Este tema es la continuación del anterior titulado Sungazing, en el que ya se inició la descripción de la Frecuencia 13.20.33 del Humano Luz. Además, aquí se empieza a tratar el estudio de la numerología como apoyo evolutivo.

«Utilizar la Frecuencia 13.20.33 es activar la frecuencia dormida del Adam Kadmon para convertirla en extensión de Dios».

El Método Melchizedek de Alton Kamadon utiliza la Frecuencia 13.20.33. Para los que estén interesados en este método, pueden leer el post Frecuencia del Tiempo de Isis Alada.

La Frecuencia de la Vibración del Espíritu 13.20.33 nos enlaza, nos unifica al Todo a través del Amor Incondicional, al amor amoroso. Es la vibración del espíritu que está codificada en nuestro ADN y que está lista para ser activada, porque según Sananda (Jesús) nuestro cuerpo es nuestro templo en el ADN, en las células, en el agua interna totalmente programada de acuerdo al ADN, así como en el agua de mar está programada para Gaia (alma del planeta Tierra).

Tenemos que activar nuestra frecuencia 13.20.33 para iluminarnos, encender el cuepro de Luz con esta frecuencia que vamos a traer de la 5D etérica y la ensamblaremos a nuestra biología molecular.

Esta frecuencia se conecta a través de ciertos números.

¿Por qué 13.20.33 y no otros números?

Estos número sirven para la activación y la reversión de la densidad de la luz mediante el Sungazing (ver post Sungazing). En este enlace te informarás. Si no hay sol, podemos adquirir una lámpara de fosfeno. Debemos mirar el sol (empezando por 10 segundos + 10 segundos cada día) unos 20 minutos al día para visualizar el ADN y activando la frecuencia 13.20.33. Esto debe ser hecho activando el campo toroidal en su mayor expresión y con el canal pránico también activado.

La Frecuencia 13.20.33

13 es la activación del ADN de 12 hebras más 1 hélice.

20 es el cromosoma número 20 +1 del har1, que nos hace divinos. Es específico de los humanos y está relacionado con el desarrollo de nuestro cerebro.
Los humanos tenemos 10 billones de células. En cada célula, exceptuando los glóbulos rojos, tenemos el cromosoma 20 con el har1 (segmento de ADN o gen). Esto nos lleva a pensar que, si el har1 es el gen de la divinidad, ¿En todas nuestras células existe la divinidad? Sobre este tema existe un libro que puede ser de vuestro interés, «El Gen de Dios» de Dean Hammer.
En el cromosoma 20, activando el har1, se desatan unas reacciones en cadena para las sanaciones del ADN. Todo en forma holográfica, sintonizando 13.20.33 nos llevará a la activación del Ser Crístico.
El sol hace colores al ratito de estar mirándolo. Es entonces el momento de hacer: sacar el holograma del ADN, respirar luz, activar el toroide y activar el código 13.20.33.

33 es la activación de la Energía Crística, la reversión de la densidad de la luz. Esta sintonización activará nuestros dones, pero debe ser mirando al sol.

Numerología

Si nos centramos en nuestra creación y en la trascendencia del Humano de la 3D, tenemos primero que integrar en el Corazón los siguientes 5 números: 12, 13, 14, 16, 19.

El 12 surge de los 12 chakras, los 7 que ya conocemos, que son los internos, y los 5 externos por encima de la cabeza.

El 12 se va repitiendo en nuestro mundo, como por ejemplo los 12 meses del año, los 12 apóstoles, los 12 pares craneales, el dodecaedro está formado por 12 pentágonos,…

Jesús nunca dejó la plantilla 12. A los 12 empezó su recorrido, a los 84 dejó su cuerpo físico, 8+4 = 12.

Si del 12 sumamos el 1 + 2, obtenemos el 3, que es la creación.

  • El 1 o Sol es la representación del Creador expandiendo su creación.
  • El Creador quiso verse reflejado y creó el 2, la dualidad.
  • Con el 3 el Creador necesitó que esta grandeza se expandiera y creó el 3, que es el número del Arcángel Gabriel, que es el de la comunicación desde el Corazón. Nosotros estamos hechos de la frecuencia 3. Todo el universo tiene el 3, porque todo contiene el 12, el universo es dodecaédrico.
  • Tenemos 12 planos de Conciencia que se entrelazan con el 1 para hacer el 13, que es la energía o experimentación de nuestro Unvierso.
  • El número 13 es la transformación al nuevo ser, mucho más elevado y espiritual.
  • El 16  es una alerta para que nos alejemos de la mentira, es una llamada a que nos centremos y equilibremos. 
  • El 19 simboliza la inspiración, todo lo que nos propongamos lo vamos a lograr.

Ya hemos visto el 13, nos falta el 20 y el 33 para saber por qué se escogió la frecuencia  13.20.33

  • El 20 viene de la Frecuencia Maestra, del «Samaritano», que es el 11 del Arcángel Chamuel. Este arcángel fomenta en los humanos el Amor Incondicional.
    Si sumamos el 1+1 del Arcángel Chamuel, tenemos 2, que al elevar
    la Frecuencia a la Décima, tenemos el 20, que es la frecuencia del Amor Incondicional del centro de nuestro Corazón.
    El Arcángel Chamuel es un aglutinador de frecuencias.
  • El 33 es una configuración maestra crística. La tuvo Jesús en su Corazón y la expandió al 66. Jesús fue el primero que vino de la 9D, bajó a la 6D y aterrizó en el infierno de la 3D. Hizo la escala 9ª –> 6ª –>3ª, igual que Pitágoras y todos los maestros que han descubierto su divinidad. Ellos se entregaron en cuerpo y alma a su misión, como todos nosotros tendremos que hacer.

Sintonizar el 13.20.33

Si queremos sintonizar esta frecuencia, debemos conocer el dial, que es nuestro mundo externo, y observarlo desde la neutralidad para abrir un campo electromagnético distinto de tus pensamientos preconcebidos, que es el compendio de tu pasado. Este pasado no es solo tuyo, sino también de tu linaje de miles y miles de años atrás.

Si no hacemos nada, vivimos de dogmas. Nosotros escogimos el aquí y el ahora sin interprestar nada.

Tu eres la nave. ¿Quién está conduciendo? El Ser, el gran 33/16 es el espíritu que, a través de tu alma, se sube a la nave. El Arcángel Chamuel te conduce y llega un momento que tu dices: «¿A dónde vamos?» Y el Alma te dirá: «Estáte tranquilo». Y llegará un momento en que te darás cuenta que tú eres el conductor de la nave. Desde este instante te anclas al Ser, ya eres el Ser, ya no eres un ser humano, ya eres Dios. Este es el punto de partida. 

Pitágoras, Platón, Epicteto, los Esenios,… tenían equilibrio mente-espíritu.

No hay otro Platón, él fue quien dijo que nuestra vida es la copia del Universo, que es una figura geométrica de 20 caras, que es primero el icosaedro que emanó la vida y, como una flor, surgió el tetraedro, el octaedro, el cubo o hexaedro regular… Todas las figuras de los sólidos platónicos que forman el dodecaedro del universo de 20 caras.

En Teeteto (diálogo escrito por Platón acerca del conocimiento) descubrió la fórmula siguiente: cada una de nosotros es un vértice. La suma de los vértices con las caras da las aristas y el 2 da la vida. 

13.20.33 es la esfera del Amor Incondicional, la Energía Femenina.

El Cubo Metatrón

Dentro de la estrella Metatrón hay 2 icosaedros, o sea, un océano exterior y otro interior. El exterior es el universo, el interior es tu propio universo.

También otros tetraedros:

  1. El ÉTER, que nos posibilita anclarnos con el universo, es el producto.
  2. El FUEGO es el número 4, que es la dirección.
  3. La TIERRA es el hexaedro o cubo.
  4. El AIRE es el octaedro.
  5. El AGUA es el icosaedro.

Numerología de la Evolución Humana

Los números nos marcan el punto donde estamos en el proceso de nuestra evolución.

Cuando ves:

-El 111 con sus tres 1 es el portal de la claridad, es el inicio de la toma de conciencia. Es el águila que se eleva para poder ver con claridad desde arriba.

-El 222 es el portal de la materialización. Es el dragón, es como la «lámpara de Aladino» que cumple tu deseo. Todo deseo de tu alma, del Ser, del Corazón, que pidas al dragón se cumple. El cielo se abre. Es inmediato.

-El 333, junto con el 666 y el 999, es el cierre. El 333 nos invita a usar el 111 y el 222. Es el cetáceo. Jesús es un cetáceo, es la parte Crística de la ballena. La ballena es la plenitud del poder, de materializar desde el Corazón, crear tu propia realidad.

 

-El 444 es la turbulencia. Es equilibrar la Mente con el Ser, es el león, la sabiduría para actuar en un momento de desafío, es la resiliencia. El león, aunque tenga que recorrer varios Kilómetros para encontrar su presa, alimento de su familia, lo hace incluso en un desierto. Cuando envejece tiene que prepararse para bajar del «trono». Nosotros somos como el león cuando entramos en coherencia.

-El 555 es un desafío. Una vez pasados los desafíos del 444, el 555 es la 5D, es «abróchense los cinturones» porque es la montaña rusa y te va a llevar a una gran velocidad desde el «éxtasis» a lo más denso. Tus guías te llevan a la 6D y después a la 9D para caer a la 3D. Esto solo lo ha hecho Jesús, que bajó de la 9D a la 6D para llegar a la 3D. Esto son los «iniciados», bajan a la 3D para volver a subir. La 5D son muchos cambios, los guías te prueban, es el verdadero fluir y tienes que ser coherente, vivir en paz, tranquilamente, sin ansiedad. ¿Cuándo no soy coherente con mi propia vida? Cuando reniego de mi vida.

 

– El 666 es un portal muy especial para nosotros, los terrícolas. Se trabaja la columna vertebral porque es el sostén de la vida. Si la trabajas bien puedes saltar de al 3D a la 6D. Es la antena o conector, es la mariposa o cetáceo, que es el sostén. Es anclarte a tu problema con el equilibrio de la mente, es entrar en coherencia con la madre Tierra. Nos hicieron creer que el 666 era el número del diablo, pero es todo lo contrario. Cuando vemos un 666 paramos y miramos al cielo porque estamos en misión.

-El 777. Cuando vemos este número estamos en un camino magistral porque estamos en coherencia. La suma es el 21, que es el éxito, es una felicitación cósmica, ya no eres oruga (introspección), eres mariposa, símbolo de la libertad que abre sus alas para la ASCENSIÓN. Tus guías te aplauden. Este número es el septenio, que cierra un ciclo. La creación se hizo en 7 días, el 7º descansó.

 

El 888 es la curación, la octava, tus guías te aplauden y te dicen que saltes de octava como las notas musicales. El animal que representa este número es el lobo y el perro por su Amor Incondicional. Si un humano lastima a su perro, dejándolo solo varios días, el perro sigue amándolo porque está diseñado así. Tenemos que aprender de él para integrar la energía del Amor Incondicional, la plenitud.

 

– Y finalmente tenemos el 999, que lo vemos como el delfín con su profundo Amor Incondicional, es el cierre total, es el cristal, es el transparentar una vez que eres Amor Puro, que es cuando te despides de tu guía porque tú eres el guía en el «no tiempo», ya que el guía es nuestro futuro atemporal (no tiene nada que ver con el tiempo que conocemos). Es la graduación con Amor.

Los Portales como nexos de unión

Los portales son los nexos, la conexión entre cada grupo de 3 con el siguiente.

Tenemos un grupo de 4D hacia abajo que unifica todo lo anterior con el siguiente, a través del portal 555, cuando tú vives ya en la 5D y vas a alcanzar al grupo siguiente. Pero una vez has entrado en el portal 555, todavía no tienes el «examen aprobado», tan solo entraste.

El grupo abarca desde el 555 hasta el 999 y cuando entras en el 999, tienes otro grupo que va del 999 al 12 12 12. Cuando ya has pasado por todos estos portales y grupos, se alcanza el 13, que es la primera esfera hacia la esfera 20, la esfera 33 y la cerramos en el 33 porque nosotros tenemos la frecuencia 13.20.33, aunque hay más.   

Cuando se abrió el portal de Sirio, que es el del león, Kumara mandó toda la descarga como software de la frecuencia de Sirio, que es la frecuencia 11 porque Sirio, como imperio estelar, solamente se maneja con la Luz del Espíritu. En el portal 999 hasta el 12 12 12, el ser humano, no tan solo pasa el portal, sino también la experimentación del 999 al 12 12 12.

Anexo

  • En cada portal se abren las bocas de los conductos y llega la energía adecuada.
  • No estamos aquí para evolucionar tan solo el Ser, sino también para evolucionar la raza de la Tierra, conectada al proyecto Crístico de Nevadón. Para conseguirlo, estamos con la estructura: 1) Sirio, 2) Orión, 3) Pléyades, 4) Andrómeda, 5) Arturus. Este es el propósito colectivo de la Vía Láctea.
  • Es por lo dicho anteriormente, que cuando ponemos una intención determinada, siempre tiene que ser a nivel galáctico. Cuando pidamos por nosotros, tenemos que agregar «Y por el bien más alto», porque nosotros estamos en fusión con todos los 5 y, cuando pedimos, funciona para todo el arquetipo.
  • Se trata de «tejer» y vivir en coherencia nuestra propia vida, y con respeto por los que están entrando en esta vía.
  • Aceptar que la oscuridad es también nuestra oscuridad y la armonía contigo mismo, a pesar de lo que tengas a tu alrededor, que ya sabemos que no es lo mismo que estar con los «pajaritos y las mariposas».

Este post es un resumen extraído del vídeo 13.20.33 Frecuencia del Humano Luz con Andrea Barnabé y Samuel Valdivia:

Para más información, también puedes leer el post de Isis Alada, «Frecuencia del Tiempo 13/20/33«

 

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