • Para endulzar, puede emplearse la stevia en hojas tanto frescas como secas (ni líquida ni en polvo).
  • Beber: té sencha, bancha o té kukicha, agua destilada, alcalinizada e hidrogenada. Todas estas bebidas alcalinizan.

Para ampliar la información, y consultar fuentes y detalles, ver el libro «De la fibromialgia a la Salud» y «Actuar en el Cáncer desde una visión global«.

 

 

Alimentación I: Alimentos que nos enferman

Los alimentos que nos enferman son:

Acidificantes

Oxidantes

Inflamatorios

Tóxicos

Antifisiológicos

La alimentación moderna es la primera causa que nos conduce a diversos trastornos: disminución de las defensas, ensuciamiento y falta de eliminación o estancamiento.
Los alimentos que a continuación se describen han sido estudiados científicamente, y se sabe que están involucrados en casi todas las enfermedades que conocemos.
¿Qué alimentos deberíamos evitar? ¿Qué aditivos hay que conocer que son usados para mejorar el sabor, o la apariencia, o para aumentar el tiempo de conservación, pero que son perjudiciales para la salud?
Hay que mirar siempre las etiquetas para poder evitar estos alimentos, pero no basta con buscar estos ingredientes en la etiqueta, hay que “descodificar” la lista que los fabricantes utilizan para engañar a los consumidores con otros nombres, como es el caso del Glutamato monosódico, con el que usan distintos nombres como extracto de levadura, E-621,…una larga lista, más de 25 nombres.

– Azúcar

¿El azúcar es una droga? El azúcar crea adicción. No se digiere, va directamente a la sangre, causando una serie de alteraciones físicas y mentales en el consumidor. El exceso de azúcar puede producir dos enfermedades: la diabetes y la hipoglucemia. Hace subir el nivel de glucosa en la sangre, así el páncreas es obligado a producir una cantidad extra de insulina, que es enviada a la sangre, produciendo una bajada del nivel de glucosa. Esto, a su vez, produce en el cuerpo la necesidad de ingerir más azúcar y el páncreas entra en confusión. Hoy existen millones de diabéticos en el mundo y sólo en Estados Unidos mueren más de trescientos mil por año. La acidez causada por su consumo predispone al cuerpo a infecciones como conjuntivitis y también a la acción de virus y bacterias.

– Harinas Blancas – Pan Blanco – Bollería Industrial

Carnes y carnes procesadas

La carne deja una sobrecarga de residuos ácidos en el cuerpo, en sangre, fluidos y tejidos. Estos residuos son los ácidos úrico, fosfórico y sulfúrico. Para neutralizar estos ácidos del cuerpo utiliza la reserva de minerales alcalinos, como el calcio de los huesos y dientes, produciendo osteoporosis. Una vez neutralizados los ácidos, quedan residuos de urato de calcio, que son depositados en los tejidos blandos y calcifican en formas sólidas, que van depositándose en arterias (arteriosclerosis), en las lentes ópticas (cataratas), en los uréteres y el riñón, en la vesícula biliar, en las articulaciones (artritis), etc. La carne roja tiene de un 30% a un 70% de grasa y colesterol. También tiene gran cantidad de venenos: pesticidas, herbicidas, fertilizantes y parásitos. Alrededor del 16% de todos los adultos en América tienen triquinosis al hacerles una autopsia. La carne roja no contiene fibra, lo que dificulta su eliminación. De todas las carnes, la peor para la salud es la de cerdo.

Lácteos (leche, yogures, kéfir, cuajada, postres lácteos, quesos, natas,…)

Actualmente muchos estudios científicos muestran la leche y derivados como un problema de salud. La pasteurización destruye vitaminas y enzimas para su digestión. La homogeneización puede producir problemas en las membranas celulares del tejido cardíaco. Una de sus proteínas, llamada caseína, es viscosa y pegajosa y se deposita en los intestinos impidiendo la absorción de otros nutrientes, contribuyendo a la fatiga crónica, alteraciones intestinales, enfermedades relacionadas con autoinmunidad (artritis reumatoide), lupus, cáncer, problemas circulatorios, alergias (cutáneas, respiratorias), inmunodepresión, diabetes juvenil, enfermedades otorrinolaringológicas, asma, sinusitis, acumulación de mucosidades (en órganos genitales femeninos y en el aparato auditivo) y nefrosis. También se puede decir, según estudios realizados, que la intolerancia a la lactosa va en aumento. Además, los lácteos no son una fuente de calcio. Así lo confirma el Dr. William Elis, después de numerosos estudios que lo avalan, que opina que los lácteos (leche animal) tienen un gran poder desmineralizante en los adultos.

Huevos de granjas intensivas

Aceites hidrogenados y grasas saturadas

Verduras: solanáceas (patata, pimiento, alcachofa, tomate, berenjena) y moderar el consumo de espárragos y espinacas, por su desequilibrio de sodio-potasio.

Productos industriales (aperitivos, snacks, alimentos precocinados, ahúmados, conservas, alimentos con aditivos: colorantes, conservantes, estabilizantes,…)

Sal común de mesa con o sin yodo y flúor.

Bebidas: zumos endulzados, refrescos carbonatados, bebidas light y 0% azúcar, alcohol y café.

Alimentos Transgénicos

La ciencia rompe la cadena molecular con la creación de los alimentos transgénicos. Si continúa, romperá el orden natural que mantiene la unidad. De aquí pueden salir enfermedades, malformaciones, etc, como ya se ha constatado en Francia.

 

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Barritas de tempeh con verduras

¿Qué es el Tempeh?

El tempeh es un alimento fermentado a partir de la soja amarilla. Cuando la soja no está fermentada resulta muy indigesta y poco saludable. En cambio, cuando la soja está fermentada se convierte en un alimento muy beneficioso para la salud.

Además del tempeh, la soja fermentada constituye la base del miso y de la salsa tamari. Es una proteína muy digestiva y de gran valor nutritivo. Es antioxidante y fuente de vitamina B12 de origen vegetal junto con otras vitaminas del grupo B. Asimismo, es un antibiótico natural utilizado contra enfermedades intestinales.

En el mercado existen 2 variedades de tempeh: natural o bien macerado con tamari. Os recomiendo el tempeh macerado con tamari por ser más yang y más gustoso. Se aconseja hervirlo durante 20 minutos con un poco de agua y un trozo de alga kombu como todas las legumbres y después se puede cocinar al gusto.

Receta: Tempeh con verduras y chucrut

Ingredientes para 2 personas:
4 barritas de tempeh maceradas con tamari
1 trozo de alga wakame remojada 2 minutos y cortada a trozos medianos
1 trozo de alga kombu
1 puerro cortado fino (tanto la parte blanca como la verde)
1/4 de brócoli
1 calabacín cortado a rodajas finas
3 cucharadas de postre de chucrut (col blanca fermentada)
2 cucharadas soperas de tamari
Aceite de sésamo
Cebollino fresco

Preparación:
1. Cortar cada barrita de tempeh en 3 láminas finas y las hervimos 10 minutos junto con el alga kombu.
2. Saltear los puerros con unas gotas de aceite de sésamo durante 5 minutos.  Añadir el calabacín 5 minutos más y a continuación el brócoli hasta que quede al dente.
3. Añadir las barritas de tempeh y el trozo de alga wakame en el mismo recipiente en el que hemos salteado las verduras anteriormente y donde ahora pondremos un fondo de agua (lámina de agua). Tapamos y cocemos a fuego medio durante 10 minutos. Apagamos, añadimos la salsa tamari y el chucrut, y removemos.
4. Lo servimos con cebollino cortado por encima, con sésamo espolvoreado y junto al arroz integral que habremos preparado previamente.

¡Buen provecho!

Más recetas con tempeh en Recetas Macrobióticas para la Salud.

Fideos Soba con hiziki y verduras

Los fideos soba están elaborados con harina de trigo sarraceno 100% integral. ¿Te animas a preparar la siguiente receta?

Qué ingredientes necesitas (para 2 personas)

  • 1 paquete de 250 gr. de fideos soba
  • 1 zanahoria cortada a tiras finas
  • 1 brócoli pequeño cortado a flores
  • 1 manojo de cebolla tierna
  • Una pizca de sal marina
  • 3 cucharadas soperas de alga hiziki
  • 3 cucharadas soperas de semillas de girasol tostadas y saladas como guarnición

Ingredientes para el aliño:

  • 1/4 de vaso de agua
  • 3 cucharadas soperas de tamari
  • 1 cucharada sopera de aceite de sésamo tostado
  • 1 cucharada sopera de ralladura de limón
  • 1 cucharada sopera de jugo de jengibre (rallado y escurrido)
  • 1 cucharada sopera de melaza de arroz.

Preparación:

  1. Cocer los fideos en abundante agua y una pizca de sal marina durante 7 minutos. Escurrir, reservando el líquido espeso de su cocción, que puede utilizarse para hacer sopas, purés o el té de sarraceno.
  2. Lavar los espaguetis en un colador con abundante agua fría para que queden sueltos.
  3. Lavar el alga hiziki y remojarla durante 15 minutos. Escurrirla y cortarla a trozos medianos. Hervirla primero durante 2-3 minutos y tirar el agua de esta ebullición. Cubrirla de agua nuevamente, tapar y hervirla durante 20 minutos. Apagar el fuego y añadir una cucharadita de salsa tamari.
  4. Después de lavar las verduras, saltearlas: primero la cebolla y después la zanahoria y las flores de brócoli en nituké (consulta la receta del Nituké en mi libro aquí).
  5. Preparar el aliño mezclando todos sus ingredientes.
  6. Calentar la pasta con un poco de agua en el fuego durante un par de minutos.
  7. Mezclar la pasta con las verduras, las algas, las semillas y el aliño. Decorar con semillas de girasol y acompañar con una ciruela umeboshi.

¿Qué propiedades tiene el trigo sarraceno?

  • No tiene gluten
  • Genera alcalinidad
  • Limpia y fortalece los intestinos
  • Es eficaz en caso de diarrea
  • Fortalece los vasos sanguíneos
  • Aumenta la circulación de manos y pies
  • Reduce la tensión arterial
  • Protege frente a las radiaciones

Si te gusta cocinar y cuidar tu salud, te gustará Recetas Macrobióticas para la Salud

Brócoli, el vegetal más anticancerígeno

El brócoli, según estudios científicos que lo avalan *, es la crucífera anticancerígena más potente.  Uno de los fitoquímicos que contiene es el sulforafano, que tiene importantes beneficios como anticanerígeno y antimicrobiano. La mayor absorción y biodisponibilidad del sulforafano es cuando se consume en crudo o al dente y de manera regular.

Una receta muy fácil, rápida y que gusta a toda la familia son los buñuelos de brócoli.  ¿Te animas a prepararla?

¿Qué ingredientes necesitas?

  • 1 brócoli mediano
  • Un poquito de sal
  • Un chorrito de salsa de soja tamari
  • 1 taza de harina de arroz integral
  • Almendra triturada (un 20% de la cantidad de harina)
  • Agua muy fría
  • Aceite de sésamo
 Imagen de la web cocinatelotu.es
Imagen de la web cocinatelotu.es

Cómo preparar los buñuelos:

  • Escaldamos los trozos de brócoli unos pocos minutos o bien los cocemos al vapor ligeramente, hasta que estén al dente. Después los salamos con unas gotas de tamari antes de rebozarlos.
  • Añadimos a la harina las almendras y un poquito de sal.
  • Vamos poniendo chorritos de agua fría a la harina y la vamos amasando hasta llegar a la consistencia deseada para rebozar los trozos de brócoli.
  • Freímos el brócoli en una sartén con el aceite de sésamo al que añadiremos un trocito de zanahoria o pan para que el aceite no se queme.

¡Y ya estará listo! Buen provecho 🙂

 

*El Instituto de Investigación Alimentaria de Gran Bretaña reveló que el brócoli estimula a las células cancerosas a «suicidarse» debido a sus potentes efectos depurativos de los tejidos y de la sangre. Además, se elimina la formación de células cancerosas. 

 

Si quieres preparar muchas más recetas macrobióticas, descarga el libro «Recetas Macrobióticas para la Salud«.

Los beneficios de los alimentos fermentados

Las verdudas fermentadas, también llamadas encurtidos o pickles, son alimentos con interesantes propiedades: nos ayudan a hacer la digestión porque nos aportan enzimas y ácido láctico. Favorecen el buen funcionamiento del hígado y contribuyen a augmentar la concentración mental y fortalecimiento de la visión (el hígado es el órgano que da fuerza a los ojos).

Los pickles permiten conservar los productos vegetales durante mucho tiempo, con la ventaja de que sus propiedades nutritivas se mantienen.

Son ideales para preparar la digestión y fortalecer los intestinos. Durante el proceso de fermentación, las enzimas y
bacterias transforman el azúcar de las verduras en ácido láctico, que fortalece la flora intestinal. Hoy en día se usan pickles comerciales altamente condimentados, ya que están elaborados con azúcar y vinagre, que destruyen la flora intestinal.

Uno de los grandes beneficios que se atribuye a los alimentos fermentados es el de restablecer el equilibrio entre los diferentes microorganismos que pueblan nuestro intestino. Entre todos estos microorganismos destacan los del género:
Lactobacilus acidophilus,
Lactobacilus bifidus,
Lactobacilus plantarum,
Lactobacilus leichmanii y
Lactobacilus fermentum.

La mayoría de estos lactobacilus cuando llegan al estómago (medio ácido) no sobreviven, pero algunos, sin embargo resisten y pasan a repoblar el intestino. Una dieta rica en carbohidratos y escasa en proteínas animales  también favorece el desarrollo de los lactobacilos. Bien es sabido que cuando un cereal se corrompe, fermenta; en cambio, cuando se corrompe un producto animal, este acaba pudriéndose. La fermentación equivale a una predigestión de los alimentos, que se transforman en sustancias de más fácil asimilación. El almidón, por ejemplo, se transforma en maltosa y esta en glucosa, la cual a su vez se transforma en ácido láctico.

Dentro de este grupo de alimentos, el miso, umeboshi, salsa de soja tamari y tempeh son alimentos recomendados, cada uno de ellos con sus propios beneficios.

Fermentados más recomendables para consumir frecuentemente

  • Umeboshi: Es, sin duda, el mejor fermento. Es una ciruela fermentada con sal marina durante más de 2 años.  Sus propiedades medicinales son incalculables: alcaliniza la sangre, tiene efectos antibióticos y antisépticos, previene la fatiga y retrasa el envejecimiento. Ayuda a resolver los problemas de salud tanto de tipo yin como  los yang. Utilizarla en caso de falta de apetito, diarrea, estreñimiento, intoxicación, náuseas, resfriados,  gripes… El vinagre de umeboshi es ideal para aliños, salsas y aderezos. (Se recomienda tomar 2 o 3 ciruelas a la semana).
  • Miso: es una pasta de color marrón y de sabor salado, producto de la fermentación de la soja con determinados cereales y sal marina. El miso es ideal para enriquecer (tanto en sabor como en propiedades) sopas, estofados, salsas, aliños, patés y cualquier plato en general. Añadir siempre el miso después de la  cocción y dejarlo activar uno o dos minutos. No hervirlo nunca. Es recomendable tomar sopa de miso una o dos veces al día (los japoneses la toman en desayuno, comida y cena).
  • Salsa de soja: es un producto similar al miso, aunque su consistencia es líquida. Usaremos dos clases de salsa de soja: shoyu y tamari. Este último como medicamento en caso de enfermedad o de fatiga.
  • El tempeh: proteína fermentada de la soja amarilla. Originaria de Indonesia, ha ido ganando popularidad debido a su gran poder nutritivo. Es una alternativa ideal a productos de origen animal. Se encuentra en el
    mercado de 2 formas: fresco y macerado.

 

¿Cómo preparar alimentos fermentados?

Se recomienda utilizar principalmente las verduras de raíz y rastreras. La forma de prepararlos es la siguiente:

  • Se limpian las verduras y se cortan a rodajitas (zanahoria, cebolletas, rabanitos, etc).
  • En un bote de cristal con tapa hermética ponemos, alternando, las verduras y la sal o salsa shoyu, o miso, umeboshi, etc. Y un poco de agua hasta cubrir el contenido.
  • Se tapa con una gasa (rodeada con una goma elástica) y se sitúa en una zona fresca y seca de la casa.
  • Tiempo: normalmente de una a dos semanas. Pasado este tiempo se puede tapar herméticamente. Hay que tener en cuenta que si aparece moho en la superficie del alimento fermentado, debe retirarse para comprobar si las verduras están crujientes. En caso de que las verduras estén blandas y pegajosas, habrá que tirarlas. Esto puede ser debido a dos causas:
    – se ha añadido poca sal u otro condimento salado
    – hay un exceso de calor en el lugar donde se guardaban.
    Cuando haya transcurrido los días recomendados, si comprobamos que las verduras están duras pero extremadamente saladas, debemos dejarlas en remojo en agua fría durante unos minutos antes de  consumirlas.
  • El líquido de los pickles que queda después de haber comido todas las verduras, puede aprovecharse como aliño para ensaladas. También se puede utilizar la mitad para empezar otro bote de pickles, añadiendo agua fresca y más condimento salado.

Una cucharada de encurtido se puede mezclar con la ensalada en verano.

Se recomienda empezar cada semana con un pickle diferente para, de esta forma, obtener mayor variedad de  verduras, colores, texturas y sabores. En la preparación de los pickles caseros, lo más difícil es saber ajustar la sal u otros condimentos, la presión (apretaremos las verduras en el bote) y el nivel de agua que podemos añadir.

La variedad de pickles que podemos hacer depende solo de nuestra imaginación.

 

Si quieres conocer más alimentos-medicamento te gustará el libro De la fibromialgia a la Salud.

Cocinamos: Olivada de aceitunas negras

En numerosas ocasiones me preguntan «¿Qué puedo untar en el pan?«. Hoy propongo una opción muy saludable y sencilla de preparar, un paté de olivas negras para acompañar el pan de vez en cuando.

¿Qué ingredientes necesitas?

  • 100 gr de olivas negras
  • 1 cucharada sopera de miso blanco o shiro miso
  • 3 cucharada sopera de aceite de sésamo
  • 1/2 cucharadita de orégano
  • 1/2 cucharadita de tomillo
  • 1/2 cucharadita de romero
  • 1 cucharada sopera de semillas de sésamo tostadas.

Preparación:

  1. Dejar en maceración la noche anterior las olivas con el orégano, el tomillo, el romero y el aceite. Todo ello en un recipientede cristal tapado.
  2. Al día siguiente, sacamnos las aceitunas, les quitamos el hueso y añadimos el miso.
  3. Mezclamos las aceitunas, las semillas de sésamo, el aceite y a continuación trituramos todos los ingredientes.
  4. Añadiremos más aceite si lo queremos convertir en una salsa.
  5. Se puede conservar en la nevera algunos días.

Este paté de olivas u olivada tiene grandes beneficios para nuestra salud, ya que las aceitunas negras:

  • Contienen ácidos grasos insaturados monoinsaturados que contribuyen a reducir el colesterol LDL (llamado «malo») y a aumentar el colesterol «bueno» (HDL), por lo que son adecuadas para prevenir enfermedades cardiovasculares.
  • Elevado contenido en vitamina E, un poderoso antioxidante.
  • Indicadas en casos de anemia por su gran contenido en hierro.
  • Elevado contenido en vitaminas A y C que mejorarán nuestras defensas.
  • Son una saludable fuente de fibra.

¿Te animas a preparar este paté?

 

Si quieres aprender más recetas, te gustará Recetas Macrobióticas para la Salud.