Receta: Crema de Peras

La pera, junto con la manzana, es la fruta de otoño-invierno más recomendada por la macrobiótica. Es una fruta que nos hidrata y nos sacia por la gran cantidad de agua que contiene. Su fuente de fibra ayuda a disminuir el colesterol y la hipertensión, a la vez que la hacen muy digestiva.

Su contenido en fructosa es de tan solo un 5%, ideal para los diabéticos.

Es una fruta recomentada por su contenido en potasio, calcio y hierro (importante para el control de la anemia).

La pera es rica en antioxidantes y vitaminas. La vitamina D de la pera protege nuestro sistema cardiovascular y el corazón.

Una forma que te propongo de incorporar las peras en la dieta es la siguiente receta de crema de peras, que aconsejo tomar entre las comidas.
Ingredientes que necesitarás para 6 personas:
  • 6 peras conferencia
  • 2 vasos de agua
  • 1 umeboshi (la umeboshi nos ayuda a yanguizar la fruta)
  • 1 cucharada sopera de kuzu
  • 6 hojas de menta

 

Preparación:

  1. Se pelan las peras, se cortan en ocho partes y se eliminan las semillas.
  2. Ponemos en una cazuela las peras, la umeboshi y un vaso de agua. Las cocemos a fuego medio.
  3. Diluimos la cucharada sopera de kuzu en un poquito de agua fría.
  4. Cuando la pera está blanda, vertemos el kuzu en la cazuela y no paramos de remover hasta que se espese y se vuelva transparente.
  5. A continuación trituraremos el contenido en una batidora sacando previamente el hueso de la umeboshi.
  6. Para adornar pondremos por encima una hojita de menta por persona

¡Buen provecho!

¿Quieres aprender más recetas sencillas, sanas y deliciosas? Recuerda que tienes acceso gratuito al libro digital Recetas Macrobióticas para la Salud desde esta misma web.

Síntesis de la dieta Macrobiótica Básica

 DESAYUNO:

Sopa de miso + cereal integral con gomasio + té bancha o té de tres años…

Sopa de miso:

Ingredientes:

  • Un cm aproximado de alga wakame

  • Agua, algo más de un cazo

  • ½ zanahoria mediana

  • Una hoja de puerro (la parte blanca y la parte verde) o un trocito de cebolla

  • Miso: mugi-miso de soja y cebada (1 cucharada de postre)

Preparación:

Ponemos el agua a hervir.

Se remoja el alga wakame en agua fría (esta agua no se aprovecha) durante 2 minutos.

Cortamos las verduras finas.

Cuando el agua hierve echamos las verduras y el alga, y dejamos hervir un minuto. Seguidamente apagamos el fuego.

Diluimos el miso con un poco de caldo de la sopa y lo incorporamos a ella, una vez apagado el fuego.

Esperamos dos minutos para que el miso haga su movimiento rotativo y ya está lista.

Cereal integral:

El mejor cereal para la salud es el arroz integral, pero también se puede variar tomando otros como la avena, el mijo, la cebada… según las necesidades, las estaciones…

Preparación del arroz

Arroz integral + alga kombu (no se pone previamente en remojo)

Se lava el arroz en un colador y se incorpora al agua que ya estará hirviendo con el alga kombu (una hoja). Una medida de arroz por dos medidas de agua. Cuando el arroz empieza a hervir se baja el fuego al mínimo, se pone un difusor y se tapa. Se recomienda cocinarlo con olla a presión durante 21 minutos cuando se tiene prisa, si no, mejor con olla normal, 45 minutos y 10 minutos de reposo con el fuego apagado.

Ponemos poca sal porque se come espolvoreando una cucharadita de gomasio.

Preparación del té

Tanto el té bancha como el té kukicha (de tres años) no se hierven. Se vierte el agua muy caliente sobre el té y se infusiona 7 minutos.

ALMUERZO:

Proporción de los alimentos en el plato: nuestra propia dentadura nos muestra la proporción de cada uno de los alimentos principales.

En nuestra cavidad bucal tenemos:

  • 20 premolares y molares para triturar cereales, legumbres y semillas.

  • 8 incisivos para cortar las verduras.

  • 4 caninos para desgarrar la proteína animal.

La proporción recomendada en términos generales en la fibromialgia y s.f.c es:

  • 40% cereales integrales hervidos con alga kombu + una cucharadita de gomasio.

  • 30% verduras biológicas, mejor al vapor o hervidas y, de vez en cuando, salteadas con una cucharadita de aceite de sésamo más una cucharadita de salsa de soja.

  • 15% proteínas vegetales o pescado salvaje.

  • 10% algas.

  • 3% pickles

  • 2% semillas de sésamo, calabaza o girasol

Proteínas vegetales:

Legumbres como: lentejas, garbanzos, azuquis… dejar en remojo la noche anterior y, cuando hiervan, sacar la espuma y añadir el alga kombu al agua de la cocción. Tofu fermentado o tempeh o seitán (se tienen que cocer).

MERIENDA:

Té Kukicha + manzana biológica hervida o al horno o al vapor con tortitas de arroz (dos días a la semana). Otros días sólo tortitas de arroz con té verde. Ver las meriendas en el cap. IV de las recetas.

CENA:

Sopa de mugi-miso (miso de cebada) con verduras + cereales integrales hervidos.

dieta-macro-bc3a1sica

RECOMENDACIONES:

  • Beber muy poco en la cena, beber poco durante el día, sólo cuando se tenga sed.
  • En comida y cena, se recomienda el alga hiziki (sólo cada dos semanas) y la arame (puede tomarse diariamente como la wakame).
  • La salsa de soja tiene que ser biológica, ya que si no lo es contiene “glutamato monosódico”, que es muy tóxico.
  • El aceite mejor que sea de sésamo.
  • Las marcas no importan, lo importante es que sea biológico.
  • Alimentos biológicos: no contienen químicos, pesticidas, colorantes, conservantes, potenciadores del sabor…
  • Los cereales integrales, las verduras frescas, las legumbres y las semillas tienen implícito el vehículo etérico o de energía, tienen vida. Para alimentarse adecuadamente necesitamos transferir esta energía del mundo vegetal al ser humano.

Si quieres saber más, descarga los libros gratuitos en formato digital desde mi web.

Menos cantidad y más calidad

Tanto en el ejercicio como en la nutrición es aconsejable menos cantidad y más calidad.

Martín Macedo lo expresa también así en un reciente post:

«La cantidad es importante. Pero la calidad lo es aún más.

La cantidad de años que una persona vive es importante. Pero sin calidad, cuanto más se vive tanto más se sufre.

La cantidad de comida que debe recibir un niño para crecer sano es fundamental. Pero sin calidad, cuanto más coma más enfermo estará.

Algo similar ocurre con el entrenamiento físico. La cantidad de repeticiones es crucial para garantizar el desarrollo  de la fuerza o de una habilidad deportiva. Pero si el profesor no tiene calidad, cuanto más repita una rutina más  serias serán las lesiones.

Cuando practico mis ejercicios a veces tengo poco tiempo y debo elegir. Entre apurarme para lograr el número de  repeticiones habitual o trabajar lentamente, pero con calidad máxima, la experiencia me ha enseñado que es  preferible menos cantidad y más calidad. Es preferible hacer 20 abdominales con excelencia que hacer 100 con prisa y sin disfrutar de la práctica.

También este principio se aplica a la nutrición. Más vale unos pocos bocados tomados lentamente y con conciencia que un mayor volumen con ansias de terminar antes.

Un arquitecto con maestría sabe que para construir una gran obra. Se necesita una gran cantidad de ladrillos, colocados uno a uno de una manera perfecta. Porque si falta la calidad en lo pequeño, cuanto más grande la  construcción, mayor será la vergüenza cuando se desmoronen sus grandes paredes»

 

 

Las algas, el alimento del futuro

Las algas son uno de los alimentos más nutritivos del planeta, sirven tanto para prevenir como para curar enfermedades.

El origen de la vida está en el mar. Millones de años de erosión lo han enriquecido con todos los minerales en abundancia para la vida. Las algas fabrican el 80% del oxígeno que respiramos y contienen entre DIEZ Y VEINTE VECES más minerales que las verduras de la tierra.

Por sus cualidades y sus amplias propiedades terapéuticas, las algas serán un alimento fundamental en la alimentación del futuro.

Evolutivamente son los vegetales más antiguos, por lo que la asimilación de sus nutrientes es para todos excelente. Figuran entre los productos de la naturaleza más ricos en hierro y calcio. También son importantes las cantidades que presentan de vitaminas, aminoácidos, enzimas y prácticamente todos los oligoelementos: yodo, magnesio, azufre, cloro, manganeso, silicio, cobre, zinc, níquel, molibdeno, plata, cromo, etc… de tal forma que si consumimos regularmente algas, estamos haciendo una verdadera oligoterapia.

Por ser alimentos muy concentrados, no deben consumirse en grandes cantidades. Es mejor tomarlas diariamente y en pequeñas dosis (1 cucharada de alga cocida, diaria).

Las verduras marinas no absorben la contaminación, a diferencia de los peces. Donde el nivel de contaminación es alto, simplemente no pueden crecer, para ello necesitan aguas muy puras para su desarrollo. La considerable reducción de cultivos de nori en Japón es una prueba de ello.

Una de las propiedades de las algas es depurar nuestro cuerpo y propiciar la expulsión de metales contaminantes, radioactividad y residuos, por lo que pueden ayudarnos a limpiar las toxinas, permitiendo además su eliminación natural. Estamos rodeados de radiaciones: los móviles, los ordenadores, la televisión a todas horas, incluso en los dormitorios, equipos de música, despertadores electrónicos, en los coches, etc… En España tenemos gran riqueza en algas, sobre todo en Galicia y en el mar Cantábrico.

Propiedades de las algas

Las algas son alcalinizantes, depurativas, remineralizantes (ricas en calcio, hierro, sodio y magnesio) y especialmente calcificantes de los huesos por su riqueza en calcio, con una excelente relación calcio-fósforo, que facilita la absorción del mismo.

  • Son depurativas y reforzantes. Las algas, juntamente con el miso, ayudan a eliminar los residuos tóxicos, los metales pesados, de modo que actuan como quelantes o limpiadoras.
  • Estimulan el metabolismo.
  • Regulan y equilibran los riñones y la circulación sanguínea así como la digestión.
  • Ayudan a eliminar los líquidos retenidos en el cuerpo.
  • Ayudan a eliminar purinas procedentes de los alimentos proteicos.
  • El yodo natural que contienen puede eliminar el yodo radioactivo absorbido por la glándula tiroides y prevenir el bocio (hipertrofia de la glándula tiroides).
  • Todas las algas refuerzan y tonifican el sistema nervioso en general.
  • Su riqueza en vitaminas y oligoelementos, como el zinc y selenio, refuerza el sistema inmunitario.
  • Las algas se utilizan como alimento, pero también como complemento para reforzar el esqueleto, el cabello y las uñas, también para tratar problemas cardiovasculares, para adelgazar, para mejorar la circulación sanguínea en problemas hormonales, para bajar el colesterol, en las anemias, en la osteoporosis, en el hipotiroidismo, para ayudar en los procesos de desintoxicación…
  • Las algas nos protegen de la radiactividad. Poseen principios activos que neutralizan potenciales agentes cancerígenos como los metales pesados y los isótopos radioactivos. En Hiroshima y Nagasaki se evidenció que las personas que consumían diariamente algas y sopas de miso, no sufrieron lesiones en las paredes del intestino delgado, ni alteraciones en el funcionamiento de las glándulas tiroides, que son las dos zonas más sensibles a las radiaciones. Esto nos indica que al consumir algas, con su yodo orgánico, hace de barrera al yodo radioactivo en un 97%.
  • Las algas se consumen cocidas. Las principales algas comestibles son: wakame, arame, kombu, dulse y nori.

Fitoquímicos de las algas

Las algas, especialmente la wakame y la kombu, poseen  glucanos, que estimulan el sistema inmunitario. También son ricas en polifenoles. La fucoxantona es un carotenoide de la  familia del licopeno, es la sustancia que da el color marrón a cierto tipo de algas y se ha estudiado que inhibe el crecimiento del cáncer de próstata, entre otros.

Las algas y el cáncer

Se ha estudiado que las algas son inhibidoras del crecimiento de algunos tumores cancerígenos, como el de pulmón, el de colon, el de estómago y el de próstata.

 

Si quieres saber más y aprender a cocinar preparaciones con algas, te gustará Recetas Macrobióticas para la Salud.

Menús macrobióticos para una semana

Cuando hacía los talleres de superación de la fibromialgia y síndrome de fatiga crónica, varias personas me pidieron que les confeccionara un menú de alimentación macrobiótica para 1 semana. En mi 2º libro De la Fibromialgia a la Salud lo encontrarás también junto a la receta de cada una de las propuestas.

No pretendas seguir esta pauta al pie de la letra, sino que lo importante es que te sirva de guía para orientarte e ir probando.

 

Entre comidas (MERIENDAS O A MEDIA MAÑANA)

  1. Crema de fresones con galletas de arroz + té
  2. Pan de espelta integral con compota de manzana + té
  3. Manzanas con algarrobo y galletas de sésamo + té
  4. Pan de espelta con compota de fresa + té
  5. Pan de espelta con aceite de sésamo y gomasio + té
  6. Galletas de arroz con crema de fresones + té
  7. Peras en almíbar con galletas de arroz + té

Para elaborar cada una de las recetas mencionadas en el menú, recuerda que puedes descargar gratuitamente el libro De la fibromialgia a la Salud y Recetas Macrobióticas para la Salud desde esta misma web.

Recetas macrobióticas: Hummus

Hummus800x400

Uno de los cambios fundamentales que me ayudaron a recuperar la salud fue la alimentación, concretamente el cambio a la macrobiótica, que quedó reflejado anteriormente en mis libros sobre fibromialgia, en especial en «De la fibromialgia a la Salud«. Hace algún tiempo ya compartí la síntesis de la dieta macrobiótica básica, que podéis releer desde aquí. Sin embargo hoy, con motivo de la reciente publicación de mi último libro, Recetas macrobióticas para la Salud, he querido empezar la semana con una receta sencilla, sabrosa y sobre todo macrobiótica: paté de garbanzos o hummus.

Los garbanzos son muy recomendables en la fibromialgia y el reuma, ya que son reforzantes del hígado. Favorecen la eliminación del colesterol y son ricos en triptófano, que nos ayudará a mejorar nuestro estado anímico. Además, si tostamos los garbanzos antes de su cocción (los yanguizamos), haremos que sean mucho más digestivos.

HUMMUS (paté de garbanzos)

Ingredientes que necesitaremos:

  • 1 + 1/2 taza de garbanzos crudos
  • 1 cebolla
  • 1 hoja de alga kombu
  • 1 hoja de laurel
  • 1 cucharada de salsa de soja tamari
  • 2 cucharadas soperas de TAHIN (puré de sésamo)
  • 2 cucharadas soperas de aceite de sésamo
  • 1 diente de ajo previamente macerado en tamari durante 1 mes (opcional)
  • 1 cucharada de pasta de umeboshi o 2 ciruelas umeboshi

A la mayoría de personas el sabor de la ciruela umeboshi les puede parecer, al principio, un poco peculiar, pero en esta receta su sabor se transforma y hace que, un hummus normal, se convierta en delicioso. Además de aportar sabor, la umeboshi tiene múltiples propiedades para la salud: alcaliniza la sangre, tiene efectos antibioticos y antisépticos, previene la fatiga y retrasa el envejecimiento. Ayuda a resolver los problemas de salud, tanto de tipo yin como los yang. Se recomienda utilizarla en caso de falta de apetito, diarrea, estreñimiento, intoxicación, náuseas, resfriados y gripes.

Preparación del hummus:

  • Lavaremos los garbanzos y los dejaremos en remojo la noche anterior.
  • Usaremos el agua de remojo en la cocción de los garbanzos porque contiene enzimas necesarias para su digestión.
  • Tostaremos los garbanzos hasta que cambien su color.
  • Primero se hierven los garbanzos solos para poderlos espumar cuando empiecen a hervir. Después se añade el alga kombu, la cebolla troceada y la hoja de laurel, pero no ponemos sal. Cuando ya están bien cocidos se les añade una cucharada de tamari, 2 cucharadas de tahín, 2 cucharadas de aceite de sésamo, las 2 ciruelas umeboshi y 1 diente de ajo (opcional).
  • Sacamos el alga kombu para utilizarla en otra cocción y la hoja de laurel, y trituramos todos los ingredientes. Si es necesario añadimos un poco de agua hasta conseguir la consistencia deseada.
  • Se puede adornar el hummus con piñones, previamente lavados y tostados a fuego lento en una sartén de acero inoxidable o cazuela del mismo material. También, como guarnición, podemos sustituir los piñones por alguna planta aromática como la menta, el perejil o la albahaca. Además, esta receta también se puede preparar sustituyendo los garbanzos por lentejas o azukis.

¡Buen provecho!

 

La fruta y el exceso de fructosa

La Fructosa es el azúcar de la fruta y es el que más engorda y el que más aumenta los niveles de triglicéridos en sangre. Es especialmente perjudicial en las leucemias, en las patologías hepáticas y en la anemia. Es el antígeno de  los glóbulos rojos.

Cuando nos excedemos en la ingesta de fruta, como ahora en verano que hay gran variedad, pueden aparecernos una serie de trastornos en la salud: la causa es la fructosa.

Según un artículo académico de nutrición hospitalaria, la alta ingesta de fructosa tiene un impacto a nivel intestinal y hepático, asociándose a patologías como hígado graso no alcohólico y mala absorción de la fructosa.

La fructosa, a pesar de tener una nomenclatura similar a la glucosa, se absorbe más lentamente que la glucosa, aunque es captada y metabolizada de manera más rápida por el hígado. Su efecto estimulante sobre la liberación de la insulina es inferior al de la glucosa y su captación es independiente de esta.

Otros trastornos que nos produce el exceso de fructosa

En las últimas décadas el consumo de fructosa se ha incrementado con el exceso de fruta, especialmente en los niños. Y sobre todo a través de bebidas endulzadas y productos alimentarios con fructosa añadida.

El Dr. Robert Lustig descubrió en un estudio la ruta metabólica de la fructosa. La fructosa, en el estómago, se transforma en alcohol, que produce, cuando llega al hígado: el hígado graso, cirrosis hepática no alcohólica y/o síndrome de la resaca (las personas se despiertan con dolor de cabeza como si se hubieran excedido en el consumo de alcohol). También afecta al páncreas porque está relacionado con el estómago.

La fructosa produce resistencia a la insulina, lo que conduce a la diabetes. Asímismo, la fructosa nos afecta disminuyendo el nivel cerebral.

¿Por qué la fructosa produce obesidad?

La fructosa inhibe la grelina (producida por el estómago y el páncreas), que nos avisa cuando el cuerpo tiene apetito, y la leptina, que nos avisa cuando ya estamos saciados. La inhibición de la grelina y la leptina implica que tengamos sensación de hambre permanentemente. La fructosa también inhibe el triptófano, aminoácido precursor de la serotonina (las hormonas de la felicidad). Normalmente el triptófano se utiliza en las depresiones y, en este caso, como queda inhibida por la fructosa, nos produce depresión. Después de la ingesta de fruta, hacia los 30 minutos del consumo de fructosa, llega la tristeza, la falta de estímulos y el letargo.

Otro trastorno es el síndrome de la fermentación alcohólica de la fructosa, que da síntomas de embriaguez sin haber tomado ninguna bebida alcohólica.

La fruta produce enfriamiento y humedad en el cuerpo. La naturaleza produce más fruta en verano precisamente para que nos refresque, pero no es necesario excedernos. Su ingesta debe ser controlada.

La fruta es un dulce vacío porque solo tiene agua y fructosa. Su mejor alimento está en la piel y en las semillas, que es precisamente lo que no nos comemos. No nutre porque no entra en la célula. Lo que sí que, en ocasiones, la podemos utilizar como drenante para desintoxicar, aunque solo nos proporcionará alcohol, que es disolvente y dispersante, con lo que el hígado continuará sufriendo.

La energía de la fruta es dispersa y nos puede producir problemas de piel: dermatitis, sequedad e incluso psoriasis.

La fruta es yin, por lo que puede curar enfermedades yang. De todos modos, la mayoría de enfermedades son yin.

El Dr. Robert Lustig es un endocrinólogo pediátrico estadounidense, profesor de la Universidad de San Francisco, especializado en obesidad infantil. La investigación de Lustig examina el vínculo entre el consumo de fructosa y el desarrollo del síndrome metabólico que incluye: la diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedad cardiovascular, renal, enfermedad de hígado graso no alcohólico, obesidad, el fenómeno TOFI (delgado por fuera, gordo por dentro) y el síndrome metabólico.

En síntesis, la fructosa ataca al hígado y al cerebro.

Las Frutas y el Cáncer

Las personas se preguntan el por qué de la ausencia de frutas en la alimentación macrobiótica, y especialmente en el cáncer. La respuesta nos la da el Dr. Franco Berrino, Director del Departamento de Medicina Preventiva y Predictiva del Instituto Nacional del Cáncer de Milán; miembro de WCRF UK (World Cancer Research), forma parte de una red  global de organizaciones benéficas comprometidas en la prevención del cáncer. El Dr. Berrino es una persona que, además, ha estudiado la filosofía macrobiótica.

El Dr. Berrino nos dice que en nuestro cuerpo existe una sustancia indispensable, que nosotros fabricamos, que se  llama poliamina y que sirve para la multiplicación celular. Las frutas contienen poliaminas, y es evidente que en esta enfermedad no interesa aumentar esta multiplicación celular.

Él nos hace las siguientes recomendaciones:

  • No comer patatas, tomates, berenjenas ni frutas (naranjas,…), y especialmente no consumir ninguna fruta tropical.
  • Teniendo en cuenta que el cáncer es una enfermedad yin, nos aconseja comer cereales integrales como el mijo y el trigo sarraceno, porque son yang, pero el que más nos recomienda es el arroz redondo integral, porque tiene un gran equilibrio yinyang (el arroz redondo es más yang que el largo). También nos aconseja que comamos  pan integral.

Jarabe de Fructosa

Más peligroso para la salud que el exceso de fruta es el del jarabe de fructosa. El Jarabe de Fructosa es un  edulcorante líquido compuesto de una mezcla de fructosa y glucosa, altamente tóxico,  que produce obesidad,  diabetes y cáncer. Por ser más económico que el azúcar de caña y el de remolacha, es el que se utiliza actualmente  para la mayoría de bebidas comerciales y alimentos procesados.

Se conoce con el nombre HFCS (High Fructose Cron Syrup) y es el resultado de un proceso de refinado químico. No tiene nada en común con la fructosa de la fruta y el  organismo la considera como una sustancia extraña incapaz de metabolizar.

Hay que tener cuidado con los  alimentos ecológicos si llevan jarabe de maíz, pues es muy rico en fructosa, yin: expansiva.

 

Si quieres profundizar más, puedes leer los libros: Hablemos de Fibromialgia, yo la he ganado. Tú también puedes; De la Fibromialgia a la Salud; y Actuar en el Cáncer desde una visión Global. Los 3 libros pueden descargarse gratuitamente desde esta web.

 

¿Es saludable el Sushi?

El sushi es un plato japonés con una base de arroz aderezado con vinagre de arroz, azúcar y sal. Además, contiene otros ingredientes como el pescado, marisco, verduras (zanahoria, daikon, …) y algas (wakame, nori,…).

El sushi está muy de moda, especialmente entre adolescentes, pero si analizamos cada uno de sus componentes, nos hace comprender que, debido a sus aditivos, no es un alimento recomendable. Todos sus ingredientes parecen ser muy sanos, pero esto queda en entredicho.

Estudiamos sus ingredientes

Arroz: El arroz que se utiliza es blanco, por tanto es un carbohidrato refinado, no adecuado para las personas que quieran estar sanas y no engordar, ya que normalmente es fácil comerse hasta una docena de piezas de sushi (mejor no pasar de 8). Si los preparamos en casa, los podemos elaborar con arroz integral. Otro detalle del arroz es que en su cocción se utiliza azúcar. Y, como ya vimos en posts anteriores, sabemos que el azúcar es el alimento más cancerígeno. En la cocción del arroz sushi se utiliza 1 cucharada de azúcar por taza de arroz, pero recientemente estas proporciones de azúcar se han aumentado para hacerlos más gustosos. Además del azúcar, también hay sal en su cocción.

Pescado: El pescado es bueno para la salud, especialmente el pescado azul por su contneido en proteínas saludables y en ácidos grasos omega-3. No obstante, para cocinar los sushis, añaden gran cantidad de sal, lo que nos conduce a la hipertensión, problemas gástricos, retención de líquidos y problemas renales. El pescado debe ser anteriormente congelado durante varios días por el peligro de bacterias como la salmonella, vibrio vulnificus y la ingestión de parásitos como el anisakis.

Salsa de soja: Su gusto es delicioso porque va repleto de glutamato monosódico, un potenciador del sabor muy tóxico para la salud. Las salsas de soja saludables son la shoyu y la tamari, ambas de origen japonés.

¿Cuál es la mejor opción ante una bandeja variada de sushi?

La mejor opción es el sashimi sin salsa de soja, que es solo pescado crudo cortado en láminas que además, al ser solo pescado, es el más nutritivo en cuanto a proteínas. Si te interesa minimizar el contenido en mercurio, mejor escoge las gambas y el salmón. Otra opción es el niguiri, que es el sashimi sobre arroz. Esta opción es mucho mejor que los rolls. En cuanto a los vegetales y las hortalizas que se sirven para acompañar el sushi, procura añadirlas como guarnición. Para los vegetarianos, el sushi a base de verduras y algas es otra opción.

No podemos decir que son un alimento saludable y que no engordan. Sin embargo, podemos preparar alternativas más saludables en casa, evitando los ingredientes nocivos en función del análisis que acabamos de ver.

 

Recetas de Salsas

Las salsas son, sin duda, la alegría de los platos. A continuación, te propongo 2 salsas que han triunfado en mi familia, tanto entre los mayores como en mis 5 nietos. Estas salsas pueden acompañar platos de pasta integral, cereales, verduras y pescados. Así que son una opción muy versátil para alegrar todas las preparaciones macrobióticas.

Salsa de Umeboshi

Ingredientes:

  • 1 umeboshi por persona
  • 1 cucharada sopera de tahin por persona
  • 1 cucharada sopera de miso blanco por persona
  • 1 cucharada sopera de aceite de sésamo por persona
  • Agua (La cantidad de agua depende de lo espesa que se desee)

Preparación:

  1. Sacar el hueso de las umeboshi.
  2. Poner todos los ingredientes en una batidora, añadir el agua y triturar.

 

Salsa al Pesto

Ingredientes:

  • 5 cucharadas soperas de albahaca fresca
  • 1 diente de ajo previamente macerado (mínimo 2 semanas) en salsa tamari (opcional)
  • 4 cucharadas soperas de aceite de sésamo
  • 2 ciruelas umeboshi o bien 1 cucharada sopera de pasta de umeboshi
  • 1 cucharada sopera de miso blanco
  • 4 cucharadas soperas de piñones tostados

Preparación:

  1. Se trituran los ingredientes con un poco de agua hasta obtener una consistencia cremosa.

Como sugerencia, puedes preparar Espaguetis de espelta con la salsa pesto. Puedes ver la receta completa desde aquí.

Si quieres aprender más recetas de salsas, encontrarás muchas otras en el libro Recetas Macrobióticas para la Salud, que puedes descargar gratuitamente en formato digital.

Alimentación y enfermedad: leche y lácteos

milk-large

El ser humano es el único mamífero que ingiere leche procedente de otra especie animal, ya superado el tiempo de la lactancia. La forma de obtener la leche según las leyes de la naturaleza es directamente de las mamas de la madre, ya que se trata de un alimento que se altera y contamina con gran facilidad.

La leche materna es la única válida para el ser humano. Actualmente se han estudiado sus componentes, cuya función prebiótica potencia el desarrollo de las bacterias beneficiosas. Además, también se ha comprobado en diversos estudios, que tiene sustancias altamente anticanerosas. Para poder mantenerla en condiciones adecuadas necesitamos pasteurizarla y homogeneizarla. En la homogeneización se agita la leche para igualar su grasa mezclándose con aire, y por tanto, esta grasa se oxida produciendo radicales libres, muy perjudiciales para la salud. La homogeneización puede producir problemas en las membranas celulares del tejido cardíaco. En la pasteurización a temperaturas superiores a los 100ºC se destruyen vitaminas y enzimas necesarias para su digestión. Estos dos procesos la convierten en el peor alimento porque tiene grasa oxidada y carece de enzimas. Provocan que las grasas saturadas atraviesen las paredes intestinales, aumentando los niveles de colesterol y grasas saturadas en la sangre. Los niños que toman varios vasos de leche al día tienen sus arterias en peores condiciones que los que no la toman.

Muchos estudios científicos muestran la leche y derivados como un problema para la salud.
En la actualidad la leche y sus derivados (nata, quesos, yogures, flanes, natillas, helados, batidos, salsas, chocolates, etc.) están entre los alimentos más consumidos porque nos han dicho que son nutritivos y mantienen nuestros huesos sanos debido al calcio. Pero hay cada vez más estudios que cuestionan estas afirmaciones. En EEUU, el mayor consumidor mundial de leche, es donde hay mayor porcentaje de osteoporosis. Esto sucede porque aunque sea cierto que la leche tiene mucho calcio, no se tiene en cuenta su biodisponibilidad.

En el proyecto Cornell Oxford-China de Nutrición, Salud y Medio Ambiente, que se inició en 1983 sobre 6500 habitantes de 65 provincias dispersas de la China rural, se demostró que la leche animal desmineraliza a los adultos. Se comprobó que las mujeres que no tomaban leche de vaca, no padecían osteoporosis, pero si introducían la leche, aparecía.

cheese-2785_640

Otros estudios:

-Los lácteos no son una buena fuente de calcio. Así lo confirma el Dr. William Elis, ex Presidente de la Academia Americana de Osteopatía Aplicada, después de numerosos estudios que lo avalan. El opina que los lácteos (leche animal) tienen un gran poder desmineralizante en los adultos. Las personas que ingieren tres o cuatro vasos de leche al día, presentan los niveles más bajos de calcio.

-El Dr. Campbell (médico y autor del libro “The China Study”) descubrió que la caseína que comprende el 85% de la leche de vaca, promovía el cáncer en todas las etapas de su desarrollo y que la única proteína segura es la vegetal. La BMA (Asociación Médica Británica) asegura que una dieta vegetariana reduce la tasa de cáncer en un 40%. El Dr. Campbell comprobó que los hombres con mayor ingesta de lácteos tenían el doble de riesgo de padecer cáncer de próstata y cuatro veces más probabilidades de padecer cáncer de próstata metastásico o mortal (según la medicina oficial).

Por otra parte, dicho estudio, realizado sobre 6500 personas durante 23 años, demostró que el consumo de proteína animal estaba relacionado con una tasa muy alta de cáncer. Por contra, la dieta pobre en proteína animal, apenas manifestaba esta enfermedad. Por tanto, el Dr. Campbell señaló que el cáncer es una enfermedad de ricos.

-Las universidades de Cornell, Oxford y el laboratorio de investigaciones de salud de China en su trabajo conjunto nos muestran que hay una relación entre el cáncer y la proteína animal. La proteína animal aumenta la actividad de la enzima Beta-Glucoronidasa que reactiva muchos agentes cancerígenos desactivados.

-American Journal of Clinical Nutrition: El exceso de proteínas de la leche produce osteoporosis. Se demostró que las mujeres que toman leche y son vegetarianas, tienen un 18% de pérdida de hueso, mientras que las omnívoras padecen una pérdida del 35%.

-En una ingesta de 75 gr. diarios de proteína láctea se pierde más calcio en la orina del que se absorbe a través de la dieta.

La relación calcio-fósforo de la leche de vaca no es adecuada para el ser humano, ya que la cantidad de fósforo es demasiado elevada y acidifica el organismo, lo que repercute en la salud, 3-2 en la leche de vaca; 2-1 en la leche humana. Se ha comprobado que la inmensa mayoría del calcio de la leche, una vez en el intestino humano, es precipitado en forma de fosfato de calcio y expulsado a través de las heces fecales.

El calcio asimilable para el ser humano procede de las legumbres, verduras y sobre todo de las semillas.

Proteínas: Una de las proteínas de la leche es la Caseína, que representa el 85% de la proteína que se encuentra en la leche es de difícil asimilación. En algunas personas se adhiere a los folículos del intestino impidiendo la absorción de otros nutrientes (su cualidad pegajosa hace que la caseína se use como pegamento en la industria del papel y de la madera). También puede provocar problemas inmunológicos en las personas con deficiencias de inmunoglobulinas IgA.

La caseína, proteína de la leche, es indigesta para los niños, pero más para los adultos, ya que la renina gástrica, enzima necesaria para su digestión, disminuye con la edad. La caseína es viscosa y pegajosa, y se deposita impidiendo la absorción de otros nutrientes, contribuyendo a la fatiga crónica, alteraciones intestinales, enfermedades relacionadas con la autoinmunidad (artritis reumatoide), lupus, cáncer, problemas circulatorios, alergias (cutáneas y respiratorias), inmunodepresión, diabetes juvenil, enfermedades otorrinolaringológicas, asma, sinusitis, acumulación de mucosidades (en órganos genitales femeninos y en el aparato auditivo) y nefrosis. También se puede decir, según estudios realizados, que la intolerancia a la lactosa va en aumento. La lactosa es un azúcar que alimenta el cáncer.

Los sustitutos de la leche, en cuanto a la obtención de calcio, son, sin duda, las verduras, algas y semillas, especialmente la semilla de sésamo (ajonjolí) tomada en forma de gomasio.

Por otra parte, la “leucina” es un aminoácido abundante en los productos animales, como en los productos cárnicos, y particularmente en los lácteos como la leche y el queso. Hay personas que tienen sensibilidad a la leucina, especialmente los niños, produciéndoles una importante hipoglucemia. Es una hipoglucemia tan fuerte, que incluso les puede provocar una crisis convulsiva con lesiones cerebrales. En su manifestación menos extrema puede producir dolores gastrointestinales con diarrea o estreñimiento, crisis de ansiedad y problemas respiratorios.

sesame-315502_640

-El Dr.William H.Philpott describe un caso de grave de hipoglucemia en una persona diagnosticada de psicosis maniaco-depresiva o bipolar, que dejando los productos lácteos, desaparecieron todos sus síntomas. Es importante para estos individuos leer las etiquetas, ya que para ellos la menor traza se convierte en un peligro para la salud.

La Grasa: Si comparamos la leche humana (45 gr. de lípidos por litro, de los que 55% son ácidos graso poliinsaturados y 45% saturados con un elevado contenido en ácido linoleico, antiinflamatorio) con la leche de vaca (30% grasas poliinsaturadas, 70% ácidos grasos saturados: estructura que favorece la inflamación) y teniendo en cuenta que cuando calentamos la leche de vaca entre los 40ºC y 45ºC, se desnaturalizan sus ácidos grasos poliinsaturados y se convierte en una sustancia 100% inflamatoria, obteniendo la condición previa al cáncer.
El “petit-suisse” está lleno de grasa química. Produce obesidad, y a mayor obesidad, más cáncer.

La carga hormonal: La leche contiene 59 tipos diferentes de hormonas, entre las que destaca la hormona del crecimiento, llamada somatropina, que es una hormona natural que secreta la hipófisis de las vacas después del nacimiento de un ternero.

En 1994 la FDA aprobó la hormona transgénica rB6H (Hormona Recombinante de Crecimiento Bovino), conocida con el nombre de Posilac, para aumentar la producción de leche de vaca. Son tantos los peligros potenciales de esta hormona junto a los diversos tóxicos que contiene la leche, que hoy se considera como causa de múltiples enfermedades degenerativas. La inyección de Posilac tiene múltiples efectos secundarios que afecta tanto a los animales como a los consumidores. Perturba el ciclo natural de la vaca y produce una disminución del nivel de fecundidad, llegando a veces a la esterilidad; y cuando se interrumpe, ocasiona la muerte del animal. Su uso está prohibido en Canadá y la Unión Europea, entre otros países.

También se añaden estrógenos a la leche bovina, que incrementa dicha hormona y acaba provocando la aparición de tumores.

Tóxicos en la leche: Además de hormonas y antibióticos (para reducir la mastitis, inflamación de las ubres), la leche contiene productos químicos como micotoxinas, pesticidas, fertilizantes procedentes de la comida de la vaca, metales y plásticos (de su almacenaje), detergente y desinfectantes de la limpieza de las instalaciones, y dioxinas, que se las relacionan con el cáncer de pulmón y los linfomas. Las dioxinas, derivadas del cloro, se las vincula también a la diabetes, al desarrollo del niño y problemas diversos con el sistema inmunitario. Además, la leche contiene, procedente de las mastitis de la vaca, virus, bacterias, priones…Tanto la leche como los productos lácteos contienen aditivos como vitaminas y minerales sintéticos, semillas, frutas, proteínas, ácidos grasos que pueden ser de otro animal, como los procedentes de la grasa de cerdo.

Efectos de la leche: Causa inflamación en el ambiente intestinal; aumenta la cantidad de bacterias malas; destruye el equilibrio de la flora intestinal bacteriana; produce radicales libres; ácido sulfhídrico y amoníaco, en el intestino; produce alergias; está relacionado con la diabetes infantil; produce osteoporosis.

Enfermedades relacionadas con su consumo:

-Anemia ferropénica por los pequeños sangrados gastrointestinales que provoca.
-Artritis reumatoide y osteoartritis (estudios realizados en al Universidad de Florida).
-Asma. Niños con exceso de moco y dificultades respiratorias.
-Autismo. Estudios en al Universidad de Roma demuestran que los péptidos de la leche pueden tener un efecto tóxico en el sistema inmunológico central.

Hay diversos estudios que relacionan el consumo de leche con: cataratas, colitis ulcerosas, colon irritable, diabetes, dolores abdominales, enfermedades coronarias (la leche homogeneizada, debido al contenido de Xantina Oxidasa), esclerosis múltiple, estreñimiento, fatiga crónica, fístulas y fisuras anales, incontinencia urinaria, intolerancia a la lactosa, migraña, sinusitis, otitis, amigdalitis, síndrome de mala absorción, trastornos del sueño en los niños, úlcera péptica, acidosis láctica…

También hay múltiples estudios que relacionan el cáncer con el consumo de leche y lácteos:

-Cáncer de estómago
-Cáncer de mama
-Cáncer de ovarios
-Cáncer de páncreas
-Cáncer de próstata
-Cáncer de pulmón
-Cáncer de testículos
-Linfomas
-Cáncer de riñones

Cuando a los productos lácteos se les suma el consumo de carne, la cifra de cánceres aumenta 10 veces, especialmente el de pulmón y el de colon.

Actualmente muchos estudios científicos muestran la leche y derivados como un problema de salud.

Para saber más, puedes descargar gratuitamente todos mis libros.